Opinión

En busca de un nuevo Sistema de Salud ¿Es viable un modelo Muface para todos?


Julián Ezquerra Gadea, médico y exsecretario general del Sindicato Médico de Madrid (Amyts)
La atalaya sanitaria

16 octubre 2024. 07.00H
Se lee en 7 minutos
Hay una frase de Steve Jobs que dice: “Cada día me miro en el espejo y me pregunto: "Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?". Si la respuesta es "No" durante demasiados días seguidos, sé que necesito cambiar algo”. Pues bien, aplicada al Sistema Nacional de Salud (SNS), podría contestar también “No”, pero el problema es que, cambiar el modelo, no tengo claro si no es adecuado para también aplicar esa otra frase célebre de José Mota, “si hay que ir se va, pero ir para nada, es tontería” o lo que en este caso sería, “si hay que cambiar el SNS, se cambia, pero cambiar para nada es tontería”.

Años, demasiados años asegurando que es necesario un cambio en el modelo de SNS, años de profundas y sesudas reflexiones, pero nada cambia y nuestro SNS se deteriora progresivamente y se encamina a una lenta e inexorable muerte consentida, y, no sé si también auspiciada por los propios políticos, gestores y, en cierto modo, los profesionales.

Estas últimas semanas se habla mucho del modelo mutualidades, Muface, Mugeju e Isfas, aunque más en concreto por el problema de Muface y la no participación de las aseguradoras en el concurso para adjudicar las que serían proveedoras del servicio los próximos años. El motivo es claro, dicen que se oferta muy a la baja y que “pierden dinero”. No se si es cierto, lo que tiene es toda la pinta de una medida de fuerza consensuada para lograr un aumento de la financiación. Veremos como termina esto, pero tiene toda la pinta de una renovación al alza y aparcar el problema unos años más.

El modelo Muface (Mutualidad General de funcionarios Civiles del Estado) es un sistema de salud que proporciona cobertura sanitaria a los funcionarios públicos en España. Digo bien, funcionarios públicos y más concretamente de la Administración General del Estado, otros empleados públicos, como los laborales o estatutarios, pertenecen al régimen general de la Seguridad Social de forma obligada y la asistencia sanitaria se proporciona por los diferentes Servicios de Salud de las CCAA. En el modelo MUFACE se puede optar entre asistencia por una aseguradora privada o el Sistema Público. También hay que decir algo importante y es que, las aseguradoras que proveen asistencia a los funcionarios, aún siendo las mismas que tienen pólizas privadas, tienen unas coberturas diferentes y más amplias que obligan a satisfacer las necesidades de cualquier tipo, salvo las referentes a los trasplantes de órganos.

¿Qué ventajas tiene el modelo MUFACE para el paciente/mutualista/asegurado?


En primer lugar, la libre elección de proveedor del servicio. El mutualista puede elegir entre diferentes opciones para su atención sanitaria, aseguradoras privadas o servicio público, cambiar a capricho cada año o hacerlo según sean sus necesidades en función de dónde resida y las coberturas de las que se disponga en su lugar de residencia.

Otra de las ventajas es que, en general, la opción del seguro privado permite el acceso más rápido a los servicios, las listas de espera son menores que en el servicio público. Da un valor añadido para acceder a eso que los profesionales y medios lanzan como algo importante, facilidad para el famoso “consulte a su especialista”. Y lo hacen sin la “barrera” que supone que tengas que pasar por el médico de familia para que te derive. Aún no se han enterado de algo fundamental, tener durante años a un mismo médico de familia que proporciona algo tan sencillo como conocimiento y longitudinalidad es la mejor medicina y proporciona mejor calidad de vida, más años de vida, menos visitas a urgencias y menos ingresos hospitalarios.

"El coste por beneficiario y año es diferente entre ambos modelos"


Tercero, y no poco importante. El modelo Muface, como complemento del Sistema Público de Salud alivia las tensiones y la presión sobre un sistema público falto de presupuestos, plantillas y muy deteriorado en sus infraestructuras. Por tanto, nunca será una competencia, mas bien es un aliado inesperado.

Pero no todo son ventajas en este modelo y por eso debemos preguntarnos.


¿Qué desventajas tiene el modelo Muface?


La primera es la desigualdad al acceso, falta de equidad y modelos asistenciales no homogéneos. En esto tenemos algo claro y es que, la asistencia sanitaria “obligatoria”, la que debemos tener todos los ciudadanos, debe ser en los mismos términos de accesibilidad, prestaciones y calidad.

Por otro lado, las coberturas y los copagos no son iguales. Los mutualistas tienen copagos en farmacia diferentes a los del sistema público y se mantienen hasta alcanzada la edad de jubilación. Aunque es cierto que tienen prestaciones/ayudas para tratamientos odontológicos o para adquisición de gafas, por ejemplo. Modelos diferentes, prestaciones diferentes, no es lógico.

También es destacable que el coste por beneficiario y año es diferente entre ambos modelos, estando por debajo de la media del gasto público en el modelo Muface, aunque muy parecido a los de los Servicios de Salud de las CCAA con menor gasto en sanidad.

Llegado a este punto, siendo un habitual defensor de la necesidad de acometer un profundo cambio en nuestro modelo sanitario, en la necesidad de reinventar el SNS, cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿el modelo Muface sería una alternativa posible al actual? Pregunta de difícil respuesta. El modelo ha acreditado ser válido para la mayoría de los funcionarios, no olvidemos que estos no quieren perder este sistema especial de provisión de su servicio de salud, pero no se si también lo sería si fuese extensivo a todo aquel ciudadano que lo quisiera. Entre otras cosas, las aseguradoras privadas no están en condiciones de competir con el gran sistema público de salud. Claro, pero como lo que defiendo es igualdad, solo queda la posibilidad de que todos podamos optar, algo utópico en estos momentos, por lo que la única alternativa sería lo que habitualmente se plantea desde ciertos partidos políticos, la igualdad hacia abajo, quitar al funcionario lo que tiene, nunca ir dando la posibilidad de elegir este modelo a los demás. Me temo que, visto que suscribir una póliza privada es algo que hace todo el que se lo puede permitir, la opción Muface con proveedor privado sería mayoritaria y eso no gusta nada, pero nada, a mucha gente. Que conste y por dejarlo claro, yo he sido funcionario antes que estatutario y opté por un proveedor privado, también es cierto que como era compatible con una plaza como estatutario, tenía doble cobertura.

Volviendo al inicio, como no quiero hacer cada día lo mismo, más sabiendo que no tiene mucho más recorrido el modelo actual, necesito un cambio; lo que no se es hacia donde.
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