Desde la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Andalucía hemos propuesto a la Dirección Gerencia del Servicio Andaluz de Salud la
creación, en los centros de trabajo del SAS,
de espacios seguros (ludotecas y/o centros de Educación Infantil) donde los y las trabajadoras puedan
dejar a sus hijos e hijas para poder desarrollar su trabajo habitual, así como otras tareas relacionadas con el mismo, en el propio centro.
Pudiera parecer que en los últimos años estamos
avanzando en materia de igualdad en nuestra sociedad, vemos el esfuerzo que se hace desde Administración y colectivos de la sociedad civil por
incluir políticas en este sentido y hacer labores de sensibilización, pero desgraciadamente cuando analizamos los datos observamos que queda mucho por hacer, pues a pesar del esfuerzo,
no conseguimos eliminar la brecha de género.
Esta situación resulta doblemente dolorosa en el ámbito sanitario en nuestro país, que presenta uno de los
sistemas sanitarios más feminizados de Europa, al igual que nuestra comunidad, donde más de dos tercios de la plantilla del Sistema Sanitario Público Andaluz la conforman mujeres. Esta
alta feminización del sector, que va en aumento incluso en colectivos en los que tradicionalmente había más hombres, como es el colectivo médico,
no se ha traducido en un cambio de tendencia en lo que a igualdad de oportunidades laborales se refiere y ello se constata en los datos que arroja el Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres del SAS (Peiomh).
Así, los datos nos hablan de menor
presencia de mujeres en los puestos directivos, principalmente en personal facultativo, mayor dificultad en el acceso a una plaza fija (el 57 por ciento de los hombres en plantilla tienen plaza fija frente al 47 por ciento de las mujeres),
mayor temporalidad en el empleo (un 25,77 por ciento de mujeres son eventuales o sustitutas frente a un 18,33 por ciento de los hombres).
Esto se debe, entre otras cuestiones, a que, tal y como confirman los datos de la EPA,
las responsabilidades familiares siguen recayendo, en su mayoría,
en las mujeres.
Con los datos del Peiomh para el año 2016, observamos cómo en el SAS se confirman los datos de la EPA: la excedencia por cuidado de hijos o familiares son
solicitadas en un 75 por ciento de los casos por mujeres y las reducciones de jornada por cuidado de familiar, guarda legal y/o enfermedad grave de familiar han sido solicitadas por un 8,5 por ciento de las mujeres en plantilla y un 2,94 por ciento de los hombres.
Estos datos son similares a los de 2014 y 2015.
Esta situación conlleva que las mujeres tengan
más dificultad para acceder a una disponibilidad completa en su trabajo, para el acceso a la carrera profesional, a la posibilidad de realizar investigación y publicaciones o a la formación continuada, en definitiva, a todo lo que requiere invertir tiempo fuera de su horario laboral. De la misma manera, las mujeres tienen
dificultades para acceder a los puestos de responsabilidad, así como a las remuneraciones por retribuciones variables, como la atención continuada o la antigüedad, perpetuándose así la brecha salarial.
Con este
reparto desigual de los cuidados, las mujeres que consiguen sus objetivos laborales suelen hacerlo a costa de sacrificar sus tiempos de descanso y de ocio, con las consecuencias que ello tiene para su salud mental y física. En este punto nos parece interesante resaltar que en el año 2016 en el SAS las mujeres han presentado con más frecuencia que los varones accidentes laborales con baja. Del mismo modo, el
Índice de Frecuencia de accidentabilidad Global (curse o no baja) también es superior en mujeres (datos extraídos del Peiomh).
Para aquellas personas que precisen más datos que corroboren esta situación de desigualdad, pueden acceder a la
Encuesta de Fecundidad de 2018, que refleja que las mujeres andaluzas que sienten que no han materializado su proyecto familiar, refieren mayoritariamente 'razones laborales o de conciliación' (23,4 por ciento) por encima incluso que las razones económicas (22,9 por ciento).
Según el informe ‘La situación de las mujeres en el mercado de trabajo 2020’, elaborado por el Ministerio de Trabajo, la tasa de empleo de las mujeres de 25 a 54 años es superior para aquellas que no tienen hijos (72,8 por ciento), descendiendo a medida que aumenta el número de hijos, 69 por ciento para las que tienen 1 o 2 hijos y al 53,7 por ciento a partir del tercer hijo.
Según el estudio desarrollado por la Secretaría General de Políticas Sociales, Voluntariado y Conciliación titulado 'Diagnóstico de la situación en Andalucía en materia de conciliación' (2020), el
mercado laboral andaluz tiene problemas estructurales que dificultan la conciliación.
En pleno desarrollo de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, que incluye 17 objetivos que han sido adoptados por España como miembro de la ONU, debemos atender al quinto objetivo, que busca
lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a las mujeres y las niñas, reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados mediante servicios públicos, infraestructuras y políticas de protección social, promoviendo la responsabilidad compartida en el hogar y la familia. También propone asegurar la
participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública.
Bajo estas directrices internacionales, las administraciones públicas tienen la obligación de desarrollar políticas que garanticen la igualdad real y estamos seguras de que nuestra propuesta de creación en los centros de trabajo del SAS de espacios seguros (ludotecas y/o centros de Educación Infantil) puede ser una
herramienta útil para facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar en el personal sanitario. Proponemos la creación de escuelas infantiles adheridas a la red pública, así como espacios seguros (ludotecas) para facilitar a las trabajadoras el desarrollo de sus expectativas profesionales y que ninguna mujer se quede atrás.
Nuestra meta es la igualdad, una sociedad feminista donde no haya diferencia entre géneros y donde todas las vidas cuenten por igual. Y desde la FSS-CCOO Andalucía no vamos a dejar de luchar por mejorar las condiciones del personal sanitario hasta conseguirlo.
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