José Antonio Monago, presidente de Extremadura, es hoy noticia por su intento de paralizar la reforma de la ley del aborto, apelando al diálogo con otras fuerzas políticas en un mensaje dirigido a su propio partido, el PP. Será porque Monago tiene otro perfil político al del ministro Ruiz-Gallardón o será porque se está acostumbrando a gobernar mediante el diálogo, debido a la escasa mayoría con la que preside Extremadura, apoyada en ocasiones en IU. Lo cierto es que el presidente extremeño se está convirtiendo, gracias al aborto, en el nuevo verso suelto del PP (ha habido otros).
La Razón, indudable guardián de las esencias ideológicas del partido gobernante, llama a capítulo a Monago en primera: La mayoría de la Eurocámara apoya la reforma del aborto que Monago pide paralizar. Ya no sólo es el PP, viene a decir el diario de Planeta, el que plantea la reforma sino el Parlamento europeo, que obviamente, tiene mayoría de partidos de centro derecha.
En el otro lado ideológico, El País disfruta con la polémica: Monago moviliza al Parlamento extremeño contra la ley del aborto. En la información asegura que lo que pretende el presidente extremeño es la paralización de la tramitación de la ley en busca de consenso y que el texto incluya el supuesto de malformación. Y 20 minutos también le dedica un sumario: El PP extremeño de Monago pide al Gobierno que paralice la reforma de la Ley del Aborto.
Es verdad que en otras autonomías Monago no es apenas conocido, pero está claro que su iniciativa genera interés político. Así, La Voz de Galicia titula en primera: El PP extremeño insta al Gobierno a parar la ley del aborto hasta que haya consenso. Pero donde sí es la autoridad, obviamente, es en Extremadura. Y allí, lógicamente, merece todas las atenciones. El diario Hoy abre a toda página: El PP extremeño refuerza su crítica contra la ley del aborto y pide que se paralice. Y destaca en el subtítulo: Presenta una iniciativa al respecto en el mismo pleno de la Asamblea que rechazó dos propuestas de PSOE e IU contra el proyecto de ley de Gallardón.