Los expertos de la
Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) concluyen en su último informe sobre el
'Observatorio de la Dependencia' que las prestaciones económicas destinadas a este sector continuarán la senda de reducción en los próximos años, así como que los salarios de sus trabajadores necesitan una "mejora".
A pesar de que reconocen que la situación en este ámbito es "positiva" tras haber superado los peores meses de la
pandemia provocada por el Covid-19, advierten de que todavía "queda un amplio margen de mejora". En este sentido, indican que se debe impulsar la sustitución de
prestaciones económicas por prestaciones en servicios, sobre todo los aspectos relacionados con la agilización de trámites y procedimientos, además de la organización, la gestión y el control de residencias.
De hecho, recuerdan en este punto que "los
recortes presupuestarios lastraron el despliegue del sistema en los tiempos previstos" y, por tanto, las prestaciones en servicios "se vieron fuertemente sustituidas por prestaciones económicas de menor coste, los servicios no se desarrollaron en la medida esperada, las listas de espera crecieron hasta cifras insoportables y, en suma, muchas expectativas iniciales se vieron defraudadas". Así, subrayan que el SARS-CoV-2 "demostró de la manera más dura posible la fragilidad de un
sistema infra-financiado y en absoluto prioritario para las políticas públicas".
Sin embargo, matizan que en el año 2021 comenzó el
aumento de los recursos destinados para la Dependencia pero que, igualmente, ésta se ha visto perjudicada después de estar tres años consecutivos con la partida de 2018, cifrada en 2.630 millones de euros. "En 2021, se destinaron 5.201 millones de euros incluidos en el
Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Esto supuso un incremento de casi el cien por cien respecto del año 2019. Por último, en el año 2022 se presupuestaron para esta política 6.179 millones de euros, un crecimiento del 19 por ciento en relación al año anterior", detallan.
A pesar de que el balance es "positivo" tras la pandemia, se experimenta una tendencia del gasto público a la desaceleración y estancamiento en los próximos años
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Con todo, desde la Fedea insisten en que, después del pico máximo registrado en 2010, se experimenta una tendencia del gasto público a la
desaceleración y estancamiento en los años posteriores. "Desde 2017, el gasto en cuidados de larga duración respecto del
Producto Interior Bruto (PIB) sigue una leve trayectoria ascendente, alcanzando en la actualidad el 0,86 por ciento. En contraposición, el gasto en cuidados de larga duración respecto del gasto corriente en salud sigue una tendencia descendente desde 2017, pasando del 9,4 a 9,28 por ciento en 2019".
Asimismo, puntualizan que
existe "una gran variabilidad" entre las regiones, lo que demuestra modelos y estructuras de atención disímiles en función de cada contexto particular y ponen como ejemplo que un 80 por ciento del total de prestaciones son económicas en la Comunidad Valenciana, mientras que en La Rioja solo el 20 por ciento son de este tipo. Además, comentan que lo beneficiarios de las prestaciones y servicios del
Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) se mantienen desde 2014 en el 72 por ciento, siendo de 883.845 personas a diciembre 2021, un 10 por ciento más en comparación con el ejercicio previo.
Mejoras salariales en el sector de la Dependencia
Por otro lado, el mismo organismo también pide la mejora de las condiciones de estabilidad del
empleo y los
niveles salariales prevalentes en el sector. Y, concretamente, confía en que éste se cumpla pronto: "Esperemos que la reciente
reforma laboral sea capaz de contribuir a este último objetivo".
Como no podía ser de otra manera, la pandemia también ha afectado en este aspecto, pues defienden que a mediados de 2020 hay "un punto de inflexión con una
caída en el nivel de empleo que luego se recupera hacia finales de ese mismo año" e informan de que, a partir del segundo y tercer trimestre, dicha participación alcanza su máximo (3,1 por ciento) y en la actualidad se mantiene en el tres por ciento.
En cuanto a los salarios nominales, la ratio de salarios entre el
sector de la Dependencia y los salarios en general "cayó de manera contundente". Precisamente, aseguran que éste fue "el peor nivel de todo el periodo analizado", pasando del 76 a menos del 70 por ciento en detrimento del sector. "Hacia finales del año 2020, los salarios relativos comienzan una
ligera senda creciente al igual que los salarios nominales", manifiestan.
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