El próximo 20 de diciembre de 2015 se celebran Elecciones a Cortes Generales. A muchos biólogos, en especial los que trabajan en la Sanidad española, les interesa saber qué opinan y qué soluciones proponen los distintos partidos políticos que concurren a dichos comicios. Ahí va la interpelación que les planteo.
1 - ANTECEDENTES
1.1 - La Ley de Bases de la Sanidad Nacional, de 25 de noviembre de 1944, estableció unas determinadas profesiones sanitarias, elevando a rango legal las profesiones sanitarias clásicas; nada hay que objetar, dada la situación socio-económica y el nivel de desarrollo científico-técnico de España en aquellos tiempos.
1.2 - La Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad, ni especifica ni concreta qué titulados deben ser considerados sanitarios. Ciertamente, los términos médico, farmacéutico o veterinario aparecen en este texto legal, ya sea como substantivo o como adjetivo, aunque la mayoría de las veces, los términos usados son
titulados sanitarios,
profesionales sanitarios o
profesionales de la salud. ¿Por qué este cambio de enfoque respecto de 1944? La respuesta reside en que, como consecuencia del desarrollo socio-económico experimentado por la Sociedad española entre los años 60 y 80 del pasado siglo, la Sociedad española tiene nuevos problemas, nuevas exigencias y percibe la mayor complejidad de los problemas sanitarios a afrontar; en definitiva, la Sociedad española detecta que hace falta la aportación de más enfoques para satisfacer la solución a problemas que en la postguerra ni nos planteábamos, como por ejemplo, la reproducción humana asistida, el cáncer, la longevidad, la relación entre salud y medio ambiente, … En definitiva, con la Ley 14/1986 y la ampliación del modelo de formación especializada de Interno Residente, el sistema sanitario español admite formalmente la existencia de nuevas profesiones, entre las que se encuentra la de biólogo.
No hay duda que este nuevo enfoque permite la eclosión de nuevos profesionales en los centros sanitarios de nuestro país. Erróneamente algunos han interpretado que los profesionales sanitarios de las titulaciones emergentes, como la Biología, pretenden ocupar un papel central en la Sanidad española. Hay que hacer énfasis en que se trata de una percepción errónea, porque nadie, con un mínimo de sentido común y de sentido de la realidad, puede negar que sin médicos ni farmacéuticos ni enfermeros, no hay Sanidad humana y que sin veterinarios, no hay Sanidad animal que, en su conjunto, den respuesta a los retos de una Sociedad postindustrial, como lo es la española. Por esta misma razón, tampoco se pueden obviar esos nuevos profesionales que hemos surgido precisamente por la evolución de esta Sociedad, por el desarrollo y avance en conocimientos que la enriquecen en sus diferentes ámbitos, entre ellos el sanitario, y a los que han contribuido estas nuevas profesiones.
2 – SITUACIÓN ACTUAL
2.1 - La Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) es el primer efecto normativo de esa percepción errónea que sus dos principales elaboradores atribuyeron a las nuevas profesiones; con la LOPS, se inicia una
estrategia defensiva … y
excluyente ante las nuevas profesiones que aparecen en el ámbito de la Sanidad; así, con la LOPS, los biólogos que no tienen o no pueden tener el título de especialista dejan de ser profesionales sanitarios, aunque continúen desarrollando su actividad en Anatomía Patológica, en Genética Humana, en Salud Pública, en Toxicología, en Nutrición, en Reproducción Humana Asistida. La LOPS, de 2003, nos retrotrae al mapa de profesiones sanitarias diseñado en la Ley de Bases de la Sanidad, de 1944, a pesar de
los enormes cambios en necesidades sanitarias y
en conocimiento científico-técnico ocurridos en los 60 años que separan ambas leyes.
2.2 - A este primer paso, han seguido otros, todos ellos diseñados por los distintos Gobiernos españoles, para hacer invisible un amplio conjunto de profesionales, por la vía de negar la visualización pública de su existencia en nuestro sistema sanitario. En lo que afecta a los biólogos, entre estos pasos, destacan:
1 - Negar la inclusión de todos los profesionales que trabajan en la Sanidad en los registros oficiales de profesionales sanitarios.
2 - Impedir el acceso a la especialización sanitaria a los profesionales que trabajan en áreas en las que sí está creada la especialización sanitaria para otros titulados, como Anatomía Patológica, Salud Pública, Toxicología o Reproducción Humana Asistida, como parte diferenciada de Ginecología.
3 - No desarrollar la troncalidad prevista en la LOPS, ley aprobada en 2003.
4 - Negar nuestra participación en comités consultivos sobre medicamentos de uso humano y veterinario.
5 - Impedir nuestro acceso al Cuerpo Militar de Sanidad del Ejército español.
6 - Impedir la participación en los debates de los distintos Pactos por la Sanidad.
7 - Impedir el acceso a los datos que permitan analizar si existen arbitrariedades
en los criterios de selección de titulaciones en las convocatorias de Interno Residente
2.3 - El corolario de lo anterior es que existe un nexo entre “
incumplimiento por el Gobierno español, ya sea popular o socialista, de algunas leyes y ausencia de voluntad de desarrollar otras” y “
mantenimiento de la invisibilidad de los biólogos en la Sanidad”.
Se trata, pues, de una estrategia que hace “invisibles” a los titulados de nuevas profesiones, sin “expulsarles” del SNS; dicha estrategia está dirigida a que los titulados de las nuevas profesiones sanitarias no deben aparecer ante la Sociedad, no debe dárseles voz, aunque sí debe aprovecharse el caudal de sus conocimientos aplicables a la Sanidad y el enriquecimiento que significa la confluencia de planteamientos y enfoques distintos ante un mismo problema.
3 – CONSECUENCIAS
3.1 - Es evidente que cualquier realidad social es dialéctica, generando nuevas contradicciones. La aplicación de este principio de la Sociología a la estrategia aquí denunciada es que está generando un malestar entre los titulados de las nuevas profesiones que trabajan en el ámbito sanitario, en proceso de marginación desde la LOPS, malestar producido por la falta de reconocimiento profesional y laboral, cuya expresión máxima es la imposibilidad que tienen dichos titulados de acceso al Estatuto Marco del Personal Estatutario de los Servicios de Salud, configurado a través de la Ley 55/2003, de 16 de diciembre. No hace falta ser especialista en Relaciones Laborales para saber que un trabajador que se siente infravalorado es un trabajador que inconscientemente no rinde lo que potencialmente podría rendir.
3.2 - Llegados a este punto, cabe preguntarse si para el SNS es más conveniente la estrategia que se acaba de exponer o es más eficiente otra estrategia, basada en la competencia en las áreas donde sea posible competir, estrategia en que las nuevas profesiones que operan en la Sanidad española, como la de biólogo, tengan su espacio público, reconocido por las Administraciones sanitarias y el conjunto de la Sociedad española, espacio que, aunque dichas nuevas profesiones lo pretendieran, jamás substituiría el papel central que ocupan las profesiones sanitarias clásicas.
4 – EPÍLOGO
Es interesante conocer qué posición tienen los distintos partidos políticos al respecto, así como las posibles iniciativas que vayan a plantear en la siguiente legislatura.
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