Andrés García León, jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular en el
Hospital Valme de Sevilla, es el coordinador del estudio pionero en el mundo e hito de la sanidad pública andaluza sobre la
implantación de segmentos venosos realizados a medida para el paciente a partir de venas procedentes de un donante fallecido, modificadas mediante ingeniería tisular, y poder tratar de este modo la insuficiencia venosa profunda.
Tal y como señala García a
Redacción Médica, el proyecto "es un trabajo en red entre varios hospitales de Andalucía y con muchos equipos involucrados", ya que tanto para realizar el implante venoso como su desarollo y administración en el ensayo clínico en pacientes es necesario la colaboración de un
equipo multidisciplinar: desde profesionales clínicos hasta expertos en teconológia y regulación.
La selección del Hospital Valme para coordinar el proyecto comenzó con la llamada de la empresa sueca Verigraft AB en el año 2017, que ya contaban con los resultados de los estudios en animales y que decidió contactar con García León y su equipo a raíz de su experiencia en terapias avanzadas.
¿Cómo se trasplantan venas a medida? Así es la técnica utilizada
Mediante técnicas de ingeniería tisular
"cogemos una vena sana del paciente donante fallecido, que generalmente no tendría ninguna utilidad para otro tipo de recontrucciones" y se elimina la célula de dicho donante con un bioreactor. Posteriormente, "desceluralizamos la vena sana" y cuando tenemos un receptor le realizamos una
extracción de sangre periférica, "como cuando se dona sangre", y con ella en el bioractor se vuelve a implantar. "Es decir, se hace una siempre de células, transformamos una vena ajena en una propia", explica García a este periódico.
Además, tras el alta médica, prevista a los dos o tres días de la intervención, el paciente tiene que seguir un
tratamiento anticoagulante durante un año, tiempo en el que se comprueba la funcionalidad del trasplante, y donde se va realizando un seguimiento para comprobar la viabilidad de este segmento vascular que se le ha implantado.
¿Cómo se identifican a los pacientes adecuados?
Los pacientes candidatos son enfermos que acuden a la consulta de Angiología y Cirugía Vascular y, mediante una ecografía, se detecta una
disfunción de la vena femoral y son diagnosticados de una son diagnosticados de una insuficiencia venosa profunda. "Posteriormente, hay que descartar una serie de factores de riesgo para poder ser operado", añade el facultativo.
El ensayo, que actualmente se encuentra en fase I en España, tras recibir la autorización de la Agencia de Medicamentos y Productos Sanitarios en diciembre de 2020, ya ha realizado su primera intervención en el Hospital Virgen de las Nieves, centro colaborador de la investigación. El estudio completo incluirá a 14 pacientes más, con edades comprendidas entre los 18 y los 75 años, con insuficiencia venosa crónica del sistema venoso profundo.
Esta terapia, según afirma García León
"ofrece garantía de éxito en el futuro", ya que "hasta la fecha la única vía terapéutica que se le podía ofrecer a esos pacientes era llevar de por vida una media elástica de compresión fuerte o intentos fallidos de reconstrucción quirúrgica de las válvulas de una vena enferma".
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