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Diagnosticar tarde la celiaquía eleva el riesgo de diabetes e infertilidad

Hay formas de celiaquía que son más difíciles de diagnosticar que otras

Dolores de abdomen, diarrea o retrasos en el crecimiento pueden ser indicios de enfermedad celiaca.

28 may 2018. 12.20H
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POR REDACCIÓN
El diagnóstico tardío de la enfermedad celiaca en los niños puede provocar una serie de complicaciones en la adolescencia y la edad adulta como, por ejemplo, la aparición de diabetes, problemas en la tiroides y el hígado, anemia, cansancio, infertilidad u osteoporosis, según ha informado a Europa Press la especialista de la Sociedad Española de Gastroenterología Pediátrica, Carmen Ribes, con motivo de la celebración del Día Nacional de la Celiaquía.

Se trata de una enfermedad autoinmune común que está causada por una reacción anormal al gluten, proteína que se encuentra en el trigo, cebada y centeno, y que puede presentarse a cualquier edad, si bien en los bebés daña de forma importante el revestimiento del intestino delgado. Al igual que el resto de patologías autoinmunes los casos están aumentando de forma importante tanto en España como en el resto de países europeos, estimándose que ya afecta a uno de cada 100 niños.

Síntomas claros de celiaquía

La celiaquía suele detectarse fácilmente ya que se suele caracterizar, especialmente en los menores de seis años, por dolores en el abdomen, diarrea o pérdida de peso. No obstante, Ribes ha avisado de que hay otras formas de la enfermedad que son difíciles de diagnosticar porque no presentan síntomas claros, por lo que ha destacado la importancia de que ante cualquier sospecha se acuda al pediatra o al médico de Atención Primaria y que, además, estos profesionales realicen cuanto antes el test para detectar o no la enfermedad.

En España se tarda entre meses y un año en diagnosticar la celiaquía, mientras que en otros países se tarda hasta ocho años

Los casos que, a juicio de la experta, deben llamar más la atención son aquellos en los que hay anemias, úlceras bucales, enlentecimiento del crecimiento, estreñimiento, dolores abdominales fuertes, así como aquellos con algún familiar de primer grado con enfermedad celiaca, los que padecen diabetes tipo 1, síndrome de Turner, enfermedad tiroidea autoinmune, síndrome de Down, patología autoinmune de hígado o síndrome de Williams.

Dieta sin gluten

"En todas estas poblaciones es donde habría que insistir en hacer un despistaje temprano de la enfermedad y alertar a los profesiones que están en contacto directo con estos pacientes para derivarlos a un gastroenterólogo pediátrico, el único profesional capaz de hacer un diagnóstico certero de la patología", ha recalcado Ribes, para informar de que en España se tarda entre meses y un año en diagnosticarla, mientras que en otros países europeos pueden pasar hasta ocho años en detectarse.

Actualmente el único tratamiento es un seguimiento estricto a lo largo de toda la vida de una dieta sin gluten, lo que permite la remisión de los síntomas y evita complicaciones futura. Sin embargo, un 52 por ciento de los pacientes pediátricos celiacos tienen problemas para cumplir adecuadamente la dieta, por lo que los profesionales sanitarios deben "monitorizar" y aconsejar a los pacientes acerca de los beneficios de seguir una dieta estricta sin gluten.

"Se están realizando varios ensayos para desarrollar nuevos tratamientos pero los resultados están mostrando que a corto plazo no vamos a contar con una terapia, por lo que lo único que cabe ahora es suprimir de forma estricta el gluten de la dieta, y no de forma esporádica porque puede provocar complicaciones a largo plazo", ha añadido la experta.

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