La
Universitat de Barcelona da la bienvenida a
Oleksandr Martinenko y Marina Martinenko, dos
profesores de Medicina de Ucrania. Este martes tuvo lugar la presentación de los nuevos docentes, procedentes de la
Universidad de Járkov, que se incorporarán a la universidad próximamente y que han podido llegar a España gracias a su vínculo con
Xavier Pastor, profesor en la Facultad de Medicina de la UB y jefe de Informática Médica del Hospital Clínic. Él trabajará en la
Facultad de Medicina y ella en la de
Economía, departamentos que visitaron y donde pudieron conocer los programas docentes e investigadores de los cuales formarán parte en los próximos meses.
Oleksandr es catedrático de Medicina y especialista en análisis avanzado de datos biomédicos, mientras que
Marina es médica, catedrática de Economía y experta en reingeniería. Oleksandr y Pastor se conocieron a finales de los años noventa porque la coincidencia hizo que ambos se especializaran en
Informática Médica. "Trabajamos juntos en un proyecto colaborativo europeo en el que desarrollamos un recurso de Internet que consistía en un
libro de texto del ámbito médico, algo innovador porque era la primera vez que se desarrollaba un recurso de este tipo", explica Pastor en una conversa con
Redacción Médica.
Los dos especialistas en Informática Médica han mantenido el contacto desde entonces y
volvieron a coincidir en Bruselas en 2010, cuando Pastor fue coordinador de una
reunión de salud digital en Europa aprovechando que España tenía la presidencia del Consejo de la Unión Europea y pudo invitar a Oleksandr.
¿Cómo se gestó la llegada de los Martinenko?
Desde que empezó la invasión de Ucrania por parte de Rusia el 24 de febrero, el matrimonio Martinenko permaneció en su domicilio de Járkov junto a su hija Anastasia.
Hasta el 8 de marzo permanecieron en su vivienda junto a los padres de Marina (Viktor y Nadia Lisitsia), que se mudaron porque su piso, situado en una 15ª planta, era considerado más vulnerable que el de su hija, un 3º. Hasta entonces, Pastor relata que la
familia "no se llegaba a creer que podía empezar una guerra, hasta el día anterior hacían vida normal y fue repentino despertarse de madrugada con el ruido de los bombardeos".
Los suegros de Oleksandr intentaron volver a su piso para coger más ropa, ya que habían cogido lo justo y necesario para unos pocos días, pero
su trayecto fue interrumpido al reanudarse los bombardeos. "Contacté con Oleksandr justo cuando supe que el ejército ruso había atacado Járkov, donde residía, y le planteé la opción que había a través de la
Fundació Solidaritat de la UB". Esta iniciativa consiste en
acoger el personal docente investigador que deba abandonar las universidades ucranianas para refugiarse de las consecuencias de la invasión rusa.
Los Martinenko iniciaron una odisea para cruzar el país, entrar en Polonia por Krakovets y llegar a Cracovia, donde cogieron un vuelo directo que permitió llegar a Barcelona el sábado pasado. En primer lugar, ese periplo
no hubiera sido posible para Oleksandr si no tuviera 61 años, ya que hasta los 60 los hombres tienen prohibido salir del país. Pastor ha realizado las gestiones necesarias para ayudar a salir de Ucrania a sus amigos y que puedan continuar con su labor investigadora en la UB junto al vicerrector, Ernest Abadal.
"Vi que el currículum de
Oleksandr encajaba con mi departamento y sus trabajos van totalmente en línea con lo que hacemos nosotros. Después también le pedí que me hiciera llegar el CV de su mujer y su perfil también encaja en una
unidad de la Facultad de Economía", detalla Pastor. En su camino hasta el aeropuerto de Cracovia, los Martinenko tuvieron que dormir en el suelo de un pasillo, tuvieron problemas en el control, pasaron
seis horas de noche esperando a 10 grados bajo cero e incluso tuvieron un pequeño accidente con el coche por culpa de la nieve.
Oleksandr se incorpora al
Departamento de Cirugía y Especialidades Medicoquirúrgicas del Campus Clínic, y la Marina al Departamento de Econometría, Estadística y Economía Aplicada,
con aplicación en procesos del ámbito médico. A pesar del final feliz en esta historia, Pastor remarca que los Martinenko "
tomaron una dura decisión porque es muy difícil dejar tu casa y no saber cuándo volverás y que te vas a encontrar".
El doctor y la doctora Martinenko se han convertido en los dos primeros docentes-investigadores que se benefician del programa de la Fundació Solidaritat de la UB, que ofrece un contrato de trabajo hasta el 31 de diciembre, que podría ser revisado en función de la evolución de la situación en Ucrania. Pastor apunta que
ambos hablan inglés y francés, entre otros idiomas, por lo que no tendrán problemas para adaptarse.
El rector de la UB,
Joan Guàrdia, ha manifestado que "estamos muy contentos porque pronto podremos contar con dos investigadores procedentes de Ucrania.
Los recibiremos con los brazos abiertos y plenos de paz". La UB está gestionando los trámites para incorporar tres investigadores más procedentes de Ucrania y también colabora en la tarea de
reorientar las solicitudes que recibe, que no encajan en su centro, pero sí pueden ajustarse en programas de otras universidades.
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