La Revista

La hospitalización a domicilio, nueva 'aliada' para prevenir suicidios

Una alternativa "eficaz" con la que el Gregorio Marañón atiende a algunos pacientes con riesgo de suicidio


20 ene 2022. 14.40H
SE LEE EN 4 minutos
POR TANIA CALAHORRA
La salud mental está en el punto de mira. La pandemia ha aumentado el número de personas que solicitan atención psiquiátrica o psicológica y el foco mediático se ha situado, tanto a nivel político como social, en las carencias que presenta esta especialidad, sobre todo cuando el suicidio se ha consolidado como la principal causa de muerte no natural en España.

Desde el SNS, algunos hospitales buscan hacer frente a las necesidades de la población con programas como el que instauró en 2013 el Hospital Gregorio Marañón y el Centro de Salud Mental de Retiro: PRISURE (Programa de Atención al Riesgo de Suicidio), un programa asistencial multidisciplinar diseñado para tratar de forma intensiva a las personas mayores de 18 años en grave riesgo de suicidio que incluye, como novedad desde hace tres meses, la hospitalización a domicilio. Desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020, han sido evaluados un total de 61 pacientes, registrándose en los últimos meses un ligero aumento en la derivación de pacientes, según confirman desde el propio hospital.

Francisco Ferre, jefe de Servicio de Psiquiatría del Adulto del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, y Néstor Szerman, jefe del Servicio de Salud Mental Retiro del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, explican a Redacción Médica que en PRISURE "intervienen dos psiquiatras, dos psicólogos, dos enfermeros, dos trabajadores sociales, además de residentes MIR y PIR". Puntualizan que "este equipo funciona de modo homogéneo y coordinado tanto dentro del Instituto como hacia el exterior. Por ejemplo, se han hecho algunas reuniones del equipo terapéutico con asociaciones de victimas/familiares de pacientes con conductas suicidas".

PRISURE trabaja sin interrupciones de vacaciones o pandemia


Este equipo, según indican los facultativos a este periódico, se reúne con periodicidad semanal, y "ha funcionado sin interrupciones en tiempo de vacaciones o de pandemia. En el seno de esas reuniones se toman las decisiones terapéuticas, basada en evaluaciones clínicas y psicométricas de cada paciente".

El funcionamiento del programa —que suele tener unos tres meses de duración, prorrogables a seis— incluye la atención semanal del paciente por un "médico y psicólogo alternativamente". Además, tienen un seguimiento telefónico por parte del personal de Enfermería. "Llaman tres veces en semana y los trabajadores sociales también intervienen cuando está indicado", indican.

Si el programa considera que existe un alto riesgo los pacientes son "hospitalizados derivados a la unidad de agudos", pero si es manejable se contempla "el apoyo familiar con el programa de Hospitalización a Domicilio", una alternativa que PRISURE instauró hace tres meses y que desde el centro hospitalario afirman que es "eficaz".

Las personas que acceden al programa son derivadas por las urgencias del propio hospital madrileño y son atentidos, en la mayoría de casos, "el primer día laborable desde la derivación". "También acuden pacientes en situación de riesgo porque han expresado ideas suicidas desde Atención Primaria o a otros facultativos", señalan.


La Ley de Salud Mental discrimina a personas con trastornos


Hace unas semanas el suicidio de la actriz Veronica Forqué puso sobre la mesa el debate social sobre la visibilidad y prevención del suicidio. La visualización de personas públicas con problemas de salud mental grave "ayuda a la sociedad a ser conscientes de este problema, que puede existir en cualquier individuo, independientemente de su condición social", explican a este periódico Francisco Ferre y Néstor Szerman indicando que, de este modo, se ayuda a "mejorar la discriminación".

La salud mental se ha convertido en objeto de discusión también en el Congreso, donde el Ministerio de Sanidad ha impulsado la Estrategia de Salud Mental y Podemos ha presentado la denominada Ley de Salud Mental. Sin embargo, estas medidas ejercen un "trato disciminatorio a las personas que sufren trastornos mentales. En ese documento se ignora la enfermedad mental desde los conocimientos de las neurociencias y la psiquitaría de precisión en esta tercera década del siglo XXI", señalan Ferre y Szerman a Redacción Médica.

Los facultativos recuerdan además que el número de profesionales "no es suficiente para atender a todas las personas con problemas de salud mental" en España. "Estamos por debajo de otros países de Europa, con los salarios más bajos de todo el continente", puntualizan.





Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.