El
Hospital Vall d’Hebrón se ha convertido en el primer centro de toda Europa que logra implantar con éxito una nueva técnica para evitar la
cirugía a corazón abierto a pacientes con
cardiopatías congénitas. Pese a que la tecnología aún no está normalizada para ser utilizado en la
práctica clínica, el centro catalán considera que en
un plazo máximo de dos años “se podrá disponer de este implante de válvula pulmonar por catéter de forma universal en toda España”. Hasta la fecha,
dos pacientes ya se han beneficiado de la técnica, logrando hacer vida normal en seguida y sin necesidad de
recuperarse en el hospital.
Las cardiopatías congénitas son las
malformaciones congénitas más frecuentes y hasta la fecha, existía una gran dificultad en el momento de implantar la válvula en niños o mayores. “Muchos pacientes se veían obligados a someterse a cirugías de corazón abierto para poder usar la válvula, hasta que en Estados Unidos se diseñó un nuevo dispositivo”, afirma en
Redacción Médica Pedro Betrián, responsable de la
Unidad de Hemodinámica Pediátrica del Vall d’Hebron.
El especialista afirma que gracias a la creación de un
adaptador “auto expandible, como un muelle, y con forma de diábolo, se logra anclarlo en la zona que se debe tratar”. Esta novedad tecnológica permite, en palabras de Betrián, “convertir a pacientes que no eran candidatos a ponerse una válvula pulmonar en pacientes que pueden evitar la cirugía cardiaca a corazón abierto”.
"El Vall d'Hebrón ha conseguido disponer de forma excepcional de la tecnología para tratar a dos pacientes y evitarles la cirugía cardíaca"
|
El nuevo dispositivo cuenta con el visto bueno de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (
FDA), aunque sigue superando
trámites burocráticos para ser introducido completamente a la práctica clínica. “Mientras se demora la nueva legislación, el Vall d’Hebrón ha conseguido de forma excepcional disponer de él para
tratar a dos pacientes y evitarles la cirugía cardíaca”, destaca el especialista.
El paciente con cardiopatía evita el dolor y el ingreso en el hospital
Otro de los aspectos positivos de esta tecnología es que, al evitar la cirugía, Betrián destaca que “el paciente puede irse al día siguiente de
ser tratado a su casa y no estar ingresado un mínimo de diez días. Además, con este implante
el paciente evita dolor y un tiempo prolongado de recuperación. En unos días ya se puede hacer vida normal, excluyendo la actividad deportiva unas dos o tres semanas, para luego volver a la rutina”.
"El paciente evita el dolor y un tiempo prolongado de recuperación"
|
La intervención se puede aplicar a cualquier paciente que tenga la necesidad de implantarse una nueva válvula pulmonar, por lo que el especialista deja claro que “se sigue luchando para
ofrecer las novedades más útiles y con valor”. Finalmente, Betrián destaca que
aprender a usar este tratamiento requiere “cierta complejidad por parte del profesional, aunque no es un procedimiento excesivamente difícil. Requiere práctica, pero con tiempo se consigue usarlo sin ninguna dificultad”.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.