La Revista

Así ha sido el proceso judicial de un médico agredido: "Ojalá no se repita"

El paciente que le amenazó tendrá que pagar una multa y se le ha impuesto una orden de alejamiento durante 6 meses


27 mar 2022. 17.30H
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POR ANA P. ECHAVARRÍA
Un médico de Familia de Badajoz decidió que no podía dejar pasar la agresión que había sufrido a manos de un paciente. Por ello, acudió al Colegio de Médicos de Badajoz (ICOMBA), desde donde le aconsejaron denunciar y tratar de conseguir una condena para su agresor.

"Siempre hay algún paciente que te pone algún problema, que te grita o te insulta, pero nunca como eso, nunca me habían levantado la mano", narraba el facultativo a Redacción Médica. Según se desprende de la sentencia, el paciente le amenazó diciendo: "No te estás enterando, me vas a mandar al dermatólogo por mis cojones, por qué no me lo explicas en la calle".

Ante esa situación, el sanitario decidió iniciar un proceso que, según explica, ha sido "más sencillo de lo que parecía": "Me puse en contacto con el Colegio de Médicos para que me informaran de si valía la pena poner una denuncia o no, y me animaron a ponerla. Luego, para el juicio, me pusieron un abogado".

"En ICOMBA tienen un protocolo de tolerancia 0 ante este tipo de agresiones, ya sean verbales o físicas. Tan pronto nos llega una denuncia de un médico, actuamos rápidamente", explicaba Rafael Gil, asesor jurídico de la institución, que detallaba que, tras interponer la correspondiente denuncia ante la policía, ellos se encargan de personarse una vez se incoe el procedimiento.

Afortunadamente, este juicio ha tenido un final feliz para el médico, que ha conseguido que su agresor haya sido condenado a pagar una multa de 900 euros y se le haya impuesto una orden de alejamiento de 300 metros durante seis meses. "En estas circunstancias es un logro", celebraba el letrado, ya que, según explica, es difícil conseguir este tipo de sentencias.

Cómo visibilizar las agresiones a sanitarios


Ambos han lamentado que aún sigue habiendo pocas denuncias en comparación con las agresiones que se viven: "A nosotros nos llega solo la punta del iceberg", remarcaba el abogado. Por ello, el especialista en Medicina de Familia ha aformado que quiere "visibilizar" su caso: "Ayuda a más médicos a echarse para adelante y echa para atrás a los pacientes que un día te levantan la mano".

Sin embargo, la motivación del facultativo no ha sido conseguir un castigo para el paciente, sino el miedo de que le ocurra a otros compañeros: "Pensé que si a lo mejor en vez de encontrarse con una persona como yo, que soy alto y grande, se encuentra con una doctora joven, a lo mejor no sólo le levanta la mano, sino que le llega a pegar".

Como ha señalado Gil, este suele ser el objetivo de la mayoría de casos que reciben: "Es solidaridad. Lo que se busca es que no vuelva a pasar, deciden seguir el proceso para evitar que les pase a otros compañeros con menos experiencia o con menos capacidad física". "Lo que sé es que al menos esta persona no lo vuelve a repetir", concluía orgulloso el sanitario.
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