Las Áreas de Capacitación Específica (
ACE) son un mecanismo que permite al facultativo
subespecializarse en escenarios
concretos o específicos, pero ni mucho menos es la única fórmula para conseguirlo. En el Congreso Europeo de
Cardiología se puso sobre la mesa la idea de cubrir los
escenarios asistenciales que no están tan estructurados, al menos en un inicio, con
diplomas de acreditación avanzada. Este método permitiría "ahorrar un impacto financiero no despreciable de
85.000 euros al año y se tardaría hasta un
máximo de tres años crearla, permitiendo ver la progresión de este escenario médico con el paso de los años.
"Si finalmente se necesitara una ACE, se tendría ya un recorrido estructurado y ordenado para configurarla", asevera
Ángel Cequier, profesor titular de Cardiología de la Universitat de Barcelona, senior docente del Servicio de Cardiología del
Hospital Universitari de Bellvitge y presidente de la
Comisión Nacional de la Especialidad, quien destaca en
Redacción Médica que las ACE "deberían realizarse una vez ya se tiene cierto recorrido como subespecialidad con programas acreditados y centros de formación".
Dentro de la propia Cardiología, Cequier asegura que hay diferentes grados de especialización "pero que no cuentan con programas estructurados, como por ejemplo en
imagen cardíaca avanzada,
en insuficiencia cardíaca avanzada o
cuidados críticos cardiológicos·. En todos estos escenarios asistenciales que no están tan estructurados, Cequier defiende "la creación de
diplomas de acreditación avanzada, un instrumento que sirve para acreditar también a la gente que ya se ha formado y quiera empezar este camino”.
"No se necesitan muchos especialistas al año, por lo que si el sistema ACE funcionase se daría un paso muy importante como país"
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Los requisitos a tener en cuenta antes de iniciar una ACE
Actualmente, Cardiología afronta el último tramo para poner en marcha
el ACE de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista y el presidente de la Comisión Nacional asegura que, por el momento, no se tramitarán más de nuevas: “La ACE es un
infierno para pedir, ya que debe tener la aprobación de las comunidades autónomas y dentro de los propios territorios hay inquietud debido a que no hay ningún recorrido y no saben muy bien cómo ir a esto”. Por lo que respecta a estas dos ACE, el especialista calcula que la convocatoria "debería salir en
2026 o 2027".
"Tanto las ACE como los diplomas de acreditación son una titulación oficialmente reconocida"
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Esta realidad provoca que, según Cequier, es inviable "invadir ahora a las
consejerías y al
Ministerio de Sanidad con
50 ACEs, ya que no se van a hacer. Además, ha habido declaraciones recientes solicitando ACE que se apartan absolutamente de lo que es este mecanismo. A nivel económico una ACE tendría una valoración de unos
85.000 euros al año, que es el coste de empresa y del facultativo especialista. Esto implica que se tenga que estar muy seguro de qué se quiere formar, porque se va a pagar".
En caso de que en
cuatro o cinco años se considere que para formarse en estas subespecialidades es necesario, tal y como comenta el cardiólogo, "la creación de un
programa estructurado, financiado y con centros acreditados, entonces sí se debería aplicar como ACE". Uno de los argumentos del especialista para que no se cree de inmediato la ACE es debido a que esta "tiene que ser
financiada. Si existe una
explosión de ACE que no tengan un recorrido previo, esto va a añadir
complejidad y probablemente en muchos casos va a provocar un sistema poco operativo, haciéndolo todo más complicado. El escenario ACE deben ser los que requieran una formación con una estancia, un tiempo prolongado y un programa estructurado".
Las ACE deben salir en relación a las necesidades reales
Una premisa que defiende el responsable de la Comisión Nacionald de la Especialidad es que las ACEs deben salir en relación a las
necesidades reales que existan y pone el ejemplo de
Hemodinámica o de
Electrofisiología: “No se necesitan muchos especialistas al año, por lo que si el sistema ACE funcionase se daría un paso muy importante como país. Así pues, se lograría una
tutorización y una
comprobación de que los especialistas se forman bien”. Otra ventaja de abrazar este sistema es que, según el cardiólogo, “saldrían el número de especialistas que se necesitaran, no más. Ahora, hay residentes que realizan una ACE, pasan dos años y desconocen si tendrán trabajo”.
Cequier calcula que aproximadamente en un año se necesitarán, como mínimo, "entre
10 y 12 hemodinamistas por año y entre
8 y 10 electrofisiólogos, pese a que hay que considerar que estos escenarios asistenciales pueden cambiar”. Para el especialista, este escenario sería “sería un
punto muy positivo porque racionaliza mucho, ordena estructura, la calidad a la formación o al nivel de habilidades, de competencias y de conocimientos que tienen los cardiólogos después de formarse bajo este formato”.
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