Un estudio de la Asociación de Cardiología Intervencionista de la Sociedad Española de Cardiología (Acisec), que se acaba de publicar en la revista
Catheterization and Cardiovascular Interventions, ha evidenciado que l
a cancelación de procedimientos electivos de Cardiología Intervencionista debido a la pandemia del Covid-19 tuvo
"importantes consecuencias" en términos de mortalidad a corto plazo para los pacientes.
Y es que, a los 45 días tras la suspensión del procedimiento, había fallecido el ocho por ciento de los pacientes que estaban esperando una
reparación percutánea de la válvula mitral; el 4,9 por ciento de los que estaban pendientes de un
implante percutáneo de la válvula aórtica (TAVI); y el 4,5 por ciento de los que estaban a la espera del
cierre percutáneo de la orejuela izquierda.
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"Los pacientes con la mortalidad más alta fueron aquellos que estaban esperando un procedimiento terapéutico estructural, como los mencionados, frente a aquellos que estaban a la espera de un procedimiento diagnóstico", ha dicho el autor principal del estudio y presidente de la Asociación de Cardiología Intervencionista de la SEC,
Raúl Moreno, quien añade que "también murieron más aquellos con más edad y que tenían diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia o insuficiencia renal".
"Los procedimiento se cancelaron o retrasaron para resevar camas para los pacientes con Covid-19"
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El estudio incluyó a 2.158 pacientes de 37 hospitales españoles. El 50 por ciento de ellos tenía
arteriopatía coronaria como principal enfermedad subyacente, mientras que la estenosis aórtica, presente en el 25,1 por ciento de los pacientes, era la segunda patología principal.
"Todos ellos se encontraban pendientes de ser sometidos a un procedimiento diagnóstico o terapéutico a fecha del 14 de marzo, pero dichos procedimientos se cancelaron o retrasaron para
reservar camas para los pacientes con Covid-19 y para prevenir también el posible contagio de nuestros pacientes con enfermedad cardiovascular", ha explicado Moreno.
A pesar de no haberles realizado el procedimiento correspondiente en cada caso, a todos los pacientes se les hizo un
seguimiento de 45 días, hasta el 31 de abril, para analizar las consecuencias de esa cancelación. De los 2.158 pacientes, el 9,8 por ciento falleció o tuvo que ser sometido a un procedimiento urgente por inestabilización clínica.
Finalmente, y respecto a la presencia de Covid-19 entre los pacientes incluidos en el estudio,
apenas un 1,7 por ciento de los pacientes se infectó por el SARS-CoV-2 durante ese periodo de tiempo, de los cuales el 27,9 por ciento falleció.
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