Los profesores de Ciencias de la Salud suelen repetir que la Medicina es una de las carreras con más salidas laborales. Lo que igual no se esperan sus alumnos es que les pueda llevar a descubrir continentes tan distintos como África o La Antártida. El ejemplo es la teniente
Nerea Alonso Cubillas.
Ella se graduó en Medicina en la Universidad de Cantabria en 2016. Pero en vez de optar por hacer el MIR como la gran mayoría de graduados de su promoción,
decidió opositar e ingresar en las Fuerzas Armadas como médico militar. Después vino un año de formación puramente militar por los tres ejércitos: en la Academia General Militar, en la Academia Básica del Aire y en la Escuela Naval Militar, tras lo cual realizó una f
ormación específica de Sanidad Militar en la Academia Central de la Defensa en Madrid.
Cuando finalizó la formación en 2019 escogió como destino el Regimiento de Infantería '
Arapiles 62' en San Clemente de Sasebas, en Gerona, donde está actualmente destinada. Allí explica que tiene su trabajo como médica general, pero con la posibilidad de ir a misiones al extranjero, como ha hecho y hará próximamente. "Es un mundo un poco desconocido, pero estoy encantada. Es una labor que n
os brinda la oportunidad de participar en misiones internacionales a las que no todos los médicos tienen la opción de ir", asegura a
Redacción Médica.
La Campaña Antártica
Ya ha estado de misión en Mali, en la que su función era
brindar la asistencia sanitaria de urgencia en ambulancia militar a todo el contingente de la coalición desplegado en el país. Este mes de diciembre se va a la Antártida, para lo que lleva meses preparándose. "Para la preparación de la
Campaña Antártica he tenido que prepararme no solo en funciones asistenciales, sino también en aspectos logísticos relacionados con el material sanitario", indica.
"Entre estas labores asistenciales se engloba el
impartir charlas de sanidad al resto de integrantes de la Campaña Antártica, realizar el pedido de medicamentos, valorar necesidades de nuevo material sanitario, y enviar a revisar de los aparatos de electromedicina para que certifiquen su operatividad y poder llevármelos en condiciones óptimas a la Campaña Antártica", relata.
Integrantes de la XXXIV Campaña Antártica del Ejército de Tierra simulando un traslado de un paciente en la camilla UT-2000.
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"Desplegamos un total de 13 militares, 1 ó 2 dependiendo de cada área -prosigue-. Para la mía, que voy como jefa de Sanidad, realizo unas jornadas de actualización específica, como son formación en ecografía, para la que he hecho un curso online,
jornadas de Odontología y jornadas de telemedicina. Es una formación complementaria a la Medicina porque allí no va a haber odontólogo. También me he formado en técnicas de Enfermería porque no habrá un enfermero en la base", relata.
Y si ocurren problemas médicos, allí dispone de
un equipo de telemedicina que
son el estratégico, el grande rugerizado, y uno táctico que es portáti. "Debo saber cómo funcionan, cómo conectarlos, encenderlos y establecer la conexión con España en caso de que fuera necesario", explica. Ante una urgencia, atendería al herido, mientras que el equipo de transmisiones conectaría con el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla. Los especialistas de este centro les irían señalando cómo poder atajarlo.
La 'adrenalina' que genera se la recomienda a cualquier estudiante o graduado que dude sobre qué vía escoger. "Deben pensar que
existen otras alternativas [al MIR] y esta es buena para la gente que le guste la disciplina, el deporte y vivir experiencias nuevas. Tienen la oportunidad de conocer los tres ejércitos, cambiar de destino, y
ejercer la Medicina general en un entorno más familiar y de compañerismo. Lo recomiendo sin duda", concluye.
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