Este domingo, 25 de noviembre, se conmemora el
Día Internacional para la Eliminación de la Violencia sobre la Mujer. La lucha contra esta lacra es tarea de todos los agentes de la sociedad. Si bien,
el papel que juegan los sanitarios es crucial en este aspecto
para ayudar a las víctimas, ya que la mayoría de las mujeres entran en contacto con ellos en algún momento de su vida y, además, aquellas que sufren cualquier tipo de violencia machista acudirán con mayor frecuencia a los servicios sanitarios, en particular, a
Atención Primaria, Urgencias, Obstetricia y Ginecología y
Salud Mental.
De ahí radica la importancia de saber detectar un caso de este tipo. El
protocolo nacional para la actuación sanitaria ante la violencia de género establece una serie de dificultades con la que se pueden encontrar los profesionales para
identificarlos:
Por parte del personal sanitario
1. Haber internalizado mitos y estereotipos sobre la violencia de género.
2. No considerar la violencia como un problema de salud.
3. Vivir o haber vivido experiencias personales respecto a la violencia.
4. Creencia de que la violencia no es tan frecuente.
5. Intento de racionalización de la conducta del agresor.
6. Miedo a ofender a la mujer, a empeorar la situación, por su seguridad o por la propia integridad.
7. Desconocimiento de las estrategias para el manejo de estas situaciones.
8. Formación fundamentalmente biologicista (no abordaje de problemas psicosociales).
9. Escasa formación en habilidades de comunicación en la entrevista clínica.
10. Desconocer que los hijos e hijas también son víctimas de violencia de género.
11. Creer que la situación de maltrato, si no es directa, no está afectando a la salud de los menores.
En el contexto de la consulta
12. Falta de privacidad e intimidad, interrupciones durante la consulta.
13. Sobrecarga asistencial.
14. Acceso de la mujer a la consulta acompañada de su pareja.
En el ámbito sanitario
15. Falta de conocimiento y coordinación entre los distintos recursos.
16. Insuficiente trabajo interdisciplinar y de equipo.
17. Insuficiente alcance de programas de formación en Violencia de Género, a la totalidad de profe¬sionales de servicios sanitarios.
18. Insuficiente desarrollo de mecanismos facilitadores del acceso a los cursos de formación sobre Violencia de Género al personal sanitario. Escasez de traductores/as y mediadores/as interculturales para facilitar la comunicación.
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