La Revista

Médico de Primaria y 'rastreador': "A pesar de la vocación, tenemos pánico"

Los médicos de Familia se sienten desbordados cuando aún no han podido recuperarse de lo que supuso enfrentarse al Covid


31 jul 2020. 10.30H
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POR MARÍA GARCÍA
El pasado 21 de julio, en la Comunidad Valenciana, un médico de Familia atendió desde su centro de salud a unos 50 pacientes -muchos por teléfono y otros tantos de forma presencial- y a su 'agenda Covid', lo que implica otras tantas llamadas.

Se trata de un caso individual, pero no es anecdótico. A la gran carga de trabajo que ya de por sí soporta Atención Primaria, en algunas comunidades autónomas los médicos de este nivel asistencial son además los encargados de rastrear los casos de Covid-19. Continúan atendiendo de forma telefónica o presencial a los pacientes pero además deben seguir  a estos pacientes y comunicarse con sus contactos. Un trabajo que cuando se terminó el Estado de Alarma podía ser más residual, pero que ahora ha terminado por desbordarles con los rebrotes que está sufriendo la mayor parte del país. Sobre todo, cuando coincide con las vacaciones de compañeros y después de haber pasado unos meses en una situación totalmente crítica. 

"No es una paranoia nuestra; estamos acostumbrados a trabajar duro, pero hay compañeros que tienen ahora pánico"

"Los equipos que están actuando están sobrecargados. No están escuchando la voz de los que están abajo, ni sentimos que haya un diálogo fluido. Y si lo hay, no se escuchan las demandas que estamos haciendo", asegura Inmaculada Cervera, coordinadora del grupo de trabajo de Gestión Sanitaria y Calidad Asistencial de Semergen. 

"Creo que no es una paranoia nuestra. Estamos acostumbrados a trabajar duro. ¿Cuántas huelgas hemos hecho? Ninguna. Hemos aguantado todo y tenemos muchísima vocación. Pero tengo compañeros que con esa vocación en este momento tienen pánico; sufren trastornos de estrés postraumático u otras afectaciones psicológicas. Algunos dicen que no pueden más, que igual se cogen la baja por depresión porque es que realmente la padecen. Y aguantan porque ven que estamos bajo mínimos", asegura. 

Pero, con todo, se encuentran con pacientes en el centro que se enfadan, que piensan que está cerrado porque los médicos tienen miedo de ellos, no porque quieran protegerlos "Los poderes públicos tienen que comunicar y hacer pedagogía con la población para explicarles cómo se está gestionando la pandemia desde Atención Primaria: hay que indicarles que ahora los casos de coronavirus van a los centros de salud, no al hospital", asegura.  

Amenazas y violencia


"Estamos en una pandemia -prosigue-. Los temas menores ahora se pueden posponer. Pero hay una dejación de los poderes públicos. Y nos encontramos que nosotros [los médicos de Atención Primaria] estamos a los pies de los caballos. Que estamos realmente en la primera barrera con la sociedad, que no comprenden lo que hacemos porque no se lo explican, salvo a modo individual, cuando se lo indicamos. Pero a nivel social hay un rechazo a esa actitud. Incluso nos encontramos con amenazas y violencia", asegura.

"Y si no les ves -añade- se van a urgencias, donde nuestros compañeros también están sobrecargados por este motivo. No hay una pedagogía en la población, no se está explicando", concluye. Por eso, piden a los poderes públicos que se encarguen de explicar su trabajo. También más refuerzos para hacer frente al que tienen. 

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