Actualmente, la mayoría de las técnicas para detectar el
cáncer de esófago son muy invasivas por lo que científicos de la Universidad Case Western han desarrollado una
cápsula que al ingerirla ofrece la posibilidad de detectar,
de forma no invasiva, esta enfermedad.
El equipo ha desarrollado una prueba ambulatoria fácil que se realiza en cinco minutos para detectar el esófago de Barrett (BE), precursor del carcinoma esofágico (EAC). Esta cápsula, un poco más larga que una aspirina, contiene un globo que se conecta a un catéter para inflarma una vez que llega al estómago. Cuando se extrae,
se analiza para detectar anomalías en el ADN.
“Nuestro objetivo es la detección temprana”, apuntó el académico Amitabh Chak, quien dirigió un ensayo clínico en el que participaron 86 personas utilizando el dispositivo que habían desarrollado. En este estudio
, los pacientes toleraron bien la prueba. En concreto, el 82% reportó poca o ninguna ansiedad, dolor o asfixia; el 93 por ciento señaló que repetiría el procedimiento, y el 95% recomendaría la prueba a otros pacientes.
“Nuestros hallazgos evidencian que el muestreo del balón no endoscópico, junto con pruebas moleculares de los biomarcadores VIM y CCNA1 metilado,
es eficaz para una prueba de detección de BE simple, no invasiva, segura y precisa”, concluyó Helen Moinova, líder del proyecto.
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