Los
problemas de salud de los jóvenes que acuden a la
Universidad son una de esas problemáticas silenciosas que pesan sobre nuestra sociedad. Son invisibles a los ojos de la comunidad y no siempre van asociadas a patologías o problemas físicos. Se trata de conductas adictivas que pueden poner en riesgo el futuro académico de los estudiantes y a las que es importante ponerles freno. Sobre esta idea, la
Universidad Complutense de Madrid ha creado un programa al que denominado ‘El Campus por la Recuperación’. Este proyecto cuenta, no solo con profesionales en la materia y con la asociación inRecovery, sino que suma
18 estudiantes como mentores que operan bajo la batuta de
Gabriel Rubio, jefe de Servicio de Psiquiatría del
Hospital 12 de Octubre y vicedecano de Integración de la
Facultad de Medicina.
El programa solicitó a comienzos del curso académico la colaboración desinteresada de los estudiantes de la
Facultad de Medicina para darles una formación específica sobre adicciones, de tal forma que pudieran
identificar y asesorar a compañeros que estén en riesgo. "El acceso a las personas que puedan precisar ayuda es más cercano mediante iguales y, en caso de no disponer de las herramientas necesarias para ayudar, nos lo remiten a nosotros y, si se detecta un problema mayor, les derivamos al Hospital 12 de Octubre", apunta
Gabriel Rubio en declaraciones a este periódico.
Todos los alumnos que integran la Facultad de Medicina de la
Universidad Complutense de Madrid (UCM) saben la identidad de estos mentores y en qué aulas se encuentran, por lo que "pueden recurrir a ellos para consultar sus problemas y saber si se encuentran en una situación de riesgo", explica.
Empoderar a los alumnos de Medicina
Sin embargo, el papel del mentor va más allá de servir como enlace entre el alumno con problemas y los profesionales de
Psiquiatría. "No solo sirve para que le cuenten un problema o ayude a solucionarlo, es más. El mentor se hace cargo del
seguimiento de la evolución de ese alumno", explica el médico. “Esto nos ha permitido que el rectorado reconozca el programa como un
proyecto de mejora docente, porque hemos incluido la teórica, la práctica y el acompañamiento del
proceso terapéutico, lo que es práctica en la vida real. Es la primera vez que se hace algo así en una
universidad pública española y europea. Lo que hacemos es
empoderar a los alumnos para que sean capaces de aprender de una forma distinta a como lo estaban haciendo”, afirma.
"Como ‘recompensa’ estos alumnos reciben una mención a las horas de formación que han recibido en su título de graduado en Medicina", explica Rubio antes de confesar que espera reclutar más mentores de cara al próximo curso académico.
Conductas de riesgo entre los alumnos de Medicina
Paralelamente a este programa, el equipo de ‘El Campus por la Recuperación’ ha realizado una
encuesta en la que han participado un 40 por ciento de los estudiantes de Medicina de la UCM para conocer la prevalencia de las distintas
conductas de riesgo sobre la que poder mejorar la formación, la detección y la respuesta terapéutica.
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El uso del móvil y la ingesta emocional se han identificado en una encuesta como las conductas de riesgo mayoritarias entre los alumos de Medicina
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Los resultados, con un total de casi 800 estudiantes de los grados de
Medicina, Nutrición y Terapia ocupacional han evidenciado con sus respuestas como conductas de riesgo más frecuentes el uso del móvil y la ingesta de comida emocional. Gracias a estas conclusiones,
Gabriel Rubio y su equipo han ideado una serie de cursos en prevención de estas dos problemáticas mayoritarias que se impartirán en el próximo curso 2023/2024.
El objetivo, tal y como recuerda Rubio, es seguir trabajando para mejorar la salud de todos los alumnos que integran la
Universidad Complutense de Madrid.
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