Hay muchos los pacientes con
infuciencia cardiaca (IC) que se están viendo afectados por el nuevo
coronavirus, puesto que representan una amplia población dentro de los
pacientes cardiológicos crónicos, unos de los más afectados por esta enfermedad. Por eso, la Asociación de Insuficiencia Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (
SEC) ha hecho una serie de
recomendaciones para tratar a estos pacientes durante la pandemia. El texto, según indican, está basado "en las
limitadas publicaciones sobre el tema hasta la fecha y en
consensos de profesionales al cargo de estos pacientes, en
ausencia de evidencia científica".
- Acceda aquí al documento de recomendaciones de la SEC -
En el documento, los expertos de esta sociedad científica aseguran que los cardiólogos deben "extremar las medidas de protección para evitar el mayor número de contagios, especialmente en los
pacientes trasplantados y con
asistencias ventriculares que, aunque son menores en número, son altamente vulnerables y su abordaje es de una alta complejidad".
Fuente: Sociedad Española de Cardilogía.
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"Por lo tanto -prosiguen-, es necesario hacer
todo el esfuerzo posible para evitar acudir, si no es imprescindible, a
cualquier centro sanitario, ya sea para consultas, pruebas complementarias o tratamientos. Se favorecerán todas las herramientas de s
eguimiento telemático y el
apoyo con Atención Primaria, y se considerará el hospital de día como opción previa a un ingreso, que solo se realizará en los
casos inevitables".
Explican que cuando un paciente con insuficiencia cardiaca es infectado por
Covid-19, esta se
puede agravar tanto por afección cardiológica por la propia infección como por el
tratamiento de la misma, por lo que deben extremar el control de los pacientes durante la infección.
Asimismo, proponen
diferentes tratamientos del Covid-19 que, "aunque no disponen de gran evidencia científica, en la práctica son pautados en muchos centros y
podrían ayudar a mejorar el curso de la enfermedad".
Recomendaciones a pacientes ambulatorios con IC durante el coronavirus
El documento recuerda que la
insuficiencia cardiaca es unas de las complicaciones más frecuentes en los pacientes con Covid-19. Esto parece deberse, al menos en parte, al rol que juega la enzima de conversión de la
angiotensina 2 (ECA2), "fundamental para la infección del virus y a su vez tiene una alta expresión en el corazón, participando en su fisiopatología".
Señalan la necesidad de
limitar al máximo las visitas presenciales durante un brote epidémico. "Muchas de las consultas físicas se pueden ser sustituir por telefónicas. El
apoyo de Enfermería en este seguimiento es fundamental, así como complementar la visita con la obtención de
datos biométricos a través de distintos dispositivos de los que el paciente puede disponer en su domicilio (presión arterial, peso, frecuencia cardiaca, distancia recorrida, etc.)", explican.
"Es de gran ayuda la información a través de la revisión en remoto de desfibriladores automáticos implantables"
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"También es de gran ayuda la información que podemos obtener a través de la
revisión en remoto de los desfibriladores automáticos implantables con o sin terapia de resincronización. De hecho, algunos de estos algoritmos, han mostrado que cuando el paciente se encuentra por debajo de un determinado umbral, la probabilidad de tener un ingreso por insuficiencia es realmente baja, especialmente cuando se combinan con niveles de péptidos natriuréticos. Por otra parte, comprobar el adecuado funcionamiento de estos dispositivos, así como
revisar eventos arrítmicos, es posible de forma remota a través de distintas plataformas", añaden.
Conscientes de que no todos los pacientes van a poder ser atendidos de forma telemática, proponen algunos criterios que se deben considerar al hacer una
visita presencial en hospital de día o en los
ingresos directos en planta, evitando la estancia en urgencias.
También señalan que las
pruebas complementarias, en general, estas deberían posponerse, "a no ser que las consideremos imprescindibles, aunque deberemos individualizar cada caso". En algunos casos, entienden que hay que hacer una analítica con función renal e iones en sangre.
Paciente ingresado con IC durante el brote de coronavirus
Una vez el paciente con insuficiencia cardiaca tiene una
descompensación que requiere
ingreso hospitalario, explican que se deben perseguir dos objetivos:
evitar el contagio del virus y
mejorar el cuadro de IC. "Es aconsejable hacer una planificación previa del tratamiento, así como coordinar el ingreso directo a planta si es posible, evitando zonas de urgencias con mayor riesgo de contagio de coronavirus. En los pacientes que acuden directamente a urgencias por IC es igualmente prioritaria su
identificación precoz como
paciente de alto riesgo, para iniciar el tratamiento y la coordinación óptima de su manejo, por lo que
se recomienda que Cardiología tenga implicación directa tras la llegada", aseguran.
