“Quiero curarme”. Esa era la única petición de Oliver Sánchez, un niño venezolano de 8 años que luchaba contra el cáncer en un país donde la escasez de medicamentos es una sentencia de muerte para quienes combaten alguna patología. A pesar de que su imagen en una manifestación se volvió viral en las redes sociales, la crisis sanitaria que padece la nación dirigida por Nicolás Maduro adelantó su fallecimiento, silenciando sus sueños de convertirse en bailarín o bombero. Su caso, sin embargo, es uno de los miles que, a diario, ocurren en el país caribeño. Desesperados, los venezolanos anhelan que la ayuda internacional les ofrezca las oportunidades que su gobierno ha sido incapaz de conquistar en casi dos décadas al poder.
La escasez de medicamentos en Venezuela alcanza una tasa del 85 por ciento, según los datos de la Federación Farmacéutica Venezolana, lo que evidentemente ha generado un repunte de la mortalidad en los centros sanitarios. En 2015, el número de fallecimientos en los hospitales se incrementó un 31 por ciento en adultos, mientras que han llegado a duplicarse entre los neonatos, tal y como apuntan las propias cifras oficiales del Ministerio del Poder Popular para la Salud.
Recoleccion de medicamentos en la Puerta del Sol (Madrid).
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El representante de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida), Francisco Valencia, ha asegurado que hay más de 200.000 personas en condiciones críticas de salud que están afectadas por la escasez. "No hay forma de responder a los pacientes porque no se consiguen los medicamentos", precisa. En este sentido, se mantiene en línea con las críticas que también se han manifestado desde el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), donde se apunta que más de 3.000 mujeres no cuentan con los medicamentos para tratar enfermedades graves.
La política económica de implementar un control del cambio monetario ha imposibilitado la opción de la importación de medicamentos (lo mismo que ocurre con los alimentos y otros productos de primera necesidad), ya que el gobierno venezolano adeuda más de 3.000 millones de dólares (unos 2.643 millones de euros) a las farmacéuticas y laboratorios que han importado fármacos para abastecer a la población. Al mismo tiempo, los altos representantes del ‘Socialismo del Siglo XXI’ no han establecido medidas que sean capaces de solucionar la crisis sanitaria, lo que ha dejado en jaque a los ciudadanos que requieren de un tratamiento.
A pesar de que la ministra venezolana de Salud, Luisana Melo, ha asegurado que China ha donado 96 toneladas de medicamentos al país, los efectos no han sido percibidos por la población. Esta medida “puede ayudar durante dos o tres semanas, pero es totalmente insuficiente para atender las necesidades de los 301 hospitales y los 12.000 ambulatorios con que cuenta el país”, aclara el presidente de la Federación Médica Venezolana, Douglas León Natera.
Los más perjudicados por la situación son quienes requieren tratamientos contra el cáncer o son portadores del VIH, hipertensos o diabéticos. Para intentar ayudarles, los partidos políticos opositores, las asociaciones civiles y las organizaciones no gubernamentales (ONG) se han coordinado con la finalidad de organizar el envío de los medicamentos básicos que puedan ayudar a los venezolanos a vivir durante algunos años más.
la crisis sanitaria, en cifras
Más de 200.000 venezolanos sin acceso a los medicamentos necesarios.
Más de 3.000 mujeres carecen de medicamentos para tratar enfermedades graves.
Un 85 por ciento de desabastecimiento de medicamentos.
Aumento del 31 por ciento de las muertes hospitalarias en adultos y del 100 por cien en neonatos.
La deuda estatal con las farmacéuticas asciende a los 3.000 millones de dólares.
Más de 15.000 médicos han emigrado en los últimos años por la situación nacional.
Más de 400.000 españoles radicados en Venezuela padecen los efectos de la crisis humanitaria.
Uno de los puntos estratégicos en la lucha contra el desabastecimiento de medicamentos es España. Desde la ONG Venezolanos en España se ha organizado una recolecta de suministros sanitarios en la madrileña Puerta de Sol para ser enviados y distribuidos dentro del sistema de salud del país caribeño. En solo un día han logrado almacenar cinco toneladas de ayuda humanitaria, la cual se sumará a la que ha ido siendo enviada desde otros destinos como “Estados Unidos, Italia, Francia, Alemania, Colombia y México”, según ha indicado a LA REVISTA de Redacción Médica el presidente de la organización, Alberto Pérez.
Alberto Pérez, presidente de Venezolanos en España.
