El Consejo General de Enfermería (CGE) está luchando y trabajando para conseguir que la prescripción enfermera sea un hecho, independientemente de dónde trabaje el profesional. Los enfermeros que trabajan en la pública ya tienen la potestad de prescribir no solo productos sanitarios, sino también ciertos fármacos. Sus compañeros de las entidades privadas piden lo mismo para ellos.
Alberto Lado lleva ha trabajado en el ámbito privado desde que comenzó su carrera profesional en la década de los 2000. Ahora, desempeña su actividad en Cirugía General y en Urología en el Hospital HM Sanchinarro. Estos primeros pasos para conseguirlo lo considera “
de altísima importancia” y que va a conseguir que sea
un sistema más eficiente, tanto en la vertiente pública como en la de los aseguramientos privados.
Lado explica a través de su experiencia cómo no poder prescribir dificulta su labor diaria. Él es
estomaterapeuta y da pautas de manejo, hace el seguimiento y acompaña en todo el proceso de ostomía al paciente. Tras todo el proceso, el enfermo sale del hospital con una recomendación de dispositivos para utilizar, que suelen ser reembolsados por el SNS a través de una receta, pero que el enfermero no lo puede prescribir, sino que tiene que estar firmado por un médico.
"Estamos generando una duplicidad", resume. La prescripción conseguiría también no tener que depender de coordinar con un médico la confección de recetas.
El enfermero, además, recuerda que a finales de año se publicó una guía clínica para pacientes ostomizados en el BOE, donde quedan especificados determinados fármacos que los enfermeros pueden utilizar. Sin embargo, pese a esta guía clínica, no puede darle la receta al paciente y
esto conseguiría solucionarlo.
Pero esta situación no afecta solo a los enfermeros que trabajan para entidades privadas, sino
también a aquellos que ejercen el ejercicio libre de la profesión. Es el caso de José Manuel Martínez, que aunque se enfoca a la Enfermería Dermoestética, considera que su consulta ha evolucionado de tal manera que ahora
ofrece a sus pacientes un abordaje integral. Este sanitario afea que el proceso para conseguir que todos los profesionales de Enfermería puedan prescribir esté siendo tan lento. “Para los enfermeros que estamos fuera del hospital,
esta herramienta la necesitamos como agua de mayo”, defiende. Además, pide que se sigan ampliando el abanico de protocolos y guías en función también de las necesidades de aquellos que se dedican al ejercicio libre de la profesión.
Esta prescripción supondría un cambio de 180 grados para él y también una herramienta para poder comunicarse con los farmacéuticos. "Si no puedo prescribir se me está impidiendo de cierta manera involucrarme en el asesoramiento, seguimiento y valoración del paciente. Necesitamos abrir esta puerta para la evolución lógica de nuestra profesión con la consecuente mejora en la calidad de vida de pacientes".
Por otra parte, lamenta que ya hay otros profesionales como odontólogos y podólogos que ya están prescribiendo: “Somos los mejores enfermeros valorados en Europa y se nos está ninguneando en casa”, critica.
La prescripción no es un enfrentamiento entre pública y privada
"Esto
no se puede vender como una guerra entre lo público y lo privado porque todos somos parte del sistema, del Servicio Nacional de Salud (SNS). Creo que el modelo de confrontación constante es un error", explica Lado. Sí que considera que hay un agravio comparativo respecto a sus compañeros de la sanidad pública, pero que es un error de forma por parte de la Administración porque no dan el mismo valor. Además, incide en el sistema de mutualistas que pueden elegir cada año su entidad sanitaria y que está formado por tres millones de personas.
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