Desde el momento del ingreso los pacientes deben permanecer en la habitación con un
máximo de un acompañante y sin visitas. Apuntan que se realizarán solo las pruebas complementarias consideradas
imprescindibles para el
diagnóstico y manejo del paciente.
También indican que las
áreas de Cardiología deben adaptarse de forma dinámica a la evolución del hospital en la pandemia y priorizar la separación de los casos confirmados.
Fuente: Sociedad Española de Cardiología.
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En cuanto la
evolución del paciente sea favorable, "se han de plantear
estrategias de alta precoz con soporte de terapias intermitentes mediante hospitalización a domicilio, visitas en domicilio por atención primaria y atención telefónica por parte de la unidad de insuficiencia cardiaca para minimizar el tiempo de estancia en zonas con alto riesgo de contagio y
liberar camas de hospitalización".
Paciente ingresado con IC y sospecha o infección por Covid-19
En base a la experiencia acumulada, indican que se estima que un 40 por ciento de los pacientes hospitalizados con
Covid-19 tienen
enfermedad cardiovascular o
cerebrovascular. Señalan que
en una serie publicada a partir de datos de Wuhan (China), el 16,7 por ciento de los pacientes con Covid-19 desarrolló
arritmia; un 7,2 por ciento experimentó
daño miocárdico agudo; y un 8,7 por ciento de pacientes desarrolló
shock. Estas tasas fueron más elevadas en pacientes ingresados en
unidades de cuidados intensivos. De igual forma, indican que se ha documentado que
los pacientes más graves presentan niveles significativamente más elevados de troponina y péptidos natriuréticos.
"El daño miocárdico y la insuficiencia cardiaca representan hasta el 40% de la mortalidad en estos pacientes"
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"El
daño miocárdico y la
insuficiencia cardiaca, ya sea sola o en combinación con insuficiencia respiratoria,
representan hasta el 40 por ciento de la mortalidad en estos pacientes. En la situación de pandemia actual, ante un paciente con
insuficiencia cardiaca crónica con aumento de su disnea habitual se hace necesaria la
exclusión del Covid-19 como causa de la descompensación. Si la disnea se acompaña de
fiebre, tos y/o contacto con personas con diagnóstico de infección del coronavirus, deberíamos considerar a nuestro paciente como
caso sospechoso", explican.
"En el contexto actual y según disponibilidad y protocolos locales -prosigue el documento- se recomienda realizar un
frotis naso u orofaríngeo con las medidas de protección individual adecuadas, a toda persona con cuadro clínico de infección respiratoria aguda que se encuentre hospitalizada o con criterios de ingreso hospitalario".
Pruebas diagnósticas y técnicas de imagen
También indican que pueden ser de ayuda las
pruebas de laboratorio así como las
técnicas de imagen."Los pacientes con
Covid-19 presentan con frecuencia
linfopenia con leucocitos normales, más marcada cuanto más grave es la enfermedad, aumento de
proteína C reactiva,
dímero D y
LDH. La elevación de la procalcitonina por el contrario es infrecuente", indican.
Respecto a las
pruebas de imagen,"los hallazgos radiológicos típicos en la radiografía simple de tórax son la ocupación en vidrio deslustrado y los infiltrados parcheados bilaterales. La tomografía computarizada de tórax presenta una
elevada sensibilidad, detectando estas
alteraciones incluso en fases precoces. Al inicio, son características áreas en vidrio deslustrado, incluso unilaterales, que van progresando hasta volverse bilaterales, de predominio periférico, con engrosamiento de septo interlobar y áreas de condensación parenquimatosa", explican.
En casos en los que el cuadro es
altamente sospechoso por pruebas de imagen y de laboratorio, pero el
frotis es negativo (sobre todo en los primeros tres días del inicio de los síntomas), aseguran que se debe tratar al paciente como positivo en
Covid-19 y
repetir frotis en 72 horas o realizar
lavado broncoalveolar. También recomiendan realizar una
ecocardiografía urgente en aquellos pacientes que desarrollen insuficiencia cardiaca, arritmia, cambios en el electrocardiograma o cardiomegalia.
Añaden que en el abordaje de estos pacientes hay que tener siempre presente el tratamiento concomitante de insuficiencia cardiobascular y explican cómo debe ser el mismo según si se produce distrés respiratorio o shock.
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