La
contaminación ambiental provoca más de tres millones de muertes anuales en el mundo, siendo la
enfermedad cardiovascular la causa más frecuente. Ante estas cifras, investigadores de un estudio publicado en
British Journal of Medicine proponen
la creación de la
subespecialidad de Cardiología Ambiental, ya que aseguran que "las
consecuencias medioambientales y sociales del cambio climático van a aumentar la prevalencia y la gravedad de los factores de riesgo cardiovascular a lo largo de este siglo". Ante estos datos,
Raquel Campuzano, presidenta de la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la
Sociedad Española de Cardiología (SEC) y vocal del
Comité Científico de SEC-FEC Verde, ha explicado a
Redacción Médica que "la
Cardiología Ambiental debería ser una nueva disciplina para implementar de forma transversal en todas las
áreas de la especialidad y un
nuevo área de investigación y trabajo, más que una subespecialidad".
Asimismo, Campuzano hace alusión a las palabras de su compañera
Ana Navas, experta mundial y asesora científica de SEC-FEC Verde, quien subraya que "se debería plantear incorporar a la práctica clínica habitual una nueva subdisciplina, la ‘Cardiología Ambiental’. Por ello, y más que una especialidad, debe ser un
área de conocimiento transversal a implementar en todos los profesionales sanitarios implicados en la enfermedad cardiovascular, como lo debe ser la prevención cardiovascular".
Para Campuzano, el objetivo de esta nueva disciplina es el de "
desarrollar estrategias preventivas o terapéuticas específicas para minimizar las influencias nocivas de la contaminación del medio ambiente". Por ello, desde la SEC-FEC ya se ha creado, de forma pionera en Europa, "el
proyecto SEC-FEC Verde, con el objetivo general de
disminuir la morbimortalidad de las enfermedades cardiovasculares relacionadas con la contaminación, mediante el estudio y desarrollo de estrategias preventivas y terapéuticas específicas para minimizar las influencias nocivas de la contaminación del medio ambiente, incluido el apoyo a los entornos urbanos sostenibles".
"Las guías de prevención cardiovascular europeas de 2022 incluyen por primera vez un apartado específico de contaminación ambiental"
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La
Cardiología Ambiental es una ciencia tan emergente que, según añade la cardióloga, "las guías de prevención cardiovascular europeas de 2022 incluyen por primera vez un apartado específico de contaminación ambiental". Asimismo, Campuzano destaca que "en la
Estrategia de Salud Cardiovascular (Escav) del
Sistema Nacional de Salud 2022, que ha contado con gran representación de especialistas en Cardiología, ya se incluye la contaminación en los determinantes intermedios en salud y es esperable un desarrollo exponencial del tema en las próximas ediciones impulsadas entre otros por el proyecto SEC-FEC Verde.
El impulso de la SEC-FEC Verde en Cardiología Ambiental
La ciencia de la
Cardiología Ambiental, en la que incluye en
cambio climático, ya se puso sobre la mesa del pasado Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares de 2021 de la SEC. Desde entonces, "se ha constituido el Grupo de trabajo SEC-FEC Verde y se ha participado como sociedad científica promotora en la alianza medica contra el cambio climático".
Igualmente, tal y como recalca Campuzano, "también se han realizado infografías de
Cardiología Ambiental tanto para la población como para los profesionales y se ha trabajado mucho en la difusión de la
nueva disciplina con formaciones online difundidas a todos los cardiólogos españoles". Todo ello, junto con otras actividades, ha permitido que "en menos de siete meses se haya dado un impulso sin igual".
"Lo primero que hay que hacer es incorporar el conocimiento del impacto de la contaminación en las enfermedades cardiovasculares"
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Para intentar paliar este problema y el riesgo que supone para la población en general, Campuzano destaca que "lo primero que hay que hacer es incorporar el conocimiento del
impacto de la contaminación en las enfermedades cardiovasculares, de ahí el esfuerzo formativo que ya se está realizando". Además y de forma paralela, la cardiológa considera que "hay que actuar desde todos los ámbitos científicos, poblacionales, preventivos e incluso de arquitectura sostenible a los que tengamos acceso".
Asimismo, desde la SEC y la FEC "se debe trabajar en
estrategias de prevención en Salud Pública y colaborar en el desarrollo de medidas poblacionales y guías de prevención cardiovascular", resalta Campuzano.
Factores de riesgo cardiovascular por cambio climático
En cuanto a los principales
factores de riesgo cardiovascular que puede sufrir la población por el
cambio climático, Campuzano destaca que "las partículas de la contaminación ambiental más dañinas son precisamente las más pequeñas que acceden al organismo a través de los alveolos pulmonares. Una vez en contacto con el torrente circulatorio promueven la inflamación, disfunción endotelial, estrés oxidativo, disfunción autonómica y trombogenicidad".
"Todo ello se relacionaría con la aterosclerosis,
fenómenos procoagulantes, inestabilización de placas coronarias, arritmias, hipertensión arterial, etc. Además, las partículas más grandes también promueven las
enfermedades respiratorias lo que se relacionaría mucho con la
inestabilidad de patologías cardiológicas", concluye Campuzano.
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