Un trabajo liderado por la
Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) propone los
procedimientos e indicadores de estructura, proceso y resultado necesarios para aplicar y evaluar la calidad en la
enteroscopia.
Para
obtener indicadores válidos se determinó la calidad del conocimiento disponible sobre las actividades incluidas en los procedimientos y los documentos seleccionados en la búsqueda.
Esto se llevó a cabo utilizando el método 'Grade' en el que la
calidad de la "evidencia" se clasifica, inicialmente, en alta o baja, según provenga de estudios experimentales u observacionales.
Posteriormente, según una serie de consideraciones de elementos que tienen en cuenta la aplicabilidad o no de la intervención y que pueden disminuir o aumentar la calidad de partida,
la graduación queda en alta, moderada, baja y muy baja.
Indicadores trabajados por Digestivo
Estos son los indicadores en los que han trabajado y desarrollado los investigadores:
- Indicación adecuada. La enteroscopia asistida es un procedimiento de segunda línea en el manejo diagnóstico tras otros procedimientos como la cápsula endoscópica (CE). Dado el similar rendimiento diagnóstico, la CE se considera herramienta de primera línea en el estudio de patología de intenstino delgado sobre todo para su principal indicación, la
hemorragia digestiva de origen oscuro. Por tanto, en la mayor parte de los casos, la EAD se reservaría como técnica de segunda línea y debería estar precedida de una CE o técnicas radiológicas previas menos invasivas que determinaran su indicación, y localización, definir la vía de abordaje.
-Preparación del paciente, al que califican con una evidencia moderada. "Existe unanimidad en recomendar la preparación del paciente previa a la realización de una EAD (enteroscopia asistida por dispositivos); además se añaden las recomendaciones de anestesia propias de la monitorización y sedación profunda para la realización del procedimiento", consideran. Para la EAD vía oral se recomienda ayuno de al menos 8-12 horas para sólidos y 4-6 horas ayuno para líquidos, y para la EAD vía anal, preparación colónica similares a la colonoscopia.
Entre los 10 marcadores, destacan la indicación adecuada y la elección de una vía de acceso idónea
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Estimación del alcance, con una evidencia muy baja. Se recomienda tatuar el extremo distal alcanzado para compararla con la estimación obtenida por otras pruebas, como la CE, lo cual puede ser de ayuda para planificar una posible cirugía y para estimar el alcance si se precisa utilizar la vía oral o la vía anal, o en caso de exploración completa del intestino delgado utilizando ambas vías.
-Impacto diagnóstico, con una evidencia baja. La realización previa de estudios diagnósticos, la adecuada selección de la vía de inserción, la indicación ajustada a las guía clínicas y la experiencia profesional del endoscopista se han relacionado con factores que mejoran el impacto diagnóstico de la EAD.
-Impacto terapéutico, con una calidad de la evidencia muy baja. Existe escasa evidencia en torno al impacto terapéutico global de la EAD, en parte porque carece de un gold estándar con que compararla y existen escasos trabajos que evalúen el impacto clínico a largo plazo.
-Uso de CO2 durante el procedimiento, con una calidad de la evidencia baja. Aunque existe evidencia de que el uso de CO2 mejora la tolerancia del procedimiento disminuyendo las dosis de sedación, no se ha demostrado que mejore el acceso al ciego en EAD VA ni los efectos adversos vinculados al procedimiento, pero sí la profundidad de inserción.
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Tatuaje de lesiones para tratamiento posterior, con calidad de la evidencia muy baja. Tatuar lesiones a tratar con posterioridad facilita esta intención terapéutica como podría ser una lesión con riesgo alto de recidiva. Por otro lado el marcaje de escaras sirva para evaluar las mismas en otro procedimiento. Marcar lesiones facilita la localización de las mismas en el acto quirúrgico.
Se precisa evaluaciones futuras en metaanálisis y estudios randomizados para fortalecer su aplicabilidad
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-Tatuaje del punto de máxima inserción, con una evidencia muy baja. Tatuar el punto de máxima inserción es la única forma para tener la certeza que se ha hecho una exploración completa del intenstino delgado mediante ambas vías oral y anal.
-Elección de la vía de acceso idónea, con evidencia baja. La vía de inserción ha de decidirse en función de los hallazgos y pruebas practicados con anterioridad, sobre todo CE previa. En caso de lesión con ubicación desconocida se prefiere el acceso vía oral con mayor rendimiento diagnóstico.
-Incidencia de eventos adversos. Las complicaciones de EAD oscilan alrededor del 0,9 y el 1,7 por ciento; siendo mayor para los procedimientos terapéuticos (4,3 por ciento) que en los diagnósticos (0,8 por ciento).
Baja calidad de la evidencia
El presente artículo define 10 indicadores de calidad en la EAD que se suman a los indicadores generales y compartidos con las técnicas endoscópicas descritos en estudios previos. Se trata de un preprocedimiento, ocho de procedimiento y uno de resultado; siendo los más importantes la indicación adecuada y la elección de una vía de acceso idónea.
Sin embargo, a través del proceso de desarrollo de estos indicadores y sus justificaciones se destaca, de forma general, una baja calidad de evidencia, por lo que se precisa evaluaciones futuras en metaanálisis y estudios randomizados para fortalecer su aplicabilidad.
Igualmente consideramos que
los indicadores descritos deben tenerse en cuenta como punto de partida para la implantación y desarrollo de la EAD en nuestras unidades de endoscopias con unos adecuados estándares de calidad.
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