Carlos Blanco tenía claro lo que quería hacer cuando acabó su carrera de
Medicina: aunar la práctica clínica con la investigación. Haría cualquier cosa para conseguirlo, pero lo que no se esperaba era acabar cruzando un océano y convertirse en uno de los máximos responsables de la Salud Pública de un coloso como es Estados Unidos. El actual director de la
División de Epidemiología e Investigación Preventiva del
Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (
NIDA por sus siglas en inglés), centra esfuerzos en gestionar el incremento de casos de
Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) registrado recientemente en el país norteamericano.
"Hasta hace pocos años, el
TDAH se consideraba una
enfermedad de niños y adolescentes exclusivamente", cuenta este psiquiatra, al hablar de cómo ha mejorado el diagnóstico del trastorno en estos últimos años, especialmente entre la población adulta. Dichos avances en la detección, explica, estarían detrás de parte del aumento de casos experimentado en suelo norteamericano. Como director, Blanco centra, por tanto, el tiro en la
prevención, ya que, según explica, "no hay una infraestructura estable que permita implementar" este tipo de estrategias, lo que provoca que el sistema en sí, "esté más
enfocado al tratamiento".
Además, son varios los "grupos de profesionales que están generando guías para el
tratamiento de TDAH en
Estados Unidos", una serie de manuales que, espera, que se publiquen a lo largo de este año para ayudar a mejorar el manejo de este trastorno.
Otro de los desafíos a las que debe hacer frente el director de la División de Epidemiología e Investigación Preventiva del NIDA, es "conseguir que los avances científicos se incorporen a la
práctica clínica", algo que ha logrado mejorar "promoviendo los sistemas de
salud inteligentes y solucionando los problemas más relevantes para pacientes y médicos".
Ayuda a la salud mental estadounidense
El TDAH completa una
numerosa lista de áreas de salud mental a las que Blanco ha dedicado su trayectoria, tras especializarse en el
tratamiento de la ansiedad, la
depresión, el desorden bipolar o la alteración del juego, entre otros. Consciente de la suerte que supone poder dedicarse a lo que más le gusta, el profesional, sin embargo, no había contemplado la idea de llegar a vivir en Estados Unidos.
Blanco llegaba a Norteamerica con su título de Medicina en la
Universidad Autónoma de Madrid bajo el brazo en 1986, para hacer su residencia en
Psiquiatría en el
Centro Médico Irving de la
Universidad de Columbia. Esta especialidad agradó rápidamente a Blanco, debido a que el cerebro "es el órgano más interesante, al tratarse también del más complejo que existe". Fue al final de su MIR cuando empezó a pensar en vivir en Estados Unidos, al ver que su carrera profesional iba avanzando y le ofrecía "más posibilidades de
desarrollo científico y clínico" que España.
Miembro de la Academia Nacional de Medicina de EEUU
Su amplio trabajo en el campo psiquiátrico ha sido reconocido y laureado. En el año 1993 ingresó en la
Asociación de Psiquiatría Americana (
APA) y, desde 2022, es miembro de la
Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos (
NAM por sus siglas en inglés), un hito que alcanza menos del 1 por ciento de los psiquiatras en este país.
Durante su carrera, Blanco ha recibido varios premios por sus aportaciones a la comunidad científica y asistencial. Uno de los que "más ilusión" le han hecho es el de la
Asociación de Psiquiatría Americana al
mejor psiquiatra hispano del año, que recibió en 2022. Este mismo organismo también lo galardonó en 2021, con el premio de
investigación sobre servicios de salud para personas mayores.
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