Si hay un momento que los médicos recordarán toda su vida es el
día que eligen el hospital en que realizarán su formación. Este centro les enseñará a desarrollar su especialidad y marcará el resto de su carrera profesional. Además de las plazas ofertadas en el
Sistema Nacional de Salud (SNS), la sanidad privada también es una opción para hacer la residencia y es por lo que optó Blanca Díaz-Delgado, pediatra que estuvo de residente en
HM Montepríncipe y con rotación en HM Sanchinarro y HM Puerta del Sur.
"Mi formación MIR en la sanidad privada ha sido buena y completa, me ha permitido
tocar todas las subespecialidades dentro de la Pediatría y la patología compleja. Al ser un hospital de alta complejidad pero pequeño te enteras de todos los
casos clínicos interesantes", afirma Díaz-Delgado.
La profesional se decantó por esta opción porque sabía que este hospital del grupo HM Hospitales cuenta con
UCI mixta, tanto pediátrica como neonatal, y Oncología Pediátrica "muy potente". De hecho, para ella es una de sus principales ventajas: "Tenía los beneficios de un hospital pequeño, pero con una
complejidad de un terciario".
En esta misma línea, los hospitales pertenecientes a la sanidad privada cada vez
son más atractivos para aquellos que tienen que realizar su residencia MIR. Su reducido número de plazas en comparación con los centros públicos hace que los residentes
adquieran la autonomía antes que en otros hospitales. "La
curva de aprendizaje en la privada es muy rápida. Tienes mucha capacidad de decisión, te estimulan y te motivan para estar
muy implicado en el trabajo desde el inicio y
ser autónomo", manifiesta la pediatra.
Asimismo, para los hospitales privados también es
un plus contar con personal residente, sobre todo en una especialidad como Pediatría, donde faltan profesionales. "Formar médicos
enriquece a los hospitales privados y resulta muy positivo también para los centros", sostiene.
Aprendizaje de la pública a la privada y viceversa
Díaz-Delgado conoce de cerca el trabajo que se realiza tanto en la sanidad pública como en la privada. En este sentido, en la actualidad combina su trabajo como
pediatra en el Hospital de La Paz con las guardias que realiza en HM Montepríncipe, por ello sabe de primera mano los
puntos fuertes y débiles de cada uno de estos sistemas.
En cuanto a los aspectos que se deberían extrapolar a la sanidad pública, la pediatra destaca la mejora de la
conciencia de los gastos de recursos. "Ser un poco más eficientes en la práctica clínica diaria y hacer una mejor
gestión de los gastos diarios de la pública. En la privada creo que son más conscientes de ello", apunta. Por otro lado, la privada se ve más "limitada" a la hora del manejo y seguimiento de pacientes con enfermedades raras o con patología compleja pediátrica que precisan de "
equipos multidisciplinares y tratamientos más especiales".
"Se hace una
buena Medicina en la privada y hay que valorarla a la hora de formarse. Pero también hay que
alabar nuestra sanidad pública, que es una suerte, y seguir apostando por ella", concluye la especialista.
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