Con solo tres meses de vida, el Instituto de Innovación y Desarrollo de la Responsabilidad Social Sociosanitaria (Inidress) camina con paso firme en un sector que empieza a percibir la
importancia y alcance de una iniciativa tan novedosa como necesaria. En este vertiginoso y eficaz plan de lanzamiento, Inidress está canalizando hacia el colectivo de pacientes todo el interés suscitado en torno a sus siglas.
En efecto, los enfermos y sus familiares han sido los grandes protagonistas en el acto de presentación de Inidress a la comunidad de pacientes. No debe de haber muchos casos que, sin ser liderados por personas afectadas de una u otra manera por la enfermedad, hayan nacido con una
clara e inequívoca vocación de situar al paciente en el eje de todas sus acciones. Inidress es un formidable ejemplo de cómo atender, desde el principio y sin medias tintas, las históricas reivindicaciones de un colectivo tradicionalmente ignorado por los agentes sanitarios y que, aunque ha mejorado su visibilidad y alcance, aún no ocupa el sitio que merece.
Si de Inidress dependiera, el paciente llevaría tiempo ocupando la cumbre del sector. Como esto no es posible lograrlo de inmediato, el Instituto se propone trabajar en una línea definida de apoyo y sensibilidad hacia las demandas del colectivo, y este, a su vez, se deja querer y saluda con efusividad este propósito, según se desprende de la intervención de
Eugenia Ramírez, presidenta del Comité Asesor de Pacientes, y de la numerosa presencia de representantes de las más variopintas asociaciones en el acto.
El fenómeno Inidress no solo está conquistando el alma y el corazón de los pacientes y de sus familiares, sino también, lo que es objetivamente mucho más complicado, el de las administraciones sanitarias. Muchas consejerías autonómicas hubieran querido liderar o siquiera posibilitar un proyecto como el de Inidress.
“Pero habéis llegado antes”, ha reconocido en público Julio Zarco, director de Atención al Paciente del Servicio Madrileño de Salud, en referencia a la iniciativa concebida por José María Pino, presidente de Sanitaria 2000, editora de
Redacción Médica, y liderada por Virginia Donado-Mazarrón.
La Comunidad de Madrid ya ha prestado su apoyo institucional a Inidress y, según ha subrayado Zarco, trabajará codo con codo en el desarrollo del proyecto,
como corresponde a una de las autonomías que más y mejor cuidan la relación con el paciente. El director general madrileño ha desgranado algunas de las iniciativas que tienen preparadas o ya en marcha para mejorar la relación del enfermo y sus familiares con el sistema sanitario. En algunas de ellas, puede que Inidress juegue un papel importante, gracias a una agilidad y capacidad de maniobra que, lamentablemente, siguen sin tener las administraciones públicas y menos aún las sanitarias.
En cualquier caso, seguimos asistiendo a los inicios de una realidad estimulante que ha venido a refrendar el
protagonismo del paciente en un sistema que nunca más va a poder existir y desarrollarse de espaldas a quien debe ser el centro de todos y cada uno de sus movimientos. Inidress no ha tenido que esperar para incorporar a su ideario esta impresión y convertirla en certeza. Y así va a continuar en sus próximos y estimulantes movimientos, de los que ya estamos deseando conocer nuevos detalles.
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