Sus majestades los reyes de oriente han dejado en La Moncloa un regalo envenenado para este 2014: la
explosión de las discrepancias internas en el PP en torno a la reforma de la ley del aborto. Según publica
El País, el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, estaría intentando silenciar dicho debate con el que, al parecer, no se siente nada cómodo.
La dirección del partido ha dejado caer que había que satisfacer al electorado conservador para las europeas con la reforma, al mismo tiempo que ha admitido que el Ejecutivo se plantea suavizar el texto tras los comicios. “La semana y el año político arrancan con una
reunión del Comité Ejecutivo del PP, el miércoles, que será la primera ocasión para debatir internamente el asunto. Nadie espera que Rajoy lo saque. Él ahora está concentrado en la economía, en los buenos datos del paro y de la prima de riesgo”, cita el artículo.
Por su parte,
El Mundo lleva a su portada del día de Reyes la reunión del
próximo jueves del Pleno del Tribunal Superior de Justicia de Madrid en el que se
decidirá si admite o no los recursos contra la externalización de los hospitales madrileños presentados hasta la fecha.
En este sentido, el diario que dirige Pedro J. Ramírez defiende que
la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid “utilizó dos maneras diferentes de medir el coste de la atención sanitaria en los hospitales de la región para decidir cuánto dinero percibirán las empresas adjudicatarias en el proceso de externalización que inició el año pasado”.
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