Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (
CSIC) han patentado una
bacteria intestinal, denominada '
Christensenella minuta', que tiene
aplicaciones terapéuticas para tratar los trastornos del estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad.
Esta tecnología ha sido desarrollada por el equipo de la investigadora
Yolanda Sanz, del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA-CSIC), y ya ha sido licenciada a LNC Therapeutics, una empresa biotecnológica francesa especializada en la investigación y desarrollo de medicamentos en el área del
microbioma intestinal.
"La investigación sobre el sistema de comunicación bidireccional a través del eje intestino-cerebro es un campo de investigación en crecimiento"
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"La investigación sobre el
sistema de comunicación bidireccional a través del conocido como
eje intestino-cerebro es un campo de investigación en crecimiento.
Se ha demostrado que el intestino afecta al cerebro, y viceversa, a través de
rutas inmunológicas, endocrinas y neurales", ha comentado la investigadora Yolanda Sanz.
Prosigue explicando que numerosos estudios están sugiriendo que la
microbiota intestinal participa en la regulación de este eje y podría ejercer una
función importante en trastornos que afectan al
cerebro como las
enfermedades neurodegenerativas y psiquiátricas, incluyendo las
alteraciones del estado de ánimo. Una evidencia que, a su juicio, ofrece "nuevos y prometedores" enfoques terapéuticos para fomentar la
salud mental.
Las bacterias de la familia 'Christensenellaceae' son componentes relevantes de la
microbiota intestinal de individuos sanos, y prometen ser una importante fuente de tratamientos innovadores.
"Su uso se está explorando para el tratamiento de enfermedades crónicas, como la
obesidad y sus
comorbilidades metabólicas y como novedad, en este caso, para el tratamiento de los trastornos del estado de ánimo", ha argumentado Sanz.
Resultados del proyecto europeo 'MyNewGut'
Este acuerdo permitirá a LNC Therapeutics continuar el avance en la
investigación,
fabricación y
comercialización en todo el mundo de la terapia desarrollada para el tratamiento de trastornos como la depresión y la ansiedad.
"La alianza con
LNC Therapeutics nos permitirá avanzar más rápidamente en el descubrimiento de los mecanismos por los que la bacteria de Christensenella patentada ejerce un efecto antidepresivo y ansiolítico por rutas endocrinas y neurales", afirma Sanz.
La patente es fruto de los resultados del
proyecto europeo 'MyNewGut', coordinado por Sanz, y en el que han colaborado investigadores del equipo, como
Ana Agustí, que han sido claves en el desarrollo de la patente.
Este ha permitido generar un
biobanco de bacterias intestinales humanas, que constituye un valioso material biológico que están explorando para su potencial aplicación para combatir otras patologías, como la obesidad y sus complicaciones metabólicas (como el síndrome metabólico y la diabetes).
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