Hace unos días me enviaron un
vídeo hecho por unos alumnos de Medicina. Me dijeron que era un vídeo sobre
Geriatría y que no me dejaría indiferente. Efectivamente, no me dejó así. El vídeo, para quien no lo conozca, es una
versión de una famosa canción en el que adaptan la letra con los contenidos propios de su rama médica. Una vez visto el vídeo, no era capaz de salir de mi asombro. Me sorprendía que nadie, o siendo justos muy pocas personas, estuvieran abiertamente
escandalizadas por su contenido. Incluso, había sido recibido como una iniciativa “divertida”.
Como gerontólogo creo que debo expresar mi opinión sobre este vídeo y mi profundo rechazo a su contenido, al menos tal y como está planteado.
Antes de comenzar quisiera reconocer que, aunque no conozco personalmente a los autores ni su verdadera intención, no creo que fuera mala. Creo, sinceramente, que pensaron que era una iniciativa divertida. No obstante, también creo firmemente que, a los
futuros profesionales de la asistencia a personas en situación de vulnerabilidad, sea cual sea el origen de esta, y en particular a los profesionales de la Geriatría y de la Gerontología se les debe exigir que sean conscientes de sus actitudes, responsables de sus acciones y
vigilen la presencia de ideas estereotipadas que puedan contribuir al mantenimiento de la discriminación e injusticia a las personas por motivos de edad.
El
edadismo es precisamente eso, un conjunto de ideas y creencias estereotipadas, prejuicios y discriminaciones contra las personas únicamente por motivos de edad. Además, estas ideas justificaría la existencia de normas injustas y valores diferenciados para las personas en función, únicamente, de la edad.
¿Cuáles son los elementos edadistas que se incluyen en el vídeo? Lo primero que me llamó la atención fue la
erotización de la profesión que se hace en el vídeo. Si bien es cierto que este aspecto es, en el conjunto, al que menos importancia le doy. Si se hubiera realizado el vídeo teniendo en cuenta los demás aspectos y hubieran querido resaltar únicamente los elementos erotizantes, no sería igual de grave. El principal contenido edadista es
la imagen de los pacientes que tienen estos futuros médicos. No me refiero a las características clínicas que describen en la letra de la canción y que supuestamente es lo que hace que “les gusten los mayores”. De hecho, he de reconocer que me parece bastante ingeniosa.
El problema es la
escenografía y actuación de los médicos. En el primero de los elementos se destaca un vestuario y una caracterización de los actores como p
ersonas mayores a modo de caricatura. Presentan una imagen que no representa, ni mucho menos, a la gran mayoría de las personas mayores de hoy en día. En cuanto a la actuación, en el vídeo se presentan un perfil de personas mayores llena de “achaques físicos”, caminan encorvados, con dificultad de movimiento, a veces con movimientos torpes. De nuevo,
la imagen que se traslada del conjunto de personas mayores me parece sesgada y llena de prejuicios.
Incluso, en algunos momentos, la imagen, más que una caricatura, es una
completa burla propia de un humor rancio que se sirve de la humillación de una persona o colectivo en situación de inferioridad, ya sea por motivos económicos, sociales, culturales, educacionales, físicos o cognitivos.
Esto que trato de expresar se resume perfectamente en que cualquier tipo de discriminación, sin importar el motivo de la misma, se sustenta en las ideas estereotipadas que poseen un grupo de personas sobre otras que generalmente comparten una característica común, la que es objeto de la discriminación. En el caso que nos ocupa sería la
edad.
Además, como en todos los tipos de discriminación, el grupo que presenta las ideas estereotipadas, es decir el que discrimina, se encuentra en una situación de superioridad o de poder con respecto al otro. Normalmente, el grupo en inferioridad puede carecer de los elementos necesarios para denunciar esa discriminación o injusticia.
¡Todo hubiera distinto si en el vídeo hubieran pedido la participación de las propias personas mayores que caricaturizan! Al hacerlos partícipes de la “broma”, se hubiera entendido como lo que posiblemente pretendían, un vídeo de humor inocente y no se percibiría como una burla cercana al mal gusto.
Decía al principio que me sorprendía la buena acogida que parece que ha tenido el vídeo. Puedo comprender, como también he dicho, la buena intención de los alumnos de Medicina que han promovido el vídeo. Lo que no entiendo es que ningún profesional con más experiencia se haya alarmado o, al menos, haya dado un
toque de atención sobre el contenido del mismo.
Como profesionales que compartimos objetivos y nos dedicamos a mejorar la calidad de vida de las personas mayores, como geriatras y gerontólogos,
nos corresponde a nosotros permanecer en alerta ante la aparición de conductas o ideas edadistas. En ningún caso, podemos permitirnos ser precisamente nosotros los que difundamos esas ideas. Debemos ser muchísimo más responsables que el resto de la sociedad sobre nuestras acciones y actitudes sobre las personas mayores.
Además, es nuestra responsabilidad como expertos, en primer lugar, hacer una revisión exhaustiva de las ideas y creencias estereotipadas y de discriminación por motivos de edad que tengamos cada uno de nosotros. Es cierto que
estamos en una sociedad que valora mucho más la juventud, donde todo lo positivo se asocia a ella y todo lo que tenga que ver con cumplir años, lejos de verse como una conquista social se asocia a decrepitud. Es cierto que todos hemos crecido en un entorno en el que
los valores asociados a la vejez son más negativos que positivos o, al menos, los negativos pesan más. Es cierto que será difícil deshacerse de esas ideas. No pido que los profesionales cambiemos de repente y sin trabajo personal previo.
Lo que me gustaría es que seamos consciente de esas ideas que todos poseemos, en mayor o menor medida, y
luchemos para cambiar esa percepción negativa de la vejez que predomina en algunos sectores de la sociedad. El cambio de concepción, como digo, debería servirse del análisis personal y profundo que hagamos los profesionales sobre la presencia de estas ideas. Una vez hayamos realizado nuestro análisis estaremos en condiciones de trasladar ese ejercicio al resto de la población con el objetivo de
conseguir que sea más inclusiva y se reconozcan los valores positivos y ganancias que las personas mayores pueden aportar al conjunto de la sociedad.
Para finalizar, es cierto que una cosa es de agradecer a los autores del video, quizás de manera inesperada para ellos, al menos ha servido para que se abra un debate sobre la imagen que los profesionales, actuales y futuros, tenemos de las personas mayores. Lanzo unas últimas preguntas ¿de verdad nos gustan los mayores? ¿Nos gusta la imagen de ellos que se traslada en el vídeo? Y, finalmente, ¿qué pensarán las propias personas mayores sobre este vídeo y la imagen que se transmite de ellos?
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