Como especialista en
salud pública no seré yo quien diga que la
contaminación no es un problema. Lo es y muy importante. Esto quiero que quede claro. Pero en esta reflexión analizaré como se hace
demagogia institucional con el tema de la contaminación y específicamente con la contaminación atmosférica producida por los
vehículos a motor de explosión. El asunto está de actualidad debido a la
restricciones al tráfico de vehículos que se va a imponer en grandes ciudades y probablemente más adelante en medianas. Muchas de estas medidas se toman en base al
impacto de la contaminación atmosférica debida a los vehículos de motor de explosión en aire. Y es que hace poco más de un año la poderosa Agencia Europea de Medio Ambiente (AEME) calculaba las
muertes prematuras causadas por la contaminación atmosférica en España en
30.000 personas al año. Esto, claro, alarma bastante. Sin embargo el dato es con mucha probabilidad falso por exagerado. De esta manera la Agencia sigue manteniendo su poder de influencia y afianzando su razón de ser y su crecimiento, alarmando a los países con cifras hinchadas. ¿Y en que me baso para decir que las cifras están más hinchadas que una vaca con
clembuterol? En lo siguiente:
En España se ha hecho posteriormente un estudio mucho más serio, por investigadores del Instituto de Salud Carlos III y la Escuela Nacional de Sanidad (ENS), mucho más fiable metodológicamente y más adaptado a nuestro medio en sus predicciones, publicado en Environmental Pollution (1) que cifra las m
uertes prematuras debidas a la contaminación atmosférica en 2.683 anuales. Como epidemiólogo considero mucho más fiable este estudio al estar basada en datos locales. Aún así hay que hacer notar que las estimaciones de este tipo están hechas en base a
estudios ecológicos. Los que habéis estudiado metodología de la
investigación científica sabréis que los estudios ecológicos son lo que menos indicados para inferir de sus resultados casualidad, ya que la asociación de una variable con otra, en este caso muerte prematura con contaminación suele estar sometida múltiples sesgos y entre ellos el conocido como falacia ecológica, pretender hacer de datos agregados inferencias para personas individuales.
La misma ENS ha realizado otros estudios analizando el
efecto del calor y el frío en la mortalidad prematura, y resultan factores mucho más potentes para producir mortalidad que la contaminación del aire. Efectivamente los clínicos saben, la opinión pública sabe, y los propios enfermos crónicos, sobre todos de
enfermedades respiratorias, que la llegada del invierno y los días muy fríos pueden ser simplemente
mortales, muchísimo más mortales que los días con exceso de contaminación. Un estudio muy conservador de la ENS (2) dice que el frío puede causar más de
10.460 muertes prematuras anuales en España, y sinceramente creo que es una estimación muy baja ya que la metodología con la que se ha hecho (de calcular temperaturas umbral a partir de la cual se puede considerar que hay muertes por frio) ha excluido en la predicción que en determinadas provincias haya muertes por frio, como por ejemplo Alicante, Burgos, Ceuta, Girona, Las Palmas, Melilla, Palencia, Tenerife, San Sebastián. El sentido común y todos los que tenemos experiencias en hospitales sabemos que, por supuesto, hay
mortalidad prematura debida al frío en estas provincias, por lo tanto un estudio que las excluye no es muy fiable para mí. Intuimos que por tanto las muertes prematuras reales debida al frío deben de ser mucho más de 10.460 anuales.
La
contaminación actúa de manera parecida al frío: puede empeorar sobre todo patologías respiratorias crónicas sobre todo respiratorias y circulatorias, pero con menos potencia, y eso lo sabemos todos los que sufrimos los excesos de pacientes en invierno debido al frío. El frío, como la polución, suele ser un factor más que agrava la situación con el
broncoespasmo que provoca, las infecciones que facilita, la
vasoconstricción circulatoria que provoca, etc. También la contaminación en si misma puede causar patología por si misma y no como agravante, como
cáncer de pulmón, pero sabemos que por supuesto es mucho más potente para causar cáncer de pulmón el tabaco que la contaminación.
Por lo tanto desde el punto de vista de la salud pública, evidentemente no está mal que se tomen
medidas contra la contaminación, está muy bien. Sin embargo también debemos de tener claras las prioridades y ver que medidas de salud pública van a ser más rentables para aumentar la salud y disminuir la mortalidad, y en este sentido la
disminución del hábito tabáquico debe seguir siendo la medida estrella en primer lugar, la lucha contra el
exceso de azúcar añadidaoen los alimentos y bebidas debería ser otra medida estrella, incluso poniendo impuestos al azúcar añadido, pero claro el negocio del azúcar en España es casi un monopolio, y parece interesar más que vender azúcar. También sería más prioritario y disminuiría mucho más la
mortalidad prematura por enfermedades respiratorias y cardiacas conseguir el bienestar térmico en los domicilios de las personas susceptibles luchando contra la
pobreza energética. Ya que sí es frecuente que determinadas familias no puedan calentar adecuadamente sus domicilios por falta de recursos y el elevado precio de la electricidad.
En definitiva llamar la atención sobre el hecho de que por intereses diversos está de moda hinchar los datos de los
efectos negativos de la contaminación sobre la salud, que además se aceptan de forma acrítica por las personas que no tienen el conocimiento suficiente para saber que son estimaciones sesgadas e hinchadas, y de manera entusiasta por personas que ideológicamente sesgadas para cargar las tintas sobre los efectos de la contaminación en la salud. Es bueno el debate, es bueno que el problema salga a la luz y sea tomado en su justa consideración, pero con datos realistas y no predicciones hinchadas.
Referencias:
1.
Cristina Ortiz, Cristina Linares, Rocío Carmona, Julio Díaz. Evaluation of short-term mortality attributable to particulate matter pollution in Spain. Accesible en:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0269749116325611#undfig1
2.
ENS 2106. Temperaturas umbrales de disparo de la mortalidad atribuible al frío en españa en el periodo 2000-2009. Comparación con la mortalidad atribuible al calor. Accesible en: https://publicaciones.isciii.es/
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