El número uno del MIR 2013-2014, Guillermo González, de la Universidad Autónoma de Madrid, ha lanzado su particular propuesta para mejorar una prueba en la que ha sido el mejor de esta convocatoria. A su juicio, el examen debería realizarse antes, no dejando transcurrir tantos meses entre el final de los estudios universitarios y la prueba propiamente dicha. Es evidente que el MIR es un reto de la máxima dificultad y de enorme importancia para el futuro de los jóvenes médicos y merece ser preparado con
dedicación y tiempo más que suficientes. Pero también es verdad que el
ritmo de estudio es una baza fundamental para tener éxito en cualquier examen. Si este se pierde, en la perspectiva de muchas semanas de por medio, es posible que el resultado se resienta. No parece sencillo fijar un momento idóneo para todos los aspirantes, que conjugue un tiempo de preparación suficiente y una inminencia relativa del examen, que mantenga alta la tensión estudiantil.
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