Tras una parada cardiaca, el paciente continúa su tratamiento en un sistema que necesita de las acreditaciones óptimas para asegurar la calidad de vida. Desde la
Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la
Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) esta mañana se han presentado las líneas generales del
proyecto de Certificación Asistencial en Paro Cardiaco (Capac), una iniciativa que busca la
acreditación de los centros sanitarios españoles en la línea de Europa y Estados Unidos.
La presentación del proyecto ha contado con las intervenciones de
Ricard Ferré, jefe de Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Vall d’Hebron y
Estebán López de Sá, jefe de Cardiología del Hospital La Paz de Madrid, quienes han puesto el foco en la
necesidad de ajustar los protocolos como la mejor vía para reducir costes y mejorar las condiciones de vida del paciente tras una parada cardiaca.
El proyecto Capac plantea la mejora de la gestión del tiempo y eficacia de la carga de trabajo de los sanitarios
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Siguiendo los datos ofrecidos por ambos facultativos,
el coste total anual estimado de la parada cardiaca en España asciende a 150 millones de euros, siendo cerca de la mitad de naturaleza no sanitaria. Es en este punto donde un protocolo supondría el beneficio directo tanto en términos económicos como de calidad de vida para el paciente. Así, la
implantación de actuaciones automatizadas, como puede ser el control de la temperatura,
supondría para el protocolo posparada ahorrar hasta 40 millones de euros anuales hasta el fallecimiento del paciente.
A las ventajas económicas, se suman los
beneficios para los sanitarios. El proyecto de Certificación Asistencial en Paro Cardiaco plantea la
mejora de la gestión del tiempo y eficacia de la carga de trabajo de los profesionales, apoyándose en la automatización frente a otros tratamientos que suponen mayor implicación en el seguimiento. Una estandarización que a la vez
“dota de seguridad a los médicos, pues sienten que están haciendo lo mejor para su paciente y tienen la verificación del proceso”, ha destacado Ferré.
Estandarización para dar respuesta al tratamiento de cada paciente
Como ha subrayado López de Sá, “los médicos cargamos a la sociedad con las responsabilidades de la atención inmediata y la ejecución de la RCP”, lo que lleva
al sistema sanitario a incidir en los cuidados posparada. “Es más importante qué hacemos
después de la reanimación y dónde atendemos a esos pacientes que la forma de hacer la reanimación”, ha señalado el jefe de Cardiología del Hospital La Paz de Madrid.
Para dar respuesta a los protocolos y formación necesaria, el proyecto de Certificación Asistencial en Paro Cardiaco plantea la
creación de una red de centros certificados, a través de la Certificación de unidades de resucitación cardiaca por AENOR así como la solicitud directa al Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas para
estandarizar la gestión y eficacia de la atención a la parada cardiaca.
El objetivo final pasa así por crear unos
‘códigos parada’ que incluyan el protocolo de traslado a los centros de referencia acreditados. Un primer paso desde el que
configurar un sistema sanitario estandarizado y equitativo en un país como España, donde la heterogeneidad está demasiado presente en las distintas zonas y demarcaciones.
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