La protección de los españoles frente al
sarampión comienza a decaer a partir de los 10 años de edad, tendencia que se acentúa entre los 20 y los 29, según se desprende del segundo
estudio de seroprevalencia publicado por el Ministerio de Sanidad, que enfatiza la necesidad de buscar
“nuevas estrategias de vacunación” para la población a medida que se encuentra más expuesta a la infección.
El informe, que entre otros objetivos está destinado a informar sobre el
estado inmunitario por grupos de edad y sexo ante diversos tipos de virus, refleja un descenso de población con anticuerpos frente al sarampión
“hasta los 30-39 años”, algo que “puede deberse a la pérdida de protección serológica a medida que pasa el tiempo” desde la inoculación de la segunda dosis de la vacuna.
“Posiblemente por la ausencia de contacto con el virus salvaje”, añade el documento
En este sentido, indica que "será necesario evaluar la necesidad de nuevas estrategias de vacunación
a medio y largo plazo en ciertos grupos de población en función de su probabilidad de exposición".
Tal y como advierte el Ministerio de Sanidad, esta enfermedad
“constituye un importante problema de Salud Pública”, pues es de las “más transmisibles” y “continúa ocasionando una elevada mortalidad en el mundo a pesar de ser inmunoprevenible”. Aunque no es la única que vigila el Sistema Nacional de Salud. Los anticuerpos de la difteria, bacteria que afecta principalmente al tracto respiratorio, aumentan de forma progresiva hasta los 30 años, pero a partir de esa edad descienden “de manera importante”, probablemente por “la pérdida de inmunidad con el paso del tiempo”.
“Mejorar la vacunación frente a tétanos con vacunas combinadas
frente a tétanos y difteria (Td) en la población mayor puede contribuir a mejorar también la inmunidad frente a la difteria”, incide el estudio.
Mayor exposición a la Hepatitis E
Paralelamente, los resultados de seroprevalencia de anticuerpos frente al virus de la
hepatitis E obtenidos en este estudio "son
superiores a las estimaciones realizadas hasta el momento" en España, lo que sugiere una
transmisión continuada con mayor exposición en el pasado y persistencia de los anticuerpos en quienes han estado expuestos al VHE. El número bajo de casos de infección aguda detectados parece indicar que la infección por VHE en nuestro país pasa desapercibida en sus formas subclínicas o asintomáticas.
En lo que respecta a la hepatitis A, el informe refleja que
casi el 5 por ciento de los niños de entre dos y cinco años presentan inmunidad, algo que se mantiene hasta los 19 años, “por lo que probablemente se adquirió tras exposición natural” al virus en la primera infancia. “Esta situación de infección por el VHA en la infancia y el aumento de susceptibilidad en la población adulta pone de manifiesto la importancia de la vigilancia epidemiológica en la identificación de casos y en la rápida intervención en brotes para limitar la posible extensión”, añade.
En el mismo estudio se recoge la seroprevalencia de la población hacia otros tipos de virus, entre ellos la
rubeola. En este caso, la tasa es superior al 95 por ciento en todos los grupos de edad, especialmente entre las mujeres. “La alta inmunidad de la población asegura el mantenimiento de la eliminación de la rubeola en España”, incide. También existe una alta protección a nivel general en lo que respecta a la
poliomielitis y a la
Enfermedad meningocócica invasiva (tras la vacunación en la adolescencia).
Prevalencia del VIH
Respecto al VIH, la prevalencia global de infección obtenida en este estudio “es inferior a otras estimaciones realizadas”. “Las características de la población estudiada,
con menor representación de los grupos de población más expuestos, puede justificar la obtención de una estimación inferior a la de la población general”, sentencia.
En España viven aproximadamente
entre 130.000 y 170.000 personas con sida. En 2018 se diagnosticaron 3.244 nuevos casos de VIH con una tendencia ligeramente descendente en el periodo 2009-2018. Según el estudio, el 85,3 por ciento eran hombres, el 56 por ciento varones que tenían sexo con otros hombres (HSH). La mediana de edad al diagnóstico fue de 36 años y el 37,6 por ciento eran personas nacidas fuera de España. El 47,6 por ciento de los nuevos diagnósticos presentaron diagnóstico tardío.
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