“La medida intenta aunar dos situaciones. Por un lado, la falta de profesionales en especialidades como
Medicina de Familia, Pediatría y Obstetricia, tanto a nivel asistencial como en hospitales comarcales. Y por otra, acabar con la problemática de los residentes, que se forman durante cuatro o cinco años y acaban en la calle haciendo contratos de un mes revisables”. Pilar Rodríguez, vicepresidenta de
SEMG, resume con estas palabras el proyecto que intenta sacar adelante el
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad junto con las comunidades autónomas, quienes barajan “obligar” a los médicos residentes a trasladarse a zonas rurales para paliar la falta de especialistas durante un año cuando hayan finalizado su
MIR: “No estamos de acuerdo con esa obligatoriedad, lo vemos más como una oportunidad de trabajo y estabilidad laboral”, explica Rodríguez, que añade: “Es una ocasión para mejorar la situación de personas que terminan la residencia y entran en la dinámica de contratos por días”.
La
propuesta llevaría asociada la creación de un registro para determinar cuáles son esos puestos de difícil cobertura y conocer las necesidades reales de las especialidades que deberían ser cubiertas. “El registro de puestos de mayor penosidad es bueno si se hace algo con la información como compensar o incentivar a las personas que desempeñan sus trabajos ahí, no sólo indentificarles”, recalca la vicepresidenta de
SEMG, quien también alerta de la necesidad de hacer modificaciones en la legislación: “Hay una serie de problemas y es que tal y como están los contratos en muchas comunidades no se puede llevar a cabo. Además, están las listas de espera de llamamiento para las plazas de larga duración, por lo que habría que saltarse esas listas o habilitar una normativa. Se necesita implementar cambios en los llamamientos y las contrataciones. Si no, no sería posible”.
El documento previo a la
Comisión Delegada que se celebra antes del
Consejo Interterritorial contempla una modificación del
Real Decreto 1146/2006, que regula la relación laboral de residencia para la formación de especialistas en Ciencias de la Salud.
A favor
Pilar Rodríguez, vicepresidenta de SEMG
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“La medida me parece adecuada porque la formación o el ejercicio profesional no solo se hace en grandes hospitales, también hay que hacerlo en hospitales más periféricos, comarcales o provinciales”, explica
Ismael Sánchez, presidente del
Colegio de Médicos de Teruel. “Nosotros tenemos muchas dificultades para cubrir las plazas de especialidades tanto en hospitales como en Atención Primaria. El
Hospital de Alcañiz y el de Teruel tienen esa problemática”, explica el doctor, que valora positivamente la noticia: “Aunque los medios o el personal no sean los mismos, hay que saber adaptarse a las necesidades del paciente y a los recursos que tienes para darle respuesta, distintos a los que puede haber en un gran hospital. Me parece muy oportuno, lo mismo que en Atención Primaria”.
Para Sánchez, es fundamental conocer también cómo funcionan los hospitales alejados de las grandes ciudades: “Hay que formarse en consulta ordinaria y urgencias a nivel rural porque la situación cambia. No es lo mismo atender a un paciente con grandes medios que con las manos y poco más. Hay que estar adiestrado y conocer ese mundo, es importantísimo”, considera el presidente de los médicos en Teruel, que añade: “Yo siempre digo que hay cirujanos que sólo se ocupan de cáncer de colon porque en el servicio se van súper especializando y cada uno hace una cosa. Sin embargo, en un hospital pequeño, un día les toca hacer una apendicitis, otro una cistitis y el siguiente una peritonitis perforada. El abanico de
patologías es mucho mayor y hay que dar solución”.
Escasez en Primaria
Félix Peña, coordinador del
Centro Salud Monreal del Campo, en la provincia de Teruel, cree que sería “fantástico” tanto para los residentes como para el centro, donde trabajan ocho médicos y siete enfermeras y en vacaciones se tiene que hacer cargo del doble de población. “El invierno es más llevadero pero en verano no hay sustitutos para cubrir a todos y tenemos que doblar”, explica el doctor que, afortunadamente, sí cuenta con un refuerzo: “Tenemos estudiantes de Medicina pero no es lo mismo, porque el MIR puede hacer tratamientos y no hay ningún problema”, añade el médico de Atención Primaria. Como Sánchez, ve una ventaja para los residentes el poder aprender de los métodos utilizados en zonas más rurales: “Ellos verían unas patologías más leves de las que están acostumbrados en el hospital, donde se acostumbran a patologías más severas. Aquí son más del día a día”
Además, los medios también son más limitados. “En el hospital tienes las
pruebas diagnósticas: ecógrafos, rayos…y aquí tienes las manos y un fonendo, que es muy distinto. A ellos les vendría muy bien”, considera Peña, que bromea con alguna situación vivida con médicos que llegan de hospitales más grandes como el Servet: “Cuando viene un médico nuevo que acaba de terminar su residencia le tenemos que parar los pies para que no pida tantos análisis o pruebas diagnósticas”.