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La iniciativa, sin embargo, no es puntual. “Antes de que se llegase a la actual crisis humanitaria, los venezolanos que vivimos en Miami y Madrid decidimos ayudar a quienes estaban atravesando esta situación de desabastecimiento en Venezuela. A través de las asociaciones civiles que tenemos registradas en diferentes países fuimos pidiendo los permisos y solicitamos el apoyo de la sociedad. Llegando a ser un éxito tanto por el volumen de ayuda recopilado, así como por la unión de todos los venezolanos para colaborar a sus compatriotas”, explica Pérez.
El procedimiento aplicado en Madrid, así como en las otras ciudades del mundo, inicia con la selección de un punto estratégico donde las personas puedan acudir con grandes comodidades. Una vez recolectados los productos, son llevados a un almacén, donde son organizados, categorizados y empaquetados de forma correcta para garantizar que los medicamentos lleguen en buen estado. En menos de una semana, todos los recursos son enviados a través de servicios de envío privados hasta las sedes de las organizaciones civiles en Venezuela, donde se realiza la distribución entre los centros sanitarios más necesitados.
El modelo implementado ha logrado dar una bocanada de aire a los pacientes. Además de las cinco toneladas de medicamentos recopilados en Madrid, la iniciativa también ha sumado cerca de 100 toneladas a través de las jornadas organizadas este año en Brasil, Colombia, Panamá, Canadá y Chile. A las que habrá que sumar las obtenidas en México y otras naciones de la región latinoamericana. No obstante, habrá que esperar hasta el 18 de junio cuando se conocerán los resultados globales de la campaña #RescateVenezuela.
Pérez considera que el gran respaldo responde a un proceso natural. “Los venezolanos ya conocemos de primera mano lo que sucede, tenemos familiares que siguen en el país y que padecen esta situación. Pero también hemos contado con el apoyo de algunos de los partidos políticos españoles que se han solidarizado con esta causa, como el Partido Popular, PSOE y Ciudadanos, además de las propias instituciones de la Administración Pública”, indica. En este sentido, recuerda que la ayuda no solo es para los oriundos, “sino también para esos 400.000 españoles que aún siguen viviendo en el país y que padecen la misma situación”.
Desde Venezolanos en España estiman que, ante el éxito de la actual convocatoria, −en la que han participado la esposa del preso político Leopoldo López, Lilian Tintori, así como el cantante Carlos Baute y el secretario ejecutivo de Sanidad y Servicios Sociales, José Ignacio Echániz− prevén que haya repeticiones en otras ciudades de España y en el resto de Europa. Sin embargo, aún queda un reto mayor: vencer las trabas impuestas por el gobierno venezolano contra la ayuda internacional.
Ayudas coordinadas
En un intento de facilitar el acceso de los medicamentos desde el exterior, la Federación Médica Venezolana ha exhortado a los representantes políticos del país a que permitan la ayuda internacional. La petición, sin embargo, no parte de ellos solos, sino que el Foro Iberoamericano de Entidades Médicas (FIEM) ha dado su total apoyo a la medida, por lo que se suman, en su totalidad, las corporaciones médicas de España, Portugal y 19 países de Iberoamérica.
Específicamente, solicitan unánimemente al Gobierno de Maduro que “permita la ayuda internacional urgente de organismos afines y gobiernos de países amigos, mientras se disponen de los recursos económicos necesarios para resolver este desabastecimiento y restituir la asistencia médica adecuada y la dotación farmacológica”.
“Es una gran satisfacción contar con el apoyo de los colegas latino-iberoamericanos en esta grave situación que afecta a la salud en mi país, donde el 95 por ciento de las medicinas no está disponible en hospitales, tanto públicos como privados, así como en farmacias urbanas y rurales”, según manifestó Douglas León Natera, quien permaneció seis días en huelga de hambre para denunciar las restricciones al acceso de material médico-quirúrgico y de medicinas que sufre la población.
La decisión de algunas instituciones y organizaciones civiles de enviar medicamentos también ha sido aplaudida por el FIEM. En este sentido, han querido “manifestar mediante el presente acuerdo nuestra solidaridad y apoyo a las acciones que está realizando el pueblo y los médicos venezolanos, para obtener los insumos, materiales médico-quirúrgicos, equipos y productos farmacéuticos que permitan solventar la crisis y restituir la salud de los venezolanos”.
Los venezolanos están muriendo ante un gobierno que observa impasible cómo colapsa su sistema sanitario. Las ayudas más básicas, sin embargo, pueden cambiar el rumbo en la historia de una persona, ya sea una madre que aún es muy joven para abandonar a su hijo en este mundo, un abuelo que ve sus días acortarse a mayor velocidad o, incluso, otro niño como Oliver Sánchez, quien debe renunciar a vivir todos los años que tiene por delante porque no cuenta con las herramientas para combatir su enfermedad.
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