Sandra Tejedor y Adrián Carretón son una
pareja de enfermeros que ejercen a 3.500 kilómetros de sus casas. De origen sevillano, ambos sanitarios decidieron probar suerte en
Noruega, pues las condiciones laborales y la estabilidad en general les ofrecía mayores compensaciones. En concreto, en un mes de trabajo un enfermero noruego puede cobrar hasta seis veces más que en el mismo puesto en Andalucía.
“El principal motivo fue el dinero,
de base un enfermero sin experiencia cobra unos 6.000 euros al mes, si ya llevas algún tiempo o ejerces en un hospital, conozco compañeros con sueldos de
hasta 8.000 euros mensuales”, señala Tejedor. La decisión de irse no fue fácil, pero tras estudiar Enfermería en Sevilla y optar a contratos de semanas o meses, esta pareja decidió probar suerte en el extranjero.
Tras consultar con otros compañeros que también ejercen fuera de España, así como por diversos grupos de redes sociales, Sandra y Adrián decidieron optar por Noruega “
otra opción era Irlanda, donde también hay mucho trabajo, pero allí te piden el certificado de idiomas sanitario para colegiarse mientras que en Noruega solo tienes que aportar el título de Enfermería”. En su caso, el primer destino ha sido Skei, en el oeste del país “escogimos trabajar en una residencia y la empresa que nos guió nos facilitó todo el trabajo, te buscan el
alojamiento y hacen de intermediarios con el centro de salud, para que cuando llegues no tengas que preocuparte de nada”.
Cada vez son más los enfermeros que optan por ejercer fuera del territorio nacional, pues tanto
los contratos como las condiciones en general son mucho más favorables. Una situación a la que Sandra Tejedor suma que “los enfermeros españoles, en general, estamos muy bien valorados fuera. En mi caso no tenía mucha experiencia pero desde el primer momento confiaron en mí y me animaban a seguir mi intuición”.
¿Cuáles son los principales motivos para ejercer en el extranjero?
“Si no tienes mucha experiencia en Andalucía solo puedes
optar a contratos para cubrir bajas y vacaciones, de días o semanas. En mi caso he terminado la carrera más tarde que los compañeros en general, por lo que por edad no quería estar de un lado para otro. Así que, como al final tanto a mi pareja como a mí nos iban a mandar a diferentes provincias, preferimos irnos juntos a otro país”, señala la enfermera sevillana.
En este punto, Tejedor resalta cómo muchos de sus compañeros españoles optan por
compaginar los dos trabajos “cubren las vacaciones y los contratos temporales en España y luego pasan el resto del año aquí, que es una posibilidad que te dan para atraer a trabajadores”.
La
estabilidad laboral junto al salario son así los principales motivos que han llevado a esta pareja a decidirse por ejercer en el extranjero, donde además recalcan “los enfermeros cobran desde el primer momento, mientras hacen las prácticas los estudiantes también están cobrando. Así por ejemplo cuando llegas a un nuevo centro tienes un mes de formación junto a tu equipo, en el cual ya recibes un salario aunque estés de prácticas” recalca Tejedor.
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"Los enfermeros españoles, en general, estamos muy bien valorados fuera"
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De esta forma el sueldo final, al que se deben descontar los gastos derivados por el mayor coste de vida, supone que “en un par de años podamos comprarnos un piso en Sevilla, que de otra manera no podríamos casi ni pensar”. Tal y como señala Tejedor, su pretensión es pasar al menos unos años en Noruega, sumando experiencia y puntos que les permitan volver a Andalucía con posibilidad de optar a un trabajo estable, “mi vejez no la quiero pasar en Noruega, pero ya que hemos hecho el esfuerzo con el idioma, lo queremos amortizar”.
Entre los motivos que también llevan a esta pareja a querer quedarse en el país se sitúa la
menor jerarquización de los equipos, pues como subrayan ambos enfermeros “los grupos trabajan de forma más cercana, sí tienes jefes y superiores, pero no hay tanta jerarquización, puedes ver a médicos haciendo tareas de Enfermería y hay un mayor contacto, al menos en los centros en los que hemos estado”.
Por la contra, la
soledad y el carácter más cerrado de la población es algo que se debe tener en cuenta antes de elegir este país, “en nuestro caso nos vinimos los dos, pero si vienes solo es verdad que cuesta un poco más adaptarse al la cultura, que suele ser más cerrada que en España”.
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