Opinión

"Cuando ves las barbas de tu vecino cortar…"


Por Javier Sempere, portavoz de SanitatSolsUna
Firmas

12 junio 2017. 16.20H
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"Cuando ves las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar" dice un refrán popular.

Tenemos nuevos capítulos de la entrega sobre la reversión del Departamento de Salud de La Ribera. La semana pasada sorprendía ver la manifestación realizada por el Comité de Empresa del Consorcio Hospital General de Valencia, que se repetirá las próximas semanas, ante la imposibilidad legal de incrementar los salarios de los profesionales de este hospital general.

En medio de la negociación, la Dirección del centro les ha transmitido a los sindicatos que debido a la limitación que establece la Ley 40/2015 y la disposición adicional 31ª de la Ley de Presupuestos de la Generalitat Valenciana, los empleados/as de consorcios no pueden percibir mayores retribuciones que el personal estatutario. Acogiéndose a este precepto, la Dirección del hospital propone que las retribuciones se equiparen, lo que viene a traducirse en una congelación salarial (pérdida de poder adquisitivo) en los próximos años para todos los profesionales del consorcio.

Por parte de la Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública declaran que esto proviene de una ley estatal y entienden "de sentido común" que no cobren más que los empleados públicos.

¿Sentido común? ¿De verdad es de sentido común perpetuar que el personal estatutario cobre lo mismo independientemente de su esfuerzo, de los resultados que consiga, del trato que dispense a sus pacientes o del tiempo que dedique a investigar y formarse para estar a la vanguardia y prestar un mejor servicio a los ciudadanos?

En cualquier caso, no puedo evitar pensar en la situación de los profesionales del Departamento de Salud de La Ribera. ¿Qué ocurrirá el 1 de abril de 2018 si la consejería culmina la reversión a la gestión pública? ¿Se saltarán la ley o bajarán los sueldos para aplicar su "sentido común"?

Todos los profesionales del departamento de La Ribera somos conscientes de que las retribuciones fijas pactadas en el último convenio colectivo -firmado por unanimidad por todos los sindicatos- son superiores a las del personal estatutario. Y además, tenemos incentivos que sitúan nuestras condiciones económicas totales en torno a un 12 por ciento por encima del personal estatutario

¿Por qué tenemos que renunciar a esto? ¿Van a respetar las condiciones firmadas? ¿Los mismos sindicatos que hacen la sopa boba a la consejería permitirán que nos bajen el sueldo? ¿A los indefinidos NO fijos les congelarán su salario a través de complemento absorbible?

No lo sabemos. Nadie sabe nada. En realidad, no lo sabe ni la consejería. Y me temo que no lo sabremos hasta el día 1 de abril de 2018.

Mientras tanto, los sindicatos de La Ribera siguen en su línea. Intentando salvar la papeleta con los trabajadores pero haciendo la ola a la consejería, publicando fotos antiguas del Servicio de Urgencias del hospital, acompañadas de falsedades, para intentar demostrar lo indemostrable, bailando el agua a ciertos grupos políticos que luego les meten en sus listas electorales, acompañando a directores generales cuando hacen visitas sorpresa al hospital, o destinando sus horas de trabajo a solicitar reuniones con los responsables de la Consejería de Sanidad mientras estos siguen dejando pasar los días sin aclarar nada de nada…

Pero claro, tienen a la Junta de Personal en el bote. Y cuentan con el inestimable apoyo de la Plataforma de la Sanidad Pública, cuyo presidente es Eduardo Hervás. Sí, el mismo Hervás que ha sido contratado como psicólogo en el Ayuntamiento de Carlet. Ayuntamiento cuya alcaldesa y diputada ha emprendido una cruzada personal en contra del 'modelo Alzira', suponemos que para ganar puntos en su partido Compromís. Un partido en cuya ejecutiva está su amigo Hervás, a su vez hermano del presidente de la Plataforma de la Sanidad Pública y psicólogo contratado en su Ayuntamiento. Todo fluye. 

Mientras tanto, 1.800 profesionales y familias siguen esperando que alguien les aclare su futuro, porque lo ven muy negro. De los 1800, más de 300 –los temporales y sustitutos- se irán directos a su casa el día de la reversión. Y al resto nos han dicho que nos harán NO fijos, es decir, temporales, en muchos casos después de 19 años en su puesto, y con los sindicatos de la Junta de Personal pidiendo que controle a la empresa para que no haga más indefinidos, que se convoquen oposiciones y se coja personal de la bolsa de estatutarios. Y ahora, además, todo apunta, tras el caso del hospital general, a que no cobrarán lo que cobran.

Me gustaría poder terminar con un "The End" pero desgraciadamente los despropósitos en el Departamento de Salud de La Ribera llevan el rótulo "To be continued…"
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