La Revista

Bonnie Bassler, la premio Princesa de Asturias que ve terapias en bacterias

La bioquímica abre las puertas a las posibilidades que ofrecen las bacterias buenas

Bonnie L. Bassler, bioquímica, ganadora del Premio Princesa de Asturias.

25 jun 2023. 16.20H
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POR LARA LEMA
El pasado 7 de junio, la bioquímica Bonnie Bassler se despertó con la noticia de que había ganado el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica. El jurado destacó la labor de Bassler para "desvelar mecanismos inéditos de comunicación entre bacterias". Tras ser galardonada, la investigadora afirma en una entrevista con Redacción Médica que “alterar la comunicación bacteriana podría crear nuevas terapias” y abre las puertas de las posibilidades que ofrecen las "bacterias buenas", así como la comunicación de estos organismos con las células.

La bioquímica se muestra "encantada y honrada" por el reconocimiento. "Fue toda una sorpresa. Estoy muy orgullosa de mi grupo y de sus descubrimientos, su creatividad y su tenacidad. Este premio es una magnífica validación del trabajo que han hecho. Es muy emocionante", señala. Bassler indica que un galardón "tan fantástico y prestigioso como este hace brillar una luz" sobre la investigación bacteriana y resalta el valor de que el público general entienda la importancia de estos descubrimientos.

"Las bacterias inventaron la comunicación"


La investigación de Bassler y su equipo partió de una simple pregunta: ¿Cómo se las arreglan las bacterias, "siendo pequeñas, enclenques y simples", para ser perjudiciales o beneficiosas? "Mostramos que la forma en la que las bacterias obtienen su poder, bueno o malo, es comunicándose y contando cuántas son. Producen moléculas que van liberando y a medida que la comunidad bacteriana crece estas moléculas se acumulan. Cuando las moléculas alcanzan una cantidad determinada, las bacterias las detectan y deducen que deben tener vecinos alerededor. Entonces, liberan sus factores de virulencia, sus toxinas o hacen cosas beneficiosas", explica la experta.

Las bacterias entienden que individualmente no pueden marcar la diferencia, pero si todas coordinan su comportamiento, si hablan entre sí y se cuentan, pueden lograr tareas que nunca podrían hacer si actúan como individuos, añade Bassler. Esta forma de comunicación se denomina quorum sensing.

"Las bacterias se comunican y tienen múltiples palabras"


"Mi grupo descubrió que las bacterias se comunican y tienen múltiples palabras. Tienen moléculas que dicen 'eres mi gemelo, eres mi primo, eres el enemigo'... Y cambian su comportamiento en función de si están rodeados de amigos o enemigos", subraya la experta, calificándolo como "el primer comportamiento social en la Tierra".

"Son los organismos más antiguos, el primer comportamiento de grupo", indica. "Las bacterias inventaron la comunicación, el multilingüismo, la comprensión de sí mismo, de otros... Todas estas cosas que pensamos que son rasgos de los organismos superiores, las bacterias lo inventaron", añade. Bassler reconoce, entre risas, tener "el cerebro lavado" con respecto a las bacterias, ya que es su trabajo de toda una vida, y critica el pensamiento de aquellos que las calificaron como "super primitivas y demasiado estúpidas para tener comportamiento de grupo y coordinarse de esta manera".

Moléculas contra el quorum sensing


Tras descubrir qué moléculas las bacterias utilizan como sus palabras, la investigadora y su equipo se centraron en hacer que estas no puedan "hablar o oír". Bassler espera que esa sea la clave para crear nuevos tipos de antibióticos, pero también nuevas formas de luchar contra estos organismos. "En vez de matarlas, les estás diciendo que no pueden comunicarse. No expresan sus factores de virulencia y entonces tu sistema inmunológico se deshace de ellas", indica. La bioquímica señala que de conseguirse crear terapias alterando la conversación bacteriana, tendrían una vida útil más larga porque los organismos no desarrollarían resistencia tan rápido.

Bassler afirma que la creación de antibióticos fue "una de las mayores medidas de salud pública de la historia". "Cambió la vida de la humanidad para siempre, pero tenemos que seguir trabajando" contra la resistencia bacteriana, señala. Y lo mismo sucederá con estas nuevas terapias debido a la rápida evolución de estos organismos, subraya la premiada. Acabarán generando resistencia, pero el objetivo es que tarden más para que "la próxima persona más joven descubra el siguiente talón de Aquiles", indica la investigadora.

El futuro: las bacterias buenas


El laboratorio de Bassler está trabajando en incrustar las moléculas alteradas, sin comunicación. Con eso, esperan que se puedan fabricar, por ejemplo, catéteres resistentes a infecciones, nuevos desinfectantes para hospitales... Pero también van más allá y su objetivo actual es cómo mejorar la conversación entre las bacterias beneficiosas, crear moléculas pro quorum sensing

"Sabemos que las bacterias beneficiosas trabajan mano a mano con el sistema inmunológico para mantener alejadas a las bacterias malas. Así que tal vez en lugar de luchar contra las malas, podríamos reforzar la forma en que las buenas conversan. Esto también podría crear nuevos tipos de medicamentos, terapias o formas de hacernos más sanos y saludables", explica.

"Un tesoro de posibilidades para la medicina"


"Sería una forma completamente nueva de pensar en el tratamiento de las bacterias", comenta. La experta afirma que tanto la promoción del quorum sensing, como su detención, crean "un tesoro de posibilidades para la medicina, la agricultura, la industria y el medio ambiente en el futuro".

La comunicación entre bacterias y células


El siguiente paso para Bassler es cómo conversan las células humanas y las bacterias entre sí. "En los últimos años, mi grupo ha demostrado que las células humanas se comunican con las bacterias y viceversa", afirma. "Hemos demostrado que traspasa las fronteras de los reinos. Hablan con células eucariotas, las células eucariotas les responden. Además, las bacterias se infectan por virus, igual que nosotros, y hay comunicación entre los dominios virales bacterianos. Así que ahora entendemos que estas conversaciones no son solo sobre las bacterias, sino sobre todos los reinos", explica la experta.

Por ello, su laboratorio está tratando de responder a las siguientes preguntas: ¿Cómo funciona esta comunicación? ¿Cómo atraviesa los diferentes reinos? ¿Cómo se comunican sólidamente y obtienen buena información? "No sé por qué no se nos ocurrieron antes estas cuestiones", dice Bassler con una sonrisa. "Nuestro trabajo aún no ha acabado. Las bacterias tienen un montón de secretos que todavía vamos a tratar de averiguar".
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