El médico de la unidad 'top' de emergencias de Madrid: "Me mueve la pasión"

La toma rápida de decisiones y el trabajo en equipo son características imprescindibles en todo centro sanitario. Pero estas particularidades cobran especial relevancia cuando se trata de atender a pacientes en situación de riesgo vital. Bien lo saben los  profesionales de la Unidad de Cuidados Intensivos de Trauma y Emergencias (Ucite) del Hospital Universitario 12 de Octubre, que llevan en esta premisa treinta años. Este departamento 'top' de las urgencias madrileñas celebra su aniversario tras atender a más de 15.000 pacientes.

Mario Chico Fernández, especialista en Medicina Intensiva, lleva trabajando desde casi desde que se puso en marcha la unidad y ahora es su responsable Para que todo vaya como es debido, el facultativo insiste en que han de seguir un protocolo estricto: “Cuanto más plan tengas, más capacidad de adaptación habrá. Tenemos que tenerlo todo protocolizado porque la realidad ya se ocupa de la flexibilidad”.

Su equipo está formado por nueve médicos, 38 enfermeras, 17 técnicos en cuidados auxiliares de Enfermería y tres celadores, todos con experiencia y con unos roles muy definidos. “En la emergencia lo que más destaca es la toma de decisiones: hacerlo en poco tiempo y en equipo. Es imposible trabajar solo. El profesional tiene que tener una serie de características tanto personales como profesionales”.

Trabajar en la Ucite "tiene fecha de caducidad"

Para muchos sanitarios trabajar en la Ucite también tiene “fecha de caducidad”.  “Es tan intenso porque es 24 horas al día, los siete días de la semana y los 365 días al año”, ha detallado.

Durante estas tres décadas, la evolución de la unidad ha estado marcada por varios puntos: en primer lugar, el recambio del equipo, que ha tenido que mantener siempre su idiosincrasia; la expansión de las pruebas diagnósticas de imagen, que han marcado la asistencia; y la adaptación a lo que la sociedad o el hospital “ha pedido”, pues ha de ser muy dinámica por si ocurre alguna catástrofe o pandemia como la del covid.

Esta unidad ha estado vinculada a los sucesos más graves que ha vivido Madrid en los últimos años: el atentado del 11M, el Madrid Arena y el accidente de Spanair, entre otros.

Además de la asistencia, la docencia y la investigación son las otras dos patas que completan el día a día de la Ucite. Cada año recibe alrededor de 30 MIR de distintas especialidades, forma a profesionales de Medicina Militar y ayuda en el reciclaje profesional, además de colaborar con la formación de pregrado de Medicina y Enfermería. “La docencia te obliga a estar siempre actualizado y a cubrir las expectativas”, ha explicado.

Box de la Ucite.

En cuanto a la investigación, Fernández reconoce que aunque requiere mucho tiempo, da “muchas satisfacciones”. Esta actividad investigadora reporta la publicación de una media de quince artículos por año y la redacción de capítulos de libros.

“Trabajamos en muchos ensayos vinculados a la emergencia con otros servicios; alguna de las vertientes que se ha abierto recientemente es el estudio de los condicionantes socioeconómicos en la patología traumática”, ha detallado. Pese a la diversidad de temas, el especialista resalta el “programa estrella”, que consiste en la videograbación de los procesos asistenciales.

"No solo los futbolistas cumplen sueños"

El facultativo llegó a la unidad como MIR solo dos años después de su creación, en 1993. En el año 2000 se convirtió en adjunto de la misma y desde hace siete años es responsable de ella. “Cuando empiezo a trabajar como adjunto es un antes y un después porque se me cumple un sueño. No solo los futbolistas cumplen sueños”.

El intensivista ha incidido en que la emergencia es lo que le gusta. “Es un paciente que está en una situación muy comprometida y tengo que tomar decisiones en poco tiempo. No es la adrenalina, es la pasión”, ha concluido.

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