El pasado 15 de agosto comenzó un
incendio que ha
afectado a más de una decena de municipios de Tenerife. Desde entonces, las llamas han arrasado casi 15.000 hectáreas, convirtiéndose en el fuego más complejo en los últimos 40 años en Canarias.
Redacción Médica habla con dos directivos de
Atención Primaria del Área de Salud de la isla para conocer cuál está siendo el desarrollo de la asistencia sanitaria desde entonces. La actuación, desde el primer momento, se ha caracterizado por una buena coordinación entre distintas instituciones, lo que ha permitido
prevenir necesidades futuras; y
la vocación sanitaria, que ha hecho cancelar vacaciones e incluso olvidar las propias circunstancias propias para ofrecer la mejor atención posible.
Jesús Delgado, gerente de Atención Primaria del Área de Salud de Tenerife, destaca la labor colaborativa entre su propio equipo directivo, junto con los ayuntamientos de los municipios afectados y los equipos de zonas básicas de salud. "Hubo una coordinación exquisita y excelente que nos permitió, en primer lugar, anticiparnos". Como la previsión con el paso de los días era que el incendio iba a ir a más y, por tanto, afectaría a más personas y la actividad aumentaría, se reforzaron los servicios normales de Urgencia, así como los puntos de atención continuada de los lugares afectados.
El peor momento llegó con el fin de semana tras los
desalojos de distintos municipios. Fue entonces que, tal y como explica Delgado, se pusieron a disposición unos equipos de médicos y enfermeros para valorar, en aquellos lugares destinados al realojo, a los vecinos que habían tenido que dejar sus casas. "La idea era hacer una valoración clínica inicial y
evitar que estas personas tuvieran que desplazarse a los puntos de atención continuada o a los servicios normales de urgencias", detalla el facultativo.
Mónica Delgado Fariña, directora médica de la Gerencia de Atención Primaria de Tenerife, fue una de las sanitarias que acudieron a la primera consulta in situ en los albergues y pabellones. La especialista en Medicina Familiar recuerda la experiencia como "muy dura, pero enriquecedora". Tal y como asegura, atendieron principalmente a personas con ansiedad.
Además de la asistencia sanitaria propia, Delgado Fariña destaca el trabajo de aconsejar a los vecinos afectados, a los que le resolvieron tanto dudas de salud, como de medicación. “Hicimos un acompañamiento fundamental, sentí que
la presencia del enfermero y del médico fue terapéutica”, enfatiza.
A estos momentos de incertidumbre y angustia hay que sumarle la situación personal de cada una de las personas que están participando en el dispositivo. "Hubo compañeros que habían sido desalojados de sus propios domicilios con sus familias y estaban ahí a pie de cañón dándolo todo.
Los sanitarios dejamos muchas veces nuestra vida personal aparte para poder ejercer nuestra labor, creo que
es básicamente vocacional", defiende.
Las urgencias se incrementaron más de un 10%
A pesar de que no se conocen todas las cifras de la actividad sanitaria desarrolla en estos días, sí que se sabe que durante el pasado sábado
aumentaron en un 16 por ciento la atención urgente en las zonas afectadas, en relación con el mismo día de la semana anterior. En cuanto al
domingo, el
incremento fue del
12 por ciento. Sin embargo, no ha habido situaciones drásticas o graves, más allá de las consecuencias de los efectos de respirar un aire contaminado, que produce irritación ocular o problemas respiratorios, según afirma Delgado.
Pero no solo se añadió más asistencia, sino que también el
consumo del material necesario para su atención, consecuentemente. "Ha habido un incremento por el consumo de oxígeno que hemos tenido que sustituir y por la medicación que hemos tenido que aportar a los servicios de Urgencia y atención continuada", detalla Delgado.
Las
oficinas de Farmacias de las zonas también han colaborado, junto con los equipos directivos y alcaldías, para tener disponible el material suficiente para abordar dichas patologías. "En el mes de agosto el stock de la farmacia se adecúa a las demandas y está claro que este tipo de patologías son más propensas en invierno y primavera", explica.
Además, también han contado con la participación de los
Vehículos de Atención a Domicilio (VAD) y la
Unidad de Atención Pediátrica a Domicilio en niños vulnerables, quienes, durante el fin de semana, se han hecho cargo del seguimiento y control de los niños desalojados. "Ha sido muy interesante, con un trabajo bien coordinado para tener la logística adecuada y dar así respuesta a cualquier necesidad", concluye.
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