Sofía Álvarez, psiquiatra en el
Hospital de Basurto, se convirtió el pasado 26 de septiembre en la última ganadora del famoso concurso
Pasapalabra. La concursante, que completó el 'Rosco' y logró hacerse con el premio de 466.000 mil euros, recuerda ese momento con mucha ilusión. "Cuando me empezó a caer el confetí del techo pensé 'no puede ser, lo he completado", reconoce Álvarez a
Redacción Médica. Un premio que todavía no sabe a qué ira destinado, salvo a irse de viaje con toda su familia a Nueva York.
La facultativa asegura que "era seguidora del programa, especialmente de la prueba del Rosco", pero que el verdadero fan del programa es su padre. "Cuando lo está viendo se enfada si le llamas", afirma entre risas. Por esa razón, cuando un día al salir del su turno en el hospital, le dijeron que "estaban los de Paspalabra haciendo el cásting en el FNAC", decidió acercarse.
"Nadie me animó a presentarme, lo decidí yo. Me presenté al casting sin preparármelo", asegura Álvarez. "Una vez una amiga me dijo que cuántas cosas inútiles conocía, me hizo gracia aquello, y aunque a mí no me parece que saber sea inútil, fue una motivación para ir al programa", reconoce.
En cuanto a cómo vivieron sus
compañeros sanitarios su participación en el concurso, la facultativa afirma que "le apoyaron todos, aunque algunos no terminaban de verlo y me decían que igual me exponía mucho". "Ellos vivían mucho el concurso y también se frustraban cuando fallaba o me quedaba a pocas palabras". Ante esta situación Álvarez reconoce que "les decía que me dejaran, que bastante rabia me daba a mí no sabérmelas". De hecho, sobre cómo estudiaba para cada programa, reconoce que lo hacía a través de
"la RAE y el diccionario María Moliner".
"Estar en ambos sitios fue agobiante, pero tenía ganas"
Con respecto a cómo compatibilizó su participación en Pasapalabra y su profesión como psiquiatra asegura que "fue difícil".
"No hay especilista sin trabajo, pero encontrar sustituto tampoco es fácil", reconoce la facultativa, que asegura que "estar en ambos sitios fue agobiante pero que cuando uno tiene ganas saca tiempo de donde sea". Aunque cuando regresó al trabajo después de ganar el premio "todos mis compañeros me recibieron entre aplusos, que creo no merecer", reconoce Álvarez.
Por último, en cuanto a su trabajo como sanitaria reconoce que "la pandemia del Covid-19 no ha servido para desestigmatizar la salud mental" ya que ella nunca ha sentido que sea "un tema tabú". "No todo tiene que ver con la Psiquiatría o son asuntos médicos, muchas veces tienen más peso las circustancias que rodean a de cada uno". Además, la facultativa asegura que le hizo especial ilusión la carta que recibió del
Consejo General de Médicos para felicitarla por su paso en Pasapalabra.
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