Las horas de guardia, u horas complementarias, suponen un exceso de jornada que para muchos facultativos
pasa de ser una opción a una obligación. La falta de sanitarios, bajas de compañeros o la necesidad de
cubrir huecos acaba por extender las horas de trabajo hasta jornadas de 24 horas seguidas.
En el caso de los médicos de Emergencias, por ejemplo,
al sueldo base de 1.499 horas al año se podría sumar un total de 661 horas complementarias (dependiendo del año). Esta opción no se contempla como complementaria en esta especialidad, pues la
categoría de servicios mínimos abarca toda la jornada haciéndola obligatoria, tal y como informa a
Redacción Médica,
Álvaro Arribas, sanitario del Servicio de Emergencias Sanitarias 061 de La Rioja.
"Trabajamos a guardias, generalmente de 24 horas y cualquier día de la semana"
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Al exceso de horas, se suman a las quejas de los facultativos los
complementos de nocturnidad o festividad específicos. De este modo “si te tocase un domingo de 24 horas, que se considera como exceso de jornada, cobrarías 24 horas de complemento específico B sin nocturnidad ni festividad”. La diferencia salarial entre una jornada laboral y otra festiva, se situaría en el caso riojano en unos 133,52 euros, que sería el complemento por trabajar las 24 horas de un festivo.
Un cálculo que
no siempre es igual para todas las especialidades. Así, en el caso de los Servicios de Emergencias, cuya prestación es contínua, calcular lo que se cobra de lunes a viernes sería más complicado que sumar los datos de las tablas salariales.
"Trabajamos a guardias, generalmente de 24 horas y cualquier día de la semana”, señalan desde el Servicio de Emergencias riojano. Situación que puede llevar al límite a los propios sanitarios y que imposibilita la conciliación familiar o social.
Aun así, en muchos casos, realizar estas horas de guardia
pueden suponer el 50 por ciento del sueldo, lo que podría ser ejemplo de la baja retribución de los médicos españoles. A la hora de contemplar las guardias por comunidades autónomas, la diferencia salarial se agrava. Así, un sanitario de Canarias podría percibir por una hora de guardia
hasta casi 13 euros menos que su homólogo riojano.
Compaginar los horarios con una familia es otro de los mayores retos a los que se enfrentan los facultativos. Es el caso de
Rocío de Santiago, médico de Familia en Andalucía y madre de tres menores que, gracias a la reducción de jornada, puede ajustar su horario y atender a su familia.
Tal y como señala esta facultativa, "la mayoría de los compañeros, debido a lo poco que nos pagan por el horario de jornada habitual,
tenemos que hacer las horas complementarias para poder llegar a fin de mes". El hecho de hacer estas guardias de tardes o de noches implica
"necesitar una ayuda extra en casa", lo que supone "destinar el salario que ganas a las horas extra a pagar a esa ayuda". Así, como madre y profesional de la sanidad, De Santiago subraya cómo "sería perfecto que no tuvieras que decidir invertir tu sueldo en una ayuda en casa,
pudiendo elegir otras opciones más acordes a tus necesidades familiares, como más tiempo libre".
Calidad de vida por encima del salario
Las retribuciones complementarias que podrían ser vistas como aliciente no contentan de este modo a los médicos. Una posición por la que llegan a afirmar que
“a nivel personal, lo que busco como médico de Emergencias es más calidad de vida antes que remuneración”.
En su origen las horas complementarias suponían una situación en “expectativa de trabajo”. Pero la realidad las ha ido convirtiendo en una necesidad del propio sistema para cubrir huecos,
llegando a no respetarse horas de descanso o la propia salud de los facultativos. Es así como la situación se habría visto
empeorada por la crisis y la falta de médicos, que supone la “obligatoriedad” de cubrir el exceso de jornada que podría, en ocasiones, incluso avisarse el día antes de la propia guardia.
Desde Andalucía,
Rafael Ojeda, presidente del Sindicato Médico de Sevilla, expone como “el debate de las guardias es un tema que viene de lejos, las guardias son obligatorias porque se debe garantizar la cobertura asistencial las 24 horas, si no hubiera guardias habría que crear otro tipo de organización para que se cubrieran las horas”.
En este punto, Ojeda subraya cómo el sistema de guardias obligatorias “colisiona con el derecho del médico a una calidad de vida digna”. Para ello, entre las posibles opciones, el presidente del sindicato sevillano presenta la posibilidad de
“liberar a los facultativos con más edad”, sin que ello afecte a su
capacidad retributiva. “Hay que entender también que
las guardias suponen una importante parte del sueldo de los médicos, y muchos se ven obligados a hacer estas guardias sobre todo para tener un sueldo digno a final de mes”.
La decisión final pasa así para muchos entre
elegir un salario digno o tener un mínimo de calidad de vida. Una elección que, tras la crisis sanitaria, se acrecienta y pone más peso en la posibilidad de estar más tiempo junto a la familia y amigos. Pues, aunque la Medicina es una vocación, muchos médicos no se plantean canjear su vida solo por una cuestión monetaria
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