Rusia ataca Ucrania. Sobre las 6 horas de este jueves en Moscú, el presidente ruso,
Vladímir Putin, ha anunciado el inicio de una "operación militar especial" en el Donbás. Minutos después ya se registraron grandes explosiones en varios puntos del este de Ucrania, desde Sloviansk y Kramatorsk a Járkov, a 30 kilómetros de la frontera con Rusia. En medio de una escalada de contagios de Covid-19 en la zona y las deficiencias sanitarias provocadas desde la primera intervención rusa en Ucrania, en 2014, la guerra recrudece el
acceso a una sanidad de calidad en el este del país.
La población padece una crisis humanitaria permanente con un fuerte impacto en sus vidas desde hace siete años: desde restricciones en su movimiento, a poca disponibilidad de medios básicos de vida y graves consecuencias para la salud. Así lo asegura
Médicos del Mundo, que trabaja en la línea de contacto que separa las autoproclamadas repúblicas desde 2014, y está "
gravemente preocupada" por las importantes consecuencias de esta escalada del conflicto.
Hasta ahora, la población civil ya vivía con
infraestructuras dañadas, servicios públicos deficientes y una situación económica difícil, así como falta de oportunidades. "El sistema de salud se prepara para
absorber un posible desplazamiento relacionado con el conflicto, que conllevaría un alto impacto en las instalaciones de salud, recursos humanos y financieros", asegura
Sameh Kirollos, coordinador médico en la misión de Ucrania de Médicos del Mundo, en una entrevista a
Redacción Médica.
¿Cómo son los pacientes del este de Ucrania?
El 30 por ciento de la población de la zona son personas mayores y hay serias dificultades para tratar
afecciones crónicas. Debido a las restricciones de movimiento, acrecentadas por la pandemia, hay lugares donde el único medio de transporte público disponible es un autobús a la semana y alrededor del 35 por ciento de los centros de Atención Primaria han sido
dañados debido al conflicto, unido a la falta de recursos del sistema sanitario.
La situación sanitaria se enfrenta, además de las consecuencias del conflicto, a tres capas de complejidad: la pandemia, la reforma de salud y la descentralización. El este de Ucrania vive un
pico de contagios vinculado a la variante Ómicron y las coberturas de vacunación tan solo han alcanzado el 15 por ciento en Donetsk y el 13 por ciento en Lugansk, las más bajas del país.
La reforma de salud, iniciada en 2018, tiene el objetivo de "
optimizar los recursos y transformar el modelo financiero", según Kirollos. Por ello, debe solucionar la
escasez de médicos de Atención Primaria, ya que muchos facultativos están en edad de jubilación; mejorar las infraestructuras y servicios públicos; aumentar el número de farmacias y las que se integran bajo el Programa de Medicamentos Accesibles; y tener en cuenta factores demográficos.
Por último, la descentralización consiste en la reforma del gobierno local y la organización territorial para crear "un sistema de gobierno local eficiente y responsable, capaz de garantizar un entorno de vida cómodo y seguro para las personas en Ucrania". No obstante, esta medida ha provocado que se fusionen comunidades sin vinculaciones previas y la
pérdida de personal.
"Las tensiones recientes aumentaron el
nivel de ansiedad de los ucranianos, que comenzaron a recordar lo que pasó hace 7 años y lo que puede pasar después", relata el coordinador médico. La situación ha empeorado con la pandemia, que ha hecho que estas personas pierdan círculos de apoyo y dificulten incluso la posibilidad de cobrar la pensión, ya que tienen que desplazarse a un territorio controlado por el Gobierno.
¿Qué funciones lleva a cabo Médicos del Mundo?
El número de personal médico también preocupa a Médicos del Mundo, que asegura que Donetsk y Lugansk son las áreas rurales con menos enfermeras y médicos. No obstante, a la escasez de profesionales sanitarios hay que sumar que el 60 por ciento de médicos de Atención Primaria están en
edad de prejubilación o jubilación. Y el futuro no es halagüeño, avisan, ya que la mayoría de los médicos y enfermeras de las nuevas generaciones se sienten más atraídos por trabajar fuera de la línea de contacto.
La misión en Ucrania de Médicos del Mundo está compuesta por 75 miembros, que durante seis años han realizado
124.000 consultas de salud y salud mental. En paralelo con el conflicto, la asociación ha ido invirtiendo en la remodelación de los centros de salud con los equipos y consumibles necesarios, ha ampliado su alcance durante la pandemia y ha ofrecido servicios de rastreo y salud mental.
Por todo ello, Médicos del Mundo pide al gobierno ucraniano que aumente su apoyo a las personas que viven en las regiones afectadas por la crisis y que
refuerce el personal sanitario. "Se debe garantizar la libertad de movimiento y la seguridad de la población civil, así como del personal médico y humanitario. La ayuda humanitaria es una prioridad, las instalaciones y el personal sanitario deben
recibir protección de todas las partes", concluye Kirollos.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.