Juan Saturio se define cien por cien enfermero y cien por cien artista plástico. Ambas profesiones le definen y así divide su tiempo. Por un lado,
la Enfermería la ejerce en los Servicios de Hemodiálisis en el Hospital General de Ciudad Real y también en una clínica concertada; la parte artística, ya convertida en profesión desde hace una década, la desarrolla "sacando tiempo de donde no lo hay". Esto conlleva menos descanso, horas de sueño, y momentos para disfrutar con la familia y amigos, pero asegura que no es solo una forma de ganarse la vida, sino que también es su
terapia.
El gusanillo artístico siempre ha corrido por sus venas. Saturio recuerda pasar horas y horas de su infancia pintando, creando y dibujando. "
Soñaba con ser artista o cualquier cosa que implicara trabajar con las manos", resume. Pero cuando se fue acercando el momento de tener que elegir qué estudiar, se fue planteando dejar la rama artística y pasarse a la sanitaria, principalmente por las salidas laborales. Finalmente, acabó eligiendo Enfermería, una opción que no era vocacional de siempre, pero de la que no se arrepiente.
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Saturio se ha especializado en hemodiálisis.
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Durante años estuvo dedicándose profesionalmente solo al ámbito sanitario, e intentó acallar su gran pasión, el arte. Pero allá por 2012 consiguió sacar de él ese bloqueo por el que no concebía hacer nada artístico si se dedicaba a la Enfermería. Fue entonces cuando comenzó a compaginarlo: "Trabajaba y me ponía a dibujar en mis ratos libres, s
e desbloqueó ese miedo a hacer más cosas aparte de mi carrera", detalla.
Tras esta nueva oportunidad, se dio cuenta de que sus obras gustaban y comenzó a probar nuevos materiales. "De repente llegué al mundo de la pintura y me lancé casi directamente al mundo profesional: empecé a presentarme a concursos y certámenes y desde el minuto uno empecé a tener reconocimiento". Esa época la recuerda con un boom, como una especie de
revolución creativa que le duró un par de años y con la que consiguió un gran progreso. "Tuve una evolución muy rápida porque había algo de base, pero no estaba cultivada", explica.
Más de 120 premios reconocen sus obras
Con sus obras
ha ganado más de 120 premios y aunque asegura que todos son especiales, hay algunos que recuerda con especial ilusión. Entre ellos está el primero, que le hizo pensar que podría funcionar; después llegó otro, con el que consiguió un viaje cultural por China durante más de dos semanas, donde alcanzó, entre otras cosas, pintar en la gran Muralla.
Pero hay uno que para él es “la suma de todo” y es cuando la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Enfermería de Ciudad Real aprobó por unanimidad encargarle el proyecto para crear una obra escultórica de homenaje a profesión enfermera. “Ha sido una suerte, y también responsabilidad, ser yo, artista y enfermero, el que ha podido hacer una obra de arte en homenaje” detalla. Esta escultura le ha permitido honrar a una de sus profesiones con la otra y se ha convertido en “la
máxima expresión de mí mismo”.
El trabajo artístico le ha permitido desarrollar una tercera profesión, la
docencia. Durante el año realiza cuatro o cinco talleres que le obligan a seguir esforzándose por conocer más sobre el arte plástico y también le permite desarrollar su faceta como divulgador.
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A lo largo de su carrera ha recibido numerosos reconocimientos.
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