"Hay problemas de plazas sin cubrir. Si el sistema no motiva a los médicos, se van a otra comunidad o al extranjero", explica Pérez
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También hay extensiones rurales en Castilla León y Asturias en las que los médicos tienen que hacer un esfuerzo extra para cubrir todas las necesidades de su zona. “La mayoría de los médicos están sobrecargados, sobre todo en medios rurales como en La Bañeza, Astorga, Riaño, Don Juan…Cuanto más pequeños, menos médicos y más problemas puede tener. En Castilla y León hay de los mayores índices de consultorios rurales -3650 centros- y el médico no para de danzar con su coche por todos los sitios, y eso deteriora en definitiva la asistencia”, explica
José Luis Díaz, presidente del
Colegio de Médicos de León, que añade: “Hay problemas importantes de plazas sin cubrir. Si el sistema no motiva a los médicos, se van a otra comunidad o al extranjero. En la crisis que hemos tenido, también con las jubilaciones indiscriminadas, hay sectores con algunas especialidades y Atención Primaria rural que está habiendo un
déficit importante de médicos, con lo que supone una sobrecarga para el resto y un prejuicio para todos los ciudadanos”.
Incentivar al profesional
Para paliar este déficit de especialistas, el ministerio y las autonomías plantean diferentes incentivos profesionales que rebajen los posibles peros de los sindicatos contra la “obligatoriedad”, desde una mejor baremación a incentivos económicos, pasando por ayudas a becas o proyectos de investigación. “Si se incentivase igual en todas las comunidades autónomas no habría problema. Y
si encima quieres obligarles es un desastre, hay que sacar concursos para esas plazas”, insta Pérez, que añade: “Estaríamos a favor de que a los médicos se les incentive y se les motive a quedarse con concursos de traslados y oposiciones, no por el artículo 33, por el hecho de haber hecho la residencia”. En este sentido, en la propuesta que bajaran las autoridades, se ha fijado la necesidad de hacer
OPE y concursos de
traslados periódicos para incentivar la movilidad.
Sánchez, considera positivo que la medida conlleve incentivos: “En un sitio pequeño, todo cuesta más y requiere más esfuerzo. Soy partidario de que hay que tratarlo de diferente manera y posibilitar que esa formación se vaya adquiriendo. Estar en un sitio más alejado de tu medio supone un esfuerzo personal que puede estar primado. No tiene por qué ser un incentivo económico, con que se posibilite la
formación y la investigación puede ser suficiente”, considera el presidente de Teruel, que sí que cree que “vivir en un sitio pequeño es un esfuerzo económico para toda la familia y hay que compensarlo”. Su compañero,
Javier Laguna, no lo cambia por nada: “Estuve haciendo la residencia en el hospital y cuando acabas, eliges. Yo podría haber buscado quedarme en Urgencias pero me gustaba más la Atención Primaria, y más la rural que la urbana, donde el contacto con los pacientes es más cercano”.
Opinan los residentes
Santiago Taboada, MIR miembro del Grupo de Residentes y Jóvenes Especialistas (RYJE) de la SEMG
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Santiago Taboada, MIR miembro del Grupo de Residentes y Jóvenes Especialistas (RYJE) de la
SEMG, está haciendo la residencia en un centro de salud de Lugo y ha recibido con agrado la propuesta: “Aquí intentas que el paciente pueda manejarse en su zona y evitar todo lo posible que llegue al hospital. Tal y como está actualmente la situación, en un mismo mes puede haber varios médicos distintos y se ve claramente que los pacientes en vez de querer ir a ver a su médico, al que no conocen porque se lo cambian, acudan a urgencias de hospital y es un motivo de la masificación. Yo estoy encantado de trabajar con un cupo en
zona rural. La gente suele ser más agradecida que en las ciudades”, explica el MIR, quien considera óptima la estancia de un año que se baraja en la propuesta: “Me parece un tiempo adecuado porque actualmente podía ser de uno a tres meses y poder subirlo a seis meses me parecería bien”.
Taboada, de 28 años, no dudaría en trasladarse al acabar su
residencia: “Si me ofrecen un contrato de larga duración a mí sí que me gustaría... Si no fuera obligatorio, la alternativa que te queda es ir acumulando contratos de corta duración que yo creo que son peores”. Mercedes Portillo, sin embargo, no está tan de acuerdo con el exilio rural: "A mí no me parece bien que sea obligatorio, debería haber alguna estimulación o algo, porque hay gente que, por ejemplo, tiene a la familia en la ciudad"; argumenta la joven, que aún espera la nota de su examen MIR. "No creo que se vayan a atrever a hacerlo obligatorio, hay mucha gente en contra".
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