Todo el mundo quiere
tener más y mejores servicios sanitarios. El problema está en el precio.
Lo que no tiene límite no es barato. En entornos con sanidades privadas donde cualquier prestación sanitaria es realmente gravosa para el bolsillo del ciudadano están experimentando con
avatares, aplicaciones y programas que remedan a profesionales sanitarios.
Los
diseños son de momento toscos y los promotores de estas iniciativas dicen que no han venido a sustituir a nadie sino a "rellenar huecos". Pero,
¿qué pasaría si usted no pudiera pagar a una enfermera real y su seguro de beneficiencia sólo pudiera proporcionarle una virtual?. A lo mejor en urgencias esto no pasaría pero
el tomate está en el universo de la patología crónica con enfermos complejos, con múltiples patologías enfrentándose a dificultades de salud en sus casas o en residencias de ancianos.
Una
enfermera o un médico virtual nunca tendrá la capacidad resolutiva de uno de carne y hueso pero podemos inferir que el número de procesos que puedan asumir irá en aumento. Tomemos por ejemplo el control de la patología crónica que en nuestro medio suelen asumir los profesionales de enfermería de los centros de salud con una grandísima inversión de horas de tiempo.
Hay estudios serios que cuestionan la efectividad de estos esfuerzos. Imaginen que una aseguradora americana decidiera, a tenor de la evidencia científica disponible, que dichas
actividades de control de crónicos se automatizarán parcialmente
reduciendo en un porcentaje la intervención presencial de enfermería y potenciando la tutorización virtual. Muchos en las bancadas del
lobby enfermero pondrían el grito en el cielo, pero poco podrían hacer en contra de los datos científicos y el ánimo de lucro de la correspondiente aseguradora, que es al fin y al cabo quien paga los sueldos.
Una vieja canción decía que
el vídeo mató a la estrella radiofónica, pareciera que
puede pasar lo mismo con las profesiones sanitarias si no somos capaces de proponer una necesaria evolución que aporte más valor añadido a nuestras intervenciones y servicios.
Además de trabajar más, nos va a tocar trabajar mejor.
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