Emilio Nieto tiene solo 22 años, pero es consciente del
machismo que existe en la Sanidad y en la sociedad española. Estudia Enfermería en el
Campus de Gijón y durante las prácticas ha podido comprobar el trato que reciben sus compañeras: "En esta profesión te das cuenta de que viene gente de todo tipo y el machismo es algo exagerado. Yo, que soy hombre, cuando entro en una habitación ya soy 'el guapo' o 'el doctorín'. Cuando entra una compañera, ella es la enfermera y yo el doctor", relata el joven, que ya está en cuarto de carrera y ha pasado por distintas especialidades.
En su experiencia, no sólo ha podido comprobar el descrédito a sus compañeras como profesionales, sino que también ha presenciado
actuaciones agresivas hacia ellas: "Hay machismo también en el propio trato, gente que se puede llegar a poner agresivo verbalmente, lo hace con mis compañeras. Si entro yo en la habitación, agacha la cabeza solo porque soy hombre y me tiene más respeto. No debería ser así", denuncia el estudiante, al que siempre le ha atraído el mundo de la Sanidad. "Siempre me había gustado el tema de la salud. Pero siempre me había gustado más la Enfermería que la
Medicina por el trato cercano con el paciente. También me habían dicho que tenía buenas salidas. Aunque ahora he visto que no tantas".
Tener empatía
Emilio vive en Gijón y tarda alrededor de una hora en desplazarse cada día para ir a clase: "La facultad está dentro del recinto hospitalario, no hay un
campus universitario propiamente dicho, por lo que la vida universitaria que tienen algunos amigos que estudian otras carreras no es igual", explica el joven, que ahora se desplaza en autobús hasta la facultad.
"Los intentos de suicidio marcan un poco. Ves gente de tu edad y te planteas cómo pueden llegar a tomar esa decisión"
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En estos cuatro años de carrera, el joven ha hecho práctica en Cirguia, Salud Mental, Maternidad, Pediatría, Hematología, Traumatología y ahora está en
Urgencias. "Las que más me han gustado han sido Traumatología y Cirugía porque hay más cosas que hacer, es más dinámico el trabajo", explica el estudiante, para quien los primeros días fueron algo complicados: "En Primero, que vas a las
prácticas sin haber pisado un hospital en tu vida, es un poco shock que de repente que te suelten ahí. Siempre estás con una enfermera cuando estás en cursos bajos. Pero personalmente estás viendo cosas que nunca has visto y teóricamente tampoco te preparan", denuncia el joven.
Para evitar esa sensación, Emilio cree necesario que los profesionales que les acompañan cuando dan sus primeros pasos, deben tener la empatía suficiente con los estudiantes. "En el hospital, a veces, tienes la sensación de que sobras", lamenta el joven, que añade: "Hay de todo, en verdad quitamos mucha carga de trabajo y hay gente que se aprovecha y otra que te cuida. También hay gente que no te deja de hacer nada porque eres estudiante. Se supone que en la
Enfermería está integrada la
docencia y hay gente que no lo entiende, sentencia el futuro enfermero, que espera haber aprendido de lo que a "él no le ha gustado que le hicieran".
Posibles especialidades
Las prácticas que Emilio ha realizado en Salud Mental son las que más huella le han dejado. "Los
intentos de suicidio marcan un poco. Ves gente de tu edad y te planteas cómo pueden llegar a tomar esa decisión. También en el hospital, hay gente mayor a la que no le van a visitar", lamenta el asturiano, al que le resultaron muy valiosas las dos semanas que rotó en esta especialidad.
"En
Asturias, puedes escoger entre centros de salud, donde hay una comunidad terapéutica más avanzada porque los pacientes viven ahí; o ir a una unidad de agudos en Hospital. Y elegí esto porque también es una de la especialidad que me llama la atención y quería verla en su máximo esplendor", recuerda Emilio. Pese a que le gustó mucho su paso por la unidad, no sabe si apostará por esta especialidad en un futuro: "Me gustó la experiencia, pero los compañeros que se fueron al centro de salud me dijeron que, aunque en agudos hay más trabajo porque ves la enfermedad propiamente dicha actuando, allí hay menos intervención. Eso me tiró un poco para atrás", confiesa el joven, que añade: "Si me toca en un centro de salud en la que el paciente viene una vez al mes a pincharse un antipsicótico pues tampoco hay mucho que hacer ahí...".
Emilio, que tiene que entregar su trabajo fin de grado el próximo mes de mayo, todavía no ha decidido qué hará en los próximos meses: "Mi plan de futuro no lo tengo muy claro. Antes pensaba en el
EIR pero ahora tampoco me apetece mucho el tema de especializarme. Quizá prefiero coger experiencia laboral, trabajar unos meses y dentro de un año o así preparar el EIR", se decanta el asturiano, al que no le importaría especializarse en Salud Mental o
Comunitaria.
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