En la actualidad, las
unidades de endoscopia se deben adecuar al nuevo entorno tras la
pandemia Covid-19 y aumentar el tiempo entre pacientes, establecer una distancia social en salas de espera, trabajar por agendas y con tiempos predeterminados, mayor limpieza de salas y definir criterios de protección del personal.
Estos son algunos de los datos que se han expuesto en la primera parte del I Congreso Virtual Digestivo de la Sociedad Española de Patología Digestiva (
SEPD), del 28 al 30 de mayo, donde se ha disertado sobre temas como “el
futuro de en la organización de las unidades de endoscopia”. Algunos de los nuevos requisitos y/o necesidades que ha traído la pandemia por Covid-19 han venido para quedarse, presentando un nuevo contexto en el que no cambia el contenido, pero si las formas.
La
protección del personal es uno de los puntos clave en este nuevo entorno para las unidades de endoscopia, ya que es necesaria para realizar un trabajo seguro para los sanitarios y para el paciente. Con la
nueva situación se ha puesto de manifiesto la necesidad de utilización de los
equipos de protección individual (EPI) para evitar que los especialistas se conviertan en transmisores entre pacientes y con el resto del personal.
"Hay que trabajar para que se respeten los tiempos propuestos por los expertos y poner en valor el trabajo de los especialistas"
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La seguridad es fundamental para la realización de las pruebas endoscópicas. Por ello, la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) recomienda
implantar unos protocolos para realizar estudios de Covid-19 previos a los pacientes que van a ser sometidos a endoscopias (o al menos las de vías altas) y llevar a cabo estudios de seroprevalencia al personal.
En esta nueva situación las unidades de endoscopia deben
agendar adecuadamente los tiempos para evitar que las agendas estén saturadas, con salas de espera llenas, como ocurría antes de la pandemia. Es fundamental disponer de tiempo entre pacientes, trabajar por agendas y con tiempos predeterminados. Para poder organizar los tiempos, la SEPD desarrolló el proyecto '
EFIC_AD' (Eficacia y Calidad en Aparato Digestivo) que permite conocer cuáles son los tiempos que se les debe dedicar a las distintas actividades de los servicios, entre ellos, los
procedimientos endoscópicos.
“Hay que trabajar para que se respeten los tiempos propuestos por los expertos y poner en valor el trabajo de los especialistas. Estos tiempos están muy analizados y no puede suceder, como estaba ocurriendo hasta antes de la pandemia, que cada hospital tenga un tiempo diferente para la realización de cada prueba dependiendo de la presión de los directivos y sus listas de espera”, comenta
Fernando Alberca de las Parras, especialista en Aparato Digestivo y experto de la Sociedad Española de Patología Digestiva (
SEPD), que ha expuesto 'el futuro en la organización de las unidades de endoscopia”'en la primera parte del I Congreso VIrtual Digestivo de la Sociedad Española de Patología Digestiva.
Revisión de indicaciones
Al adaptarse a los nuevos requisitos, las unidades de endoscopia necesitan establecer
prioridades, porque
todos los cambios suponen tiempo. Por ello, los responsables de las unidades deben revisar las solicitudes y las indicaciones de las pruebas.
En este sentido, los estudios multicéntricos apuntan que el 13 por ciento de los procedimientos no son los apropiados, por lo que se plantean las posibles causas y la forma de ajustarse a las indicaciones. Son especialmente
sensibles las
indicaciones en pacientes jóvenes, los pacientes con síntomas inespecíficos y las endoscopias de control o seguimiento.
“Esta nueva situación está provocando que se fiscalicen más que antes las
endoscopias que se realizan, para valorar si se están haciendo las endoscopias relacionadas con las indicaciones establecidas o, si sencillamente, se están indicando mal", apunta Alberca.
Herramientas para ajustarse a las indicaciones
El uso de medios telemáticos e informáticos permiten ir a la fuente y comprobar si se están pidiendo las pruebas con los criterios adecuados. Pero, además, señalan que hay que conocer y aplicar las herramientas que existen para corregir y controlar las indicaciones en la realización de las endoscopias, como son:
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Vías clínicas o protocolos: son muy útiles en endoscopias de seguimiento y tienen básicamente ventajas porque el médico solicitante tiene que adecuarse a algo que está previamente consensuado, por lo que es fácil de aplicar. Con sistemas cerrados de solicitud telemática en los que solo se puedan indicar los procedimientos que estén previamente aprobados y consensuados podrían adecuarse las solicitudes desde su origen gracias a la aplicación y algoritmos informáticos de decisión.
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Visado de Solicitudes o Sistemas de validación con jefes de unidad: Consiste en que el jefe de unidad valida y coteja con la historia clínica del enfermo si tiene una indicación adecuada de ese procedimiento. La desventaja de esta opción es que necesita tiempo y, además, hay que informar del médico solicitante de la posibilidad de rechazo y esto genera un posible punto de conflicto.
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Enfermeros gestores: han tenido mucho éxito en programas como el cribado en cáncer de colon, pero no está demostrada su efectividad validando procedimientos y solicitudes.
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Consultas pre-endoscópicas: en algunos servicios ya se está instaurando, pero requiere tiempo y recursos humanos, además de la asistencia del paciente y la posibilidad de conflicto con el médico solicitante. Su ventaja es la optimización de la asistencia y la detección de problemas previos al procedimiento (uso de antitrombóticos, preparación correcta, etc.).
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Formación: el médico solicitante tiene que conocer las indicaciones y muchas veces se piden sin un conocimiento real de los seguimientos y las patologías. Es clave es la formación de los médicos solicitantes.
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