La lucha de
Enfermería se traslada hasta la residencia. Una nueva generación de futuros especialistas está accediendo al
EIR con afán de cambio, la mente llena de propuestas y las redes sociales como principal aliado. Una actitud que ha dado que hablar en la
última elección presencial para acceder a la formación sanitaria especializada, donde se han concentrado en las inmediaciones del
Ministerio de Sanidad para solicitar, a través de una declaración de intenciones, cambios en relación al sistema de la profesión. Una iniciativa que se materializó, en horas, por internet.
Bajo la bandera de
‘#ReconocimientoEIR, por unos cuidados especializados’, el grupo de nuevos residentes solicita aspectos muy claros: crear bolsas de empleo solo para EIR, reconocer económicamente los años destinados a la residencia, aumentar el número de las plazas ofertadas (durante la última convocatoria han sido
994 cupos, según los datos del Ministerio de Sanidad), e, incluso, sumar nuevas especialidades. “La más evidente la
Médico-Quirúrgica”, ha precisado a LA REVISTA de Redacción Médica
Juan Manuel Vázquez, uno de los coordinadores del movimiento.
Al menos, una de estas peticiones parece haber llegado a los oídos de Sanidad. Según ha afirmado Vázquez, el propio
director general de Ordenación Profesional del Ministerio, Carlos Moreno, ha dejado caer que estudiarán la posibilidad de aumentar el número de plazas de acceso a la formación sanitaria especializada para la próxima convocatoria. Sin embargo, la nueva generación de residentes no se conforma con las promesas, por lo que está valorando la posibilidad de pasar de un movimiento espontáneo a conformarse en una
institución más formal.
“Estamos en una
frase embrionaria, por lo que será necesario seguir coordinándonos a través de las redes sociales para definir cuáles serán los siguientes pasos de actuación”, apunta el coordinador de ‘#ReconocimientoEIR, por unos cuidados especializados’. De ahí que puntualice que la creación de una organización formal “será un aspecto que deberá
ser votado por todos los integrantes del movimiento”, al mismo tiempo que ha recordado que, hasta la fecha, “no hay una gran representación que se preocupe y actúe
por los intereses de los EIR”.
FORTALECER LA RESIDENCIA
Los movimientos del sector EIR coinciden con el proceso de modernización del modelo de formación sanitaria especializada por parte del
Ministerio de Sanidad. De ahí que un punto de entendimiento entre ambos podría permitir que se reme en la misma dirección. Uno de los ejemplos más claros radica en el
aumento de plazas EIR, una de las principales reivindicaciones de los futuros especialistas y una medida que ya tomó la administración pública durante la última convocatoria, en la que se ha pasado de
968 cupos a 994, un 2,6 por ciento más.
LAS PETICIONES DE LOS EIR
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Bolsas de empleo específicas para los EIR
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Reconocimiento económico por los años cursados en la especialidad
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Aumento de plazas EIR
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Creación de nuevas especialidades
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Garantías de que los tutores EIR son los más capacitados para la docencia
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Que el tiempo de la residencia puntúe en las bolsas de empleo
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Más ayudas económicas para promover la investigación
No obstante, los datos de la convocatoria 2016-2017 también revelan que algunas de las especialidades cuentan con una presencia mínima dentro del
Sistema Nacional de Salud (SNS). Este es el caso de
Enfermería Geriátrica que solo dispone de 19 vacantes que están abiertas en ocho comunidades autónomas y ausente en regiones como
Andalucía, Comunidad Valenciana, Canarias, Cantabria, Extremadura y Murcia, entre otras.
No se trata de un caso aislado. Los residentes de
Enfermería del Trabajo solo disponen de
17 plazas que están presentes en cuatro comunidades (Andalucía, Castilla y León, Comunidad Valenciana y Murcia) y una ciudad autonómica (Ceuta). Una situación que, si bien se ve menguada en las disciplinas más populares como
Obstétrico-Ginecológica, es digno de análisis. Así los datos no pasan por alto que no hay cupos para matronas en Navarra, así como tampoco existen en Cantabria o La Rioja para
Enfermería de Salud Mental o en Cantabria o La Rioja para
Enfermería Familiar y Comunitaria.
Con este escenario, los EIR podrán encontrar un aliado en las
sociedades científicas. No por casualidad las
Comisiones Nacionales de la Especialidad solicitaron que, para la actual convocatoria, se abrieran un total de 1.512 vacantes para los futuros especialistas
(130 menos de las solicitadas en 2015-2016). Unas cifras que, si bien se adaptan mejor a las peticiones de los residentes, no han tenido eco en las propuestas de las
comunidades autónomas, quienes fueron las que apostaron por un total de
995 plazas para este año.
Aunque la oferta final suele aproximarse más a las propuestas de las autonomías, quizá, al unir esfuerzos las sociedades científicas y residentes, puedan cambiar la decisión de la
Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud.
MINISTERIO Y COMUNIDADES
Para
Mar Rocha, portavoz del sindicato enfermero Satse, el que no existan las plazas de especialista suficientes supone "cortar las alas a los enfermeros que quieren formarse". A su juicio, la solución pasa porque "las
unidades docentes vayan creciendo para dar cabida a futuros especialistas y que la convocatoria de plazas sea acorde a las
necesidades del propio sistema".
Mar Rocha, portavoz del sindicato enfermero Satse.
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Acerca de quién tiene la potestad de solucionar el problema, Rocha reparte la responsabilidad: "El
Ministerio de Sanidad debe convocarlas y las comunidades autónomas deben dar cabida a estas plazas". El marco para llegar a este acuerdo e impulsar las especialidades en todas las autonomías debe ser el
Consejo Interterritorial, según el portavoz. Además, aboga por que se cree de manera específica la figura del "
enfermero especialista de una manera real y concreta en cada uno de los servicios de salud".
En la actualidad, la situación es que "hay muchas comunidades autónomas que tienen creadas las categorías como las de
Salud Mental, Enfermería del Trabajo o Familiar Comunitaria, pero muchos no tienen reconocimiento retributivo". Considera que esta situación es desmotivadora para los propios estudiantes que se plantean la especialización. "Además, es
un coste para el sistema", puntualiza.
Las peticiones de los enfermeros y
nuevas generaciones de residentes no se quedarán enmarcadas en el acto de asignación de plazas. Al contrario, se prevé que aumenten con la consolidación de los
movimientos más juveniles. Los esfuerzos de los próximos meses serán fundamentales, no solo para convencer a la
Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud sobre la necesidad de abrir más plazas, sino incluso para fomentar más especialidades y alcanzar un reconocimiento que, hasta la fecha, afirman no tener dentro de
Sistema Nacional de Salud.
Desarrollar las existentes antes que crear nuevas
Para Satse, antes de crear nuevas especialidades, la mayor prioridad de la Administración debería ser que "las siete que ya están reconocidas tengan sus propias categorías", según explica Mar Rocha. Además, exige que "el programa de la de enfermería quirúrgica se desarrolle porque a día de hoy sigue parado". Aunque la demanda de la creación de nuevas especialidades es compartida por Satse, "la urgencia ahora mismo es que se dé impulso y categoría inmediatamente a las 7 especialidades que ya existen", insiste Rocha.
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