Opinión

Patusalud: la lucha contra la privatización en Madrid


Por Luis Fernández Pineda, médico adjunto del Servicio de Cardiología Pediátrica en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid
Firmas

02 agosto 2013. 20.26H
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La Plataforma Asamblearia de Trabajadores y Usuarios de la Salud (Patusalud) es una asociación que surge en el mes de noviembre de 2012 como consecuencia del plan de privatización de seis hospitales y 27 centros de salud de la Comunidad de Madrid, así como del proyecto de extinción de las 26 categorías no sanitarias. Desde entonces se mantiene sin ninguna vinculación política ni sindical.

Patusalud convocó y organizó las primeras y multitudinarias manifestaciones (Mareas Blancas de noviembre y diciembre de 2012)  y alguna más de las que se han realizado con posterioridad, así como la recogida y entrega de 1.413.000 firmas en contra de la privatización, y 19.000 firmas más de usuarios que desean que su asistencia sanitaria se traslade a un centro de gestión y asistencia pública cien por cien, en caso de privatización. Asimismo, ha organizado y apoyado otros actos durante estos nueve meses, participando de forma muy activa en la Consulta Ciudadana por la Sanidad del último mes de mayo.

Como parte integrante de la llamada Marea Blanca, Patusalud ha seguido muy de cerca un proceso que consideramos innecesario, injusto e incluso peligroso. En efecto, a pesar de que la Sanidad Pública madrileña necesita una mejor gestión desde hace tiempo, no era necesario adjudicar la misma a unas empresas con ánimo de lucro, con dudosos enlaces financieros o alejadas de la filosofía que debe ser la base para una asistencia sanitaria de calidad. Este proceso, además, de la mano de los injustos recortes en materia sanitaria, está provocando una importante pérdida de puestos de trabajo (2.600 hasta la fecha).  La consecuencia de estas dos características del plan privatizador es peligrosa: una peor calidad asistencial, algo que el ciudadano madrileño está sufriendo con derivaciones injustificadas, merma en la tecnología de apoyo, menos personal que le cuida, etc.

Pero además, este proceso se extiende más allá del mero hecho privatizador: nos encontramos ante un cambio de nuestro sistema sanitario público basado en criterios ideológicos de quienes nos gobiernan en la actualidad. Un cambio que supone que el ciudadano pasa de ser de beneficiario a asegurado, un cambio que supone la pérdida de los pilares que sostienen nuestra Sanidad Pública: la universalidad, la gratuidad y la equidad. Un cambio con unos antecedentes inaceptables (Comunidad Valenciana) y que a pesar de todo la Consejería se empeña en desarrollar en nuestra comunidad.

El carácter asambleario de Patusalud obliga a la toma de decisiones conjunta. Por tanto los planes inmediatos respecto al proyecto de privatización de la CAM deberán ser motivo de discusión, como hasta ahora, en los centros de trabajo y en las reuniones periódicas de la asociación. No obstante, podemos decir que, en términos generales, no pretendemos cambiar nuestras intenciones de forma significativa:

- Vamos a seguir confiando en la Justicia. A pesar del levantamiento de la suspensión cautelar, hay diversos procesos abiertos pendientes, que tendrán que resolver los tribunales.

- Exigiremos al señor Fernández-Lasquetty que demuestre los datos contables que justifican la eficiencia de la venta de nuestra Sanidad. Hasta el momento no los ha presentado.

- Seguiremos demostrando nuestra oposición a la privatización de la Sanidad Pública de Madrid, a través de manifestaciones, actos públicos o documentos.

- Trataremos por todos los medios de seguir informando a las ciudadanos de lo que supone este plan y de sus consecuencias. El posible cambio en la gestión de su salud debe ser conocido de una forma transparente. Apoyaremos que el paciente elija el centro asistencial donde desee ser atendido.

- Deseamos que los trabajadores de la Salud y los propios usuarios de la misma se mantengan vigilantes ante las irregularidades y pérdidas en la calidad asistencial que ya se están produciendo en todo este proceso: derivaciones injustificadas a hospitales de gestión privada, dramáticos recortes en los medios técnicos de apoyo al diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, peligrosa disminución del número de profesionales que trabajan en cuidar la salud del ciudadano, etc.

Han sido nueve meses durante los cuales la ciudadanía y los profesionales que trabajan en la salud han dicho una y otra vez que rechazan las propuestas de la Consejería de Sanidad. No quieren perder algo por lo que se ha luchado tanto en este país, y que es la envidia de otros muchos. No están dispuestos a seguir contemplando las escandalosas trayectorias de los consejeros de sanidad de la CAM, la aparición de empresas licitadoras con una manera muy distinta de entender la asistencia sanitaria.

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