El
cribado de alteraciones cardiacas en población con síntomas, por leves que sean, resulta hasta seis veces más eficaz que la
exploración oportunista (es decir, a raíz de otras enfermedades) de pacientes con más de 65 años pero que no muestran signos de enfermedad del corazón a priori.
Así lo ha demostrado
un estudio liderado por dos españoles, Luis Pérula y Enrique Martín, en
Medicina Clínica. Ambos cardiólogos trabajan en el
Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic), del
Hospital Reina Sofía, en cuya web se ha difundido el hallazgo.
Conforme a éste, se deduce que resulta recomendable que las Consejería de Sanidad autonómicas implanten
una revisión sistemática, en pacientes de edad avanzada con sintomatología cardiaca, para conseguir el
diagnóstico precoz de la fibrilación auricular, trastorno que consiste en la contracción desordenada de las aurículas y que antecede con frecuencia a accidentes cardiovasculares importantes.
Para ser precisos, la relevancia clínica de la fibrilación auricular reside en el hecho de que el 50 por ciento de los accidentes isquémicos
se atribuyen a este tipo de arritmia, y si ésta se detecta antes, se evitar la aparición de
secuelas mayores, ya que existe un tratamiento efectivo para ello.
Toma del pulso arterial como revisión
En el estudio, un ensayo clínico controlado, se han comparado dos estrategias de intervención –especifican fuentes del Instituto–: por un lado, la
toma del pulso arterial a pacientes mayores de 65 años asintomáticos y, por otro, a pacientes con algún síntoma o signo compatible con una fibrilación auricular.
Con el primer método se llega a detectar hasta un 1,1 por ciento de nuevos casos de la patología, pero
el segundo resulta seis veces más rentable.
La investigación, iniciada en 2012 y coordinada por los dos cardiólogos citados, Pérula y Martín, técnico de Salud y tutor, respectivamente, de la
Unidad Docente de Medicina Familiar y Comunitaria de Córdoba, la ha respaldado la Consejería de Salud, la Red Española de Atención Primaria y las sociedades andaluzas y española de Medicina Familiar y Comunitaria.
Según el propio Instituto, han participado
218 facultativos de Medicina General, 101 enfermeros procedentes de 48 centros de Atención Primaria, localizados en 20 provincias españolas, y más de 7.000 pacientes.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.