Las
mujeres fallecen el doble por infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST que los hombres, a pesar de que la enfermedad se sigue relacionando más con los varones, tal y como ha demostrado un estudio liderado por el
Hospital Vall d'Hebron. Antonia Sambola, cardióloga de la Unidad de Cuidados Cardíacos Agudos de dicho centro, y quien ha participado en este estudio, desgrana las causas a
Redacción Médica.
¿Cuáles son las diferencias de los síntomas de los infartos?
No es algo que hayamos mirado en el estudio, pero globalmente se piensa que las mujeres -y de hecho se hacen campañas en este sentido- tienen diferentes síntomas que los hombres cuando tienen un infarto. Y esto no es del todo cierto.
Aunque el nuestro no se focaliza en este aspecto, sí que se han hecho estudios en los que se ve que el 90-95 por ciento de las mujeres tienen dolor en el pecho, que es el síntoma principal del infarto, igual que los hombres. ¿Qué ocurre? Que las mujeres, además, pueden tener síntomas adicionales, como por ejemplo más náuseas, vómitos, sensación de debilidad o más sudoración. Pero eso no significa que no tengan el síntoma que es más importante y es el que puede dirigir al médico a pensar que tiene un problema: un infarto o una
angina de pecho, si el dolor es menos intenso y dura menos tiempo.
Pero el dolor está igual en los hombres que en las mujeres, excepto si tienen diabetes.
Es igual en hombres que en mujeres.
Sí. Lo que sí que tienen son síntomas adicionales distintos o con más intensidad. Pueden tener un dolor que se irradie más hacia la espalda, mientras que en los hombres se dirige más hacia el brazo izquierdo. Pero hay que investigar por qué se tiene ese dolor. Y a veces en
mujeres se confunde con ansiedad o artrosis si se hace un diagnóstico sin ninguna exploración previa.
Entonces, ¿por qué se identifica antes el dolor de los hombres con el infarto que en mujeres?
"A las mujeres a veces se les confunde el infarto con ansiedad o artrosis"
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Porque existe un mal conocimiento de esto. Un delegado médico me acaba de explicar que su madre tenía un dolor en el pecho opresivo, que se le iba para el cuello y que tenía sensación de ahogo. Que pensaba que podía tener ansiedad.
Creo que la Medicina tiene que cambiar. El algoritmo de diagnóstico es al revés. Si viene una paciente con estas características, no tienes que pensar primero que tiene ansiedad y darle un ansiolítico. No. Tienes que descartar que no sea un infarto o una angina con las exploraciones necesarias, y si las exploraciones confirman que no es ninguna de ambas, ya puedes pensar en buscar si hay otra etiología, otras causas como la ansiedad o la artrosis. Pero lo primero que tienes que descartar es lo más grave, y lo más grave es esto.
¿Y esto os ocurre más con pacientes mujeres?
Sí, indudablemente. Esto es el pan de cada día. Vienen muchas mujeres por infarto que ya habían consultado previamente, porque antes habían tenido síntomas de angina, que es un grado menos (es una lesión en la coronaria pero que no llega a ser tan grave), pero que tras ir al médico repetidas veces se les ha catalogado de ansiedad.
Entonces, cuando tienen ese dolor intenso, y que dura más de 20 minutos, lo que hace pensar en el infarto, ellas mismas creen que será ansiedad. Se toman un tranquilizante o un analgésico para ver si se les pasa. Aguantan y aguantan hasta que ven que no. Pero para cuando llegan ya vienen con el infarto. Y a veces es tarde, porque ya hay una zona del músculo cardiaco del corazón que lo ha sufrido de una forma irreparable. Aunque abramos la arteria que está cerrada y que ha producido esto, no se repara.
En este sentido, ¿los profesionales qué responsabilidad tienen a la hora de educar a los pacientes y que no se llegue tan tarde a tratar los infartos en mujeres?
Tenemos muchas responsabilidades desde todos los ámbitos. No digo que las campañas poblacionales estén mal hechas, pero quizá las habría que hacer de forma más clara para alertar a la mujer. Si decimos que hay síntomas distintos y ponemos una lista interminable con todos ellos, al final preguntan qué tienen que tener exactamente; si deben tener todo eso a la vez o solo un síntoma para sospechar. Es un poco confuso.
Eso por una parte. Luego, se tiene que sensibilizar a todos los ámbitos profesionales para que hagan una Medicina basada en la evidencia. Es decir, con exploraciones que permitan descartar lo más importante, que es la angina y el infarto y después, si no es ninguna de ellas, hacer otras exploraciones para ver cuál es la causa. Porque no todos los dolores de pecho en la mujer son debidos a ansiedad ni a artrosis, como muchas veces se piensa. No en todas, pero sí en una parte importante de la población se les diagnostica de esto.
Así que hay que hacer mejores campañas.
Sí, y sensibilizar también en todos los ámbitos profesionales como para que se haga una Medicina basada en la evidencia. Es decir, con exploraciones que demuestren que eso no es debido a una causa que sea angina o infarto.
En la presentación del trabajo decía que las mujeres aguantaban mucho el dolor, que minimizaban los síntomas y que tienen en la mente la obligación de terminar las tareas que estaban haciendo.
Sí, esto es muy frecuente. No pasa en todas, evidentemente, porque cada persona es distinta, pero muchas mujeres tienen un papel de cuidadoras muy asumido. Y como los primeros son los demás, muchas veces tienen responsabilidades de hijos, nietos, maridos o padres enfermos. Así que anteponen el cuidado y la salud de los demás al suyo y van aguantando el dolor. Es otra causa de llegar tarde al hospital: el minimizar el dolor.
"Hay una idea equivocada de que el infarto es una enfermedad de hombres"
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También está la idea equivocada en la población de que el infarto es una enfermedad de hombres. Sí que en cierto modo hay más hombres que tienen infartos que mujeres, pero la enfermedad cardiovascular es la segunda causa de muerte en ellas detrás del ictus y por delante del cáncer de mama.
La falta de tiempo también pasa con la rehabilitación cardiaca.
Sí, ese es un problema que vemos no solamente en España. En la mayoría de estudios se muestra que las mujeres van mucho menos a los programas de rehabilitación cardiaca por cuestión de horarios. Les cuesta compatibilizarlo con las obligaciones familiares. Se obtiene una adherencia menor, pero no porque dejen de ir, sino porque directamamente no van desde el principio.
La rehabilitación cardiaca se ha visto que disminuye mucho la mortalidad por infarto al año y esto es un tema muy preocupante. En algunas sitios se ha intentado hacer un horario más abierto, con más posibilidades para que puedan compatibilizar sus tareas. Incluso en algún centro se ha abierto un centro de guardería.
Creo que esto hay que tener también una mente un poco más abierta respecto a no poner horarios estrictos e intentar que la mujer también se adhiera a la rehabilitación cardiaca.
¿Hay que llevar el mensaje a las mujeres de que la salud tiene que ir primero?
Sí. Tienen que tomar conciencia de que el autocuidado es muy importante. La salud no es algo secundario. Tienen que hacerse controles para ver si hay factores de riesgo que puedan favorecer la enfermedad cardiovascular.